5/3/18

El día que murió Jesús

INTRODUCCIÓN

La inmensa mayoría de los que profesan ser cristianos creen que Jesucristo murió crucificado un viernes. Y eso básicamente por dos razones: 1) porque es lo que siempre oyeron; 2) porque la tradición de conmemorar anualmente dicho acontecimiento el viernes de semana santa, ha calado profundamente en la sociedad.

Sin embargo, la Palabra nos previene contra las tradiciones engañosas que, disfrazadas de religiosidad, contradicen las verdaderas enseñanzas y mandamientos de Dios (Mr 7:9; Col 2:8).

Mr 7:9; Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

Col 2:8; Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

El objetivo de este estudio es mostrar por las escrituras que el fallecimiento de Jesús ocurrió un miércoles.

REFERENCIAS A LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

En el nuevo testamento, sobre todo en los evangelios, hay numerosas referencias a la muerte y resurrección de Cristo. En su mayor parte apuntan a que la resurrección de Jesús aconteció al tercer día de su muerte.

Mt 20:19; ...y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará (de ese mismo modo se expresan Mt 16:21; 17:23; Mr 9:31; 10:34; Lc 9:22; 18:33; 24:7,46; Jn 2:19; Hch 10:40; 1 Co 15:4).

Muchos de los que sostienen que Jesús murió un viernes se acogen a la expresión al tercer día. Pero como entre el viernes y el domingo no transcurren tres días, argumentan que en aquella época y cultura se contabilizaban las porciones de días como si fueran días completos. Así que, cuentan el viernes como un día, a pesar de que Jesús murió unas tres horas antes de finalizar el mismo y fue sepultado justo antes de que comenzara el sábado; también cuentan la noche del domingo de resurrección como otro día, siendo que Jesús no tardó más de medio día en resucitar. Luego, si Jesús hubiese muerto un viernes, al ser su resurrección en domingo, ésta no habría sucedido al tercer día de su muerte y menos aún de su sepultura, como Jesús mismo había predicho.

LA SEÑAL DEFINITIVA

Ahora bien, además de la expresión al tercer día, que ya he comentado, en Mt 27:63 y Mr 8:31 se indica que la resurrección iba a suceder después de tres días. Esto, naturalmente, nos abre nuevas perspectivas de cálculo.

Mt 27:63; ...diciendo (los principales sacerdotes y los fariseos a Pilato): Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: después de tres días resucitaré (ver también Mr 8:31).

Pero además de la expresión después de tres días, hay otra similar aunque más precisa utilizada por el Señor Jesús en Mt 12:39-40, referida al tiempo en que su cuerpo permanecería en el sepulcro. Después de haber realizado Jesús infinidad de señales sobre el poder de Dios obrando en Él, algunos de los escribas y fariseos aún le pidieron una nueva señal para que pudieran creerlo. Ante tanta incredulidad, Jesús les respondió con una especie de señal de señales o señal definitiva: la señal del profeta Jonás. Es decir, Jesús profetizó que estaría en la tumba tres días y tres noches, antes de ser resucitado, como le ocurrió a Jonás en el vientre del gran pez.

Mt 12:39-40; El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches (ver Jon 1:17).

LA TRASCENDENCIA DEL CUMPLIMIENTO DE LA SEÑAL

Es evidente que quienes creen que Jesús murió un viernes y resucitó el domingo siguiente, no toman en consideración esa declaración de Jesús, ya que en dicho intervalo no caben tres días y tres noches. Pero lo peor no es el hecho de mantener por ignorancia esa inconsistencia, sino rehusar entrar en debate cuando alguien cuestiona por la Palabra su creencia. La excusa que se suele poner es que se trata de una cuestión anecdótica, sin apenas importancia, ya que lo realmente importante es que Jesús murió y resucitó para que, por la gracia de Dios, nosotros podamos ser salvos.

El problema es que con esa actitud ignoran, probablemente de modo inconsciente, las graves implicaciones que se derivarían del incumplimiento de la señal dada por Jesús. En efecto, si Cristo no hubiera estado sepultado durante tres días y tres noches, sería un falso profeta, digno, por tanto, de ser repudiado (Dt 18:22).

Dt 18:22; ...si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

Así que, podría ser considerado un mentiroso e impostor que no merecería tener ninguna credibilidad, ya que basta con que alguien sea pillado en una mentira para que sea desacreditado; porque no hay ninguna garantía de que quien fue pillado en una mentira, no haya mentido antes más veces, o que no lo vuelva a hacer en adelante. Por consiguiente habría que poner en tela de juicio que Jesús, tal como afirmó en numerosas ocasiones, saliera del Padre y fuera enviado en su nombre (Jn 8:42; Jn 16:28; también Jn 5:43 y Jn 7:28-29).

Jn 8:42; Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.

Jn 16:28; Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.

Pero tenemos que dar gloria a Dios, porque el testimonio de Jesús es verdadero; porque no sólo fue el hombre perfecto, sino también la Luz; el Camino, la Verdad y la Vida...; porque, en definitiva, Él demostró ser Dios hecho hombre.

Jn 8:14; Respondió Jesús y les dijo: aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.

Ef 4:13; ...hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Jn 12:46; Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

Jn 14:6; Jesús le dijo: yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Jn 1:14; Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

1 Ti 3:16; E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

DOS CLASES DE DÍAS DE REPOSO

Para poder interpretar correctamente la cronología de los hechos sucedidos en torno a la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, hemos de tener en cuenta que existen dos clases de días de reposo, concepto mal traducido al español por sábado. Por una parte está el reposo del séptimo día de cada semana, que corresponde al sábado de nuestro calendario gregoriano; y por otro, los días de reposo de las fiestas solemnes (ver capítulo 23 de Levítico completo).

En el caso que nos ocupa es imprescindible tener en cuenta esa realidad, porque en el periodo transcurrido entre la muerte y la resurrección de Jesús hubo dos días de reposo: el jueves de esa semana tuvieron el día de reposo correspondiente al primer día de la fiesta de los panes sin levadura (Lv 23:6-8), que se celebraba cada año; y dos días después, el sábado, observaron el día de reposo semanal (Lv 23:3).

Lv 23:6-8; ...siete días comeréis panes sin levadura. 7 El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. 8 Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis.

Lv 23:3; Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis.

FIESTAS DE PASCUA Y PANES SIN LEVADURA

Dios instituyó la fiesta de la pascua para que su pueblo no olvidara nunca que cuando el ángel de Jehová derramó su ira contra los egipcios, matando a todos sus primogénitos, no entró en las casas de los hijos de Israel para herirlos, porque habían obedecido el mandato de señalizar los postes y dinteles de sus puertas con la sangre del cordero sacrificado (Ex 12:26-27).

Ex 12:26-27; Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, 27 vosotros responderéis: es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.

Pero, además de un acontecimiento histórico que debería ser recordado en todas las generaciones de los hijos de Israel, la pascua es también una figura o sombra del sacrificio de Cristo, que derramó su sangre en una cruz para que todo aquél que se arrepienta de sus pecados y crea en Él, sea perdonado y obtenga eterna salvación.

Como podemos observar en Lv 23:4-6 y en otros textos que no se citan, a la fiesta de la pascua, que se celebraba el 14 de Abib (o Nisán), le seguía la fiesta de los panes sin levadura el día 15, comenzando con un día de reposo y terminando a los siete días con otro día de reposo.

Lv 23:4-6; Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: 5 En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. 6 Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura.

La fiesta de los panes sin levadura conmemora la liberación de la esclavitud, con la salida de Israel de Egipto para servir en santidad a Jehová. En sentido espiritual ilustra la liberación de la esclavitud del pecado, que nos impedía acercarnos a Dios y disfrutar de sus bendiciones.

Estas dos fiestas solemnes, junto con las de la gavilla mecida y de pentecostés, a las que me referiré a continuación, tienen lugar en primavera y se relacionan con la primera venida de Cristo, así como las tres restantes, que se celebran en otoño, nos trasladan simbólicamente a su segunda venida.

FIESTAS DE LA GAVILLA MECIDA Y PENTECOSTÉS

En medio de la celebración de los panes sin levadura, concretamente en el primer día de la semana (para nosotros domingo), Dios instituyó la fiesta de la gavilla mecida. Da la impresión de que a muchos creyentes, tanto judíos como gentiles, esta fiesta solemne les ha pasado un tanto desapercibida, o le han concedido una importancia secundaria, tal vez porque ese día no era de reposo. Sin embargo, es de trascendental importancia, puesto que su significado guarda estrecha relación con un hecho tan extraordinario como es la resurrección de Cristo.

Lv 23:10-11; Habla a los hijos de Israel y diles: cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. 11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá.

Las fiestas de la gavilla mecida y de pentecostés están muy interrelacionadas y ligadas a los primeros frutos de la cosecha, que ya empezaban a darse en la primavera. La gavilla mecida representaba las primicias de los primeros frutos procedentes de la siega de la cebada (1 Co 15:20-21); pero también representaba de manera simbólica la resurrección de Cristo, más concretamente su subida al Padre, el mismo día que resucitó (Jn 20:17).

1 Co 15:20-21; Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

Jn 20:17; Jesús le dijo: no me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

Cincuenta días después de la ofrenda de la gavilla mecida se celebraba la fiesta de las semanas o pentecostés, en la que se presentaban dos panes con levadura como ofrenda mecida (Lv 23:15-17,21). Desde una perspectiva material, esta fiesta se refería también a los primeros frutos, ya que se obtenían tempranamente, en primavera; solo que en este caso procedían de la siega del trigo, cuando ya se había recolectado la cebada. Pero en sentido espiritual representa la primera cosecha de almas, que históricamente tuvo lugar con el derramamiento del Espíritu Santo en Jerusalén, el día de pentecostés (Hch 2:4,41).

Lv 23:15-17,21; Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. 16 Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. 17 De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová… 21 Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.

Hch 2:4,41; Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen… 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

El hecho excepcional de que la ofrenda mecida fuera de panes cocidos con levadura, significa que los mismos representan a personas pecadoras que se han reconciliado con Dios. Si somos aceptados por Él, aun siendo pecadores, es gracias a que la ofrenda de la gavilla mecida, seguida del holocausto de un cordero de un año sin defecto, la oblación de flor de harina sin levadura amasada con aceite, y la libación de vino, subieron en olor muy grato hasta su misma presencia (Lv 23:12-13). Es admirable la confluencia en este ritual de símbolos tan importantes. Porque si la gavilla mecida está directamente relacionada con la resurrección de Jesús, el cordero lo está con su total entrega hasta la muerte, así como el pan con su carne o cuerpo y el vino con su sangre, a fin de que podamos recibir la vida de Cristo en nosotros y tener comunión con Dios.

Lv 23:12-13; Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. 13 Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin.

El día de reposo anterior a la ofrenda de la gavilla mecida (Lv 23:11) corresponde al reposo semanal del sábado y no al del primer día de la fiesta de los panes sin levadura, como sostienen, entre otros, los Adventistas del séptimo día. En su defensa a ultranza del sábado como el día que la iglesia tiene que guardar para Dios, retrasan el comienzo de la fiesta de los panes sin levadura del jueves al viernes para que la ofrenda de la gavilla mecida, que simboliza la resurrección de Cristo, les coincida con el sábado y no con el domingo.

Sin embargo, los versículos correspondientes a Lv 23:15-16, que ya he reproducido en este mismo apartado, no dejan lugar a dudas de que tanto la ofrenda de la gavilla mecida como la de los panes con levadura de pentecostés que se ofrecen cincuenta días después, van precedidos de un día de reposo. Entonces, dado que en la semana previa a la celebración de pentecostés no hay ninguna fiesta solemne, el día anterior a esta fiesta que, según las escrituras es día de reposo, sólo puede corresponder al día de reposo semanal del séptimo día o sábado. Eso indica que pentecostés se celebra un domingo, y que contando cincuenta días hacia atrás regresamos a la fiesta de la ofrenda de la gavilla mecida, que nos sitúa también en domingo y no en sábado. Por lo tanto, podemos afirmar con rotundidad que, tanto la ofrenda de la gavilla mecida como la de los dos panes de pentecostés, se presentaban ante Dios un domingo.

Además los adventistas incurren en el mismo error de otros creyentes al trasladar la fiesta de los panes sin levadura del jueves al viernes, porque si así fuese, Cristo no habría permanecido sepultado tres días y tres noches, como dijo que sucedería. Pero “...sea Dios veraz y todo hombre mentiroso” (Ro 3:4).

TIPOS DE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO

En el antiguo testamento se produjeron ciertos acontecimientos, que muchos estudiosos de la Biblia consideran tipos de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Esto es aplicable a la liberación de la esclavitud de los hebreos en Egipto y a la victoria de Mardoqueo sobre Amán. Hay quienes incluyen también la celebración de la primera pascua en Gilgal, nada más llegar los israelitas a la tierra prometida.

La liberación y victoria de Israel sobre los egipcios

Ésta es la cronología de los hitos principales, en paralelo con lo que sucedió en la muerte, sepultura y resurrección de Jesús:

-Día 14. Los israelitas sacrificaron entre la primera y segunda tarde el cordero (Éx 12:6) y recogieron su sangre en un recipiente para untar con ella los postes y el dintel de sus puertas (Éx 15:22).

Éx 12:6; Y lo guardaréis (el cordero) hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.

Éx 12:22; Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.

-Día 15. Al llegar la noche el pueblo se reunió por familias en sus casas para comer el cordero pascual, tal como Dios les había mandado. Y estando ellos a salvo en sus casas, Jehová hirió a todo primogénito de Egipto (Éx 12:29). Entonces el Faraón llamó a Moisés y Aarón de noche para dejarlos ir, de manera que siendo apremiados por los egipcios, salieron con sus ganados y con las alhajas y vestidos que éstos les entregaron.

Éx 12:29,31,33; Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales... 31 E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho... 33 Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos.

Salieron, pues de Egipto, concretamente de Ramesés, y acamparon en Sucot (Éx 12:37; Nm 33:3-5).

Éx 12:37; Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.

Nm 33:3-5; De Ramesés salieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano poderosa, a vista de todos los egipcios, 4 mientras enterraban los egipcios a los que Jehová había herido de muerte de entre ellos, a todo primogénito; también había hecho Jehová juicios contra sus dioses. 5 Salieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés, y acamparon en Sucot.

-Día 16. Partieron de Sucot y acamparon en Etam (Éx 13:20).

Éx 13:20; Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.

-Día 17. Partieron de Etam y acamparon delante de Pi-hairot (Éx 14:2), donde luego fueron alcanzados por Faraón y su ejército (Éx 14:9).

Éx 14:2; Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar.

Éx 14:9; Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.

-Día 18. El ángel de Jehová, junto con la columna de nube y fuego que iba delante del campamento de Israel, se colocó a su espalda para protegerlos de los egipcios (era nube y tinieblas para los egipcios, mas lumbrera a Israel de noche) (Éx 14:19-21). En la vigilia de la mañana Dios atacó a los egipcios (Éx 14:24), siendo totalmente destruidos al amanecer (Éx 14:27).

Éx 14:19-21; Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros. 21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

Éx 14:24; Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios...

Éx 14:27; Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.

Resumiendo:

1) El sacrificio del cordero pascual y el de Cristo tuvieron lugar el 14 de Abib. Jesús celebró la pascua en las primeras horas de la noche y expiró en la cruz a la hora novena, unas tres horas antes de finalizar la jornada. Era necesario que así sucediera para que Jesús pudiera cumplir la ley, celebrando la pascua como todo buen judío, y a la vez ser el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

2) Israel transitó durante tres días (el 15, 16 y 17), comiendo panes de aflicción (Dt 16:3). No se libró del temor de la muerte hasta que Faraón fue destruido con todo su ejército. Los discípulos de Jesús también lloraron su muerte mientras estuvo en el sepulcro, durante estos mismos tres días y tres noches.

Dt 16:3; No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto

3) Finalmente, el 18 de Abib, en el amanecer del primer día de la semana, tras emerger victorioso de la profundidad del mar, Israel pudo contemplar cómo sus enemigos habían sido totalmente derrotados. En esa misma fecha y hora, Jesús resucitó triunfante sobre el diablo y la muerte (He 2:14).

He 2:14; Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo

La victoria de Mardoqueo y los judíos sobre Amán y su ejército

Asimismo en el primer mes del año, el mes de Abib o Nisán, sucedieron estas cosas en el reino de Asuero:

-Día 14: Mardoqueo y los judíos en general recibieron la noticia del decreto promovido por Amán, que había sido sellado el día 13 con el anillo del rey y enviado a las autoridades de todas las provincias del imperio, con la orden de exterminio contra ellos (Est 3:12-13; Est 4:1,3).

Est 3:12-13; Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, al día trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, ...en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey. 13 Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse de sus bienes.

Est 4:1,3; Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor… 3 Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.

-Días 15, 16 y 17: A instancias de Ester, Mardoqueo y todos los judíos que vivían en Susa, capital del imperio, guardaron ayuno durante estos tres días y sus correspondientes noches (Est 4:16). En el tercer día, el 17, arriesgando su vida, entró Ester en el patio interior de la casa del rey y, tras ser aceptada por éste, lo convidó para ese mismo día a un banquete al que también debía asistir Amán. Durante la celebración del convite los volvió a invitar para el día siguiente (Est 5:1,3-4,6-8).

Est 4:16; Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.

-Día 18: A lo largo de este día sucedieron los siguientes hechos: 1) Asuero le ordenó a Amán que honrara públicamente a Mardoqueo, paseándolo en el caballo del rey y cubriéndolo con los vestidos y la corona real (Est 6:1-3,10-11). 2) Después, en el segundo banquete que había organizado Ester, ésta denunció ante el rey la maldad de Amán, que finalmente fue ahorcado en la misma soga que él había preparado para Mardoqueo (Est 7:1-2,9-10; Col 2:13-15). 3) Asuero le entregó a la reina Ester, el dominio sobre la casa de Amán. 4) En cuanto a Mardoqueo, fue exaltado hasta tal punto (Est 8:1-2), que llegó a ser la segunda autoridad del vasto imperio persa, sólo superada por la del propio rey (Est 10:3).

Est 6:10-11; Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta real; no omitas nada de todo lo que has dicho. 11 Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.

Est 7:10; Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.

Col 2:13-15; Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Est 8:1-2; El mismo día, el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que él era respecto de ella. 2 Y se quitó el rey el anillo que recogió de Amán, y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán.

Est 10:3; Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje.

Al reflexionar sobre los personajes y acontecimientos del libro de Ester que acabamos de mencionar, nuevamente observamos un notable paralelismo y coincidencia de fechas con los de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.

La primera celebración de la pascua en la tierra prometida

Muchos utilizan este acontecimiento para defender que Jesucristo murió un viernes. Pero consideremos los hechos:

-Día 14: celebración de la pascua. Tuvo que ser un sábado, que es día de reposo semanal, porque al día siguiente ya comieron los panes sin levadura y espigas nuevas procedentes del fruto hallado en la tierra prometida, y sólo podían comer de la nueva cosecha después de presentar la ofrenda de la gavilla mecida (Lv 23:10,14).

Lv 23:10,14; Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega... 14 No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios...

-Día 15: domingo, en el que el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, en el que también hay que guardar reposo, coincidió con la fiesta de la ofrenda de la gavilla mecida (Jos 5:10-11).

Jos 5:10-11; Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó. 11 Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas.

-Día 16: cesó el maná.

Jos 5:12; Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.

¿Por qué no considero válido este acontecimiento como un modelo o tipo de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo? Porque en este caso no existe un paralelismo en las fechas de los eventos, al concentrarse éstos en un periodo de un día y medio de duración (el 14 completo, más la mitad del día 15), cuando sabemos que la resurrección de Jesús se produjo al tercer día de su muerte, o sea, después de tres días.

Además, vemos que comieron los panes sin levadura procedentes de la nueva cosecha, algo que sólo podían hacer después de presentar la ofrenda de la gavilla mecida en el domingo que seguía al día de reposo semanal. Eso nos revela que la pascua la celebraron un sábado. Por tanto, estos eventos no pueden ser utilizados para sostener la tesis de que Jesús falleció un viernes.

En cuanto al cese del maná el lunes, día 16, dicho suceso es irrelevante para el caso que nos ocupa, porque no está relacionado con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.

¿CUÁNDO DEBÍA SACRIFICARSE EL CORDERO PASCUAL?

Para deshacer posibles equívocos considero necesario aclarar esta cuestión, antes de pasar a analizar algunos de los sucesos acaecidos en torno a la muerte y resurrección del Señor.

Como podemos ver en Éx 12:6 y Nm 9:3, además de Lv 23:5, que ya reproduje anteriormente, tenían que inmolar el cordero el día 14, entre las dos tardes.

Éx 12:6; Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.

Nm 9:3; El decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la celebraréis a su tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la celebraréis.

Pero, ¿a qué se refiere la expresión “entre las dos tardes”? Pues al intervalo de tiempo comprendido entre lo que se llamaba la primera y la segunda tarde; o sea, al tiempo que transcurre desde que el sol comienza a declinar hasta su ocaso, en el que se oculta por completo, dando paso a la noche.

LA DOBLE PARTICIPACIÓN DE JESÚS EN LA PASCUA

Jesús no sólo cumplió la ley al celebrar la pascua con sus discípulos (Mr 14:12), sino también al morir en la cruz como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). Y esto sucedió precisamente a la hora novena del día 14 (Lc 23:44-46), cuando los judíos inmolaban el cordero, a fin de que las familias estuvieran listas para comer la pascua en la noche del día 15. Por tanto el 14 de Nisán Jesús comió la pascua y a la vez fue nuestra pascua (1 Co 5:7).

Mr 14:12; El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?

Jn 1:29; El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: he aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Lc 23:44-46; Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 45 Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

1 Co 5:7; Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

LA MUERTE DE JESÚS

Tras la cena pascual de Jesús, los hechos se sucedieron vertiginosamente a lo largo de todo el día 14, desde su arresto en Getsemaní hasta su sepultura al finalizar el día, pasando por distintos tribunales, sufriendo escarnio y tortura, siendo crucificado, y muriendo a la hora novena en la cruz (Mr 15:34,37; también Mt 27:46,50; Lc 23:44-46).

Mr 15:34,37; Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?… 37 Mas Jesús, dando una gran voz, expiró.

SU SEPULTURA

El relato de los evangelios nos muestra que Jesús fue enterrado durante el crepúsculo vespertino, a punto de hacerse de noche y empezar el día 15 (Mr 15:42-43; también Mt 27:57-58). Justo a partir de ese momento daba comienzo el reposo de gran solemnidad (Jn 19:31), correspondiente al primer día de la fiesta de los panes sin levadura, en la que los judíos comían la pascua.

Mr 15:42-43; Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo, 43 José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús.

Jn 19:31; Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.

Al relatar este hecho, Lc 23:56 añade un detalle que puede inducir a error. Nos dice que las mujeres que siguieron a Jesús desde Galilea, tras presenciar su entierro regresaron al lugar donde se alojaban. Allí prepararon especias aromáticas y ungüentos, descansando luego por ser día de reposo.

Lc 23:52-56; ...fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. 53 Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. 54 Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. 55 Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. 56 Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento.

A primera vista parece que esas mujeres piadosas prepararon las especias aromáticas esa misma noche y luego descansaron en lo que quedaba de día de reposo. Pero de ser así, no habrían guardado el día de reposo “conforme al mandamiento”, ya que, aparte de preparar lo que habrían de comer (Éx 12:16-17), no les estaba permitido hacer ningún trabajo.

Éx 12:16-17; El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. 17 Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura...

Entonces, lo que realmente sucedió es que al llegar a casa, y siendo ya el día 15, comieron la pascua, que ellas o las personas con las que estaban, habían preparado en la tarde del día 14, continuando tras la cena con el descanso del día de reposo. Por tanto, las especias aromáticas tuvieron que prepararlas el día 16, que sigue a ese día de reposo solemne y que, a su vez, precede al día de reposo semanal del sábado, día 17.

Muchos afirman que en la semana en la que murió Jesús no hubo dos días de reposo, y que Jn 19:31 se refiere a un día de reposo de gran solemnidad, porque el primer día de la fiesta solemne de los panes sin levadura coincidió con el sábado. Pero si así fuese, las mujeres que llevaron las especias aromáticas al sepulcro el domingo al amanecer, tendrían que haberlas comprado y preparado siendo de noche, porque tenían que esperar a que finalizara el sábado por ser día de reposo tanto para ellas como para sus supuestos vendedores, que en horas tan tardías probablemente estuvieran ya acostadas en sus camas o a punto de hacerlo.

Lc 24:1; El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.

Mr 16:1-2; Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. 2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.

En resumen:

Como acabamos de ver, las mujeres que habían seguido a Jesús tuvieron que esperar a que pasara el día de reposo para poder comprar y preparar las especias aromáticas. Pero ese día de reposo no puede referirse al sábado, sino a otro anterior; porque si no, las mujeres no habrían tenido tiempo de comprar y preparar las especias aromáticas antes del amanecer del domingo, día 18, que fue cuando las llevaron al sepulcro. Así que, tuvieron que hacer dicha compra y preparación el viernes, día 16, entre los dos días de reposo que hubo esa semana (el del jueves, día 15, por ser el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, y el del sábado, día 17).

SU RESURRECCIÓN

Cuando las mujeres que llevaban las especias aromáticas llegaron al sepulcro el domingo cuando despuntaba el alba, Jesús ya había resucitado, puesto que hallaron la tumba vacía (Lc 24:1-3; también Mt 28:1-6; Mr 16:2-4; Jn 20:1).

Lc 24:1-3; El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. 2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro; 3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.

Así que, todo indica que el Señor resucitó el primer día de la semana. Pero, ¿se sabe la hora de su resurrección? En mi opinión eso no está claro; sin embargo creo que sólo se pueden contemplar dos hipótesis que sean plausibles: o bien Jesús resucitó al amanecer, cuando las mujeres fueron al sepulcro; o bien sucedió justo al comenzar el domingo, tras la puesta de sol del sábado.

La primera hipótesis estaría avalada por dos hechos: 1) el relato que Mateo hace de la resurrección; 2) la victoria de Israel sobre Faraón y sus huestes en el Mar Rojo.

En efecto, según Mt 28:1-2, parece que el terremoto, acompañado de un ángel que descendiendo removió la piedra del sepulcro, se produjo al amanecer, cuando María Magdalena y su acompañante llegaron al lugar donde estaba el sepulcro. Por otra parte, la muerte de Faraón y su ejército, engullidos por las aguas del Mar Rojo (Éx 14:27-28), tuvo lugar también el domingo, día 18, cuando estaba amaneciendo, tal como hemos visto al analizar los tipos de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.

Mt 28:1-2; Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. 2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.

La segunda hipótesis se basa en que Jesús mismo dijo que permanecería enterrado durante tres días y tres noches, y que después resucitaría. En el supuesto de que la resurrección ocurriera al amanecer, se habría rebasado ese tiempo medio día. Y aunque no me atrevo a decir que eso supondría un incumplimiento de la profecía, lo cierto es que el plazo de tres días y tres noches, se cumple exactamente cuando el sol se pone el sábado y da paso al domingo.

Por otra parte, no era necesario remover la piedra para que Jesús pudiera resucitar, porque un cuerpo glorificado puede traspasar cualquier barrera física, como ocurrió unas horas después, al entrar el Señor en el lugar donde estaban reunidos sus discípulos, estando las puertas cerradas (Jn 20:19), o cada vez que Jesús se le aparecía a alguien, desapareciendo luego de su vista. Así que, el motivo por el que el ángel removió la piedra pudo haber sido simplemente para que las mujeres vieran el interior de la tumba vacío y dieran testimonio de ello a los demás discípulos. Por tanto, es posible que Jesús haya resucitado al principio del domingo, o en cualquier otro momento posterior de la noche, porque Mt 28:2 no dice que Jesús resucitó en ese momento, sino sólo que al producirse el terremoto un ángel removió la losa.

Además, si tomamos como tipo los sucesos del libro de Ester, que ya hemos analizado anteriormente, no hallamos ningún registro de que la muerte de Amán, que significó la victoria de Mardoqueo y los judíos, sucediera a una hora determinada.

He dejado para el final de este apartado la porción de Mr 16:9, porque aunque parece concluyente, en el sentido de que Jesús resucitó en la mañana del domingo, a mí personalmente me genera alguna duda. Sabemos que en los textos primitivos de la Biblia no existían los signos de puntuación, y que éstos se introdujeron para facilitar la lectura y entendimiento de la Palabra. Ciertamente dichos signos nos son de gran ayuda, pero no se puede descartar que en algunos casos se hayan usado equivocadamente.

La cuestión es que la omisión o mala colocación de una simple coma puede modificar sustancialmente el significado de una oración gramatical. De manera que, si en el siguiente versículo colocáramos una coma detrás de la palabra “Jesús”, el texto adquiriría un significado completamente diferente, y ya no indicaría que Jesús resucitó por la mañana, sino que después de haber resucitado (en algún momento que desconocemos) se le apareció a María Magdalena en ese mismo día por la mañana.

Mr 16:9; Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.

A pesar de que he consultado otras versiones distintas de la Reina Valera, no he podido aclarar suficientemente esa duda. He observado lo siguiente: 1) en la mayor parte de las versiones se indica claramente que Jesús resucitó por la mañana; 2) en otras vuelve a ser determinante una simple colocación o cambio de posición de una coma; 3) luego está la versión La Biblia de las Américas, que en mi opinión traduce este versículo de modo un tanto ambigüo, ya que la expresión “muy temprano el primer día de la semana” podría referirse tanto a la resurrección de Jesús como a su aparición a María Magdalena (ver a continuación Mr 16:9 en versión LBLA).

Mr 16:9; Y después de haber resucitado, muy temprano el primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado fuera siete demonios.

CONCLUSIÓN FINAL

Dejando al margen algunas dudas sobre determinadas cuestiones de carácter accidental, creo que he podido demostrar por la Palabra, que:

1) Jesucristo falleció en la cruz el día de la pascua de los judíos, y eso ocurrió un miércoles del día 14 de Nisán, a la hora novena.

2) Fue sepultado cuando ya estaba a punto de finalizar el día 14, permaneciendo en la tumba, como mínimo hasta el comienzo del domingo, día 18. Por tanto, estuvo enterrado durante tres noches y tres días completos (jueves día 15, viernes 16 y sábado 17), dos de los cuales fueron días de reposo (los días 15 y 17).

3) Resucitó el domingo, día 18, ya sea al comenzar la noche de ese día, o bien al amanecer.

A quienes sostienen que Jesús murió un viernes y resucitó el domingo siguiente, aun acogiéndose a la expresión “al tercer día”, que es la más favorable a su tesis, no les salen las cuentas. De ser así, Jesús habría estado sepultado un día y medio, en el supuesto de que haya resucitado al amanecer, y de un día exacto, si eso ocurrió al comenzar la noche de ese día. Recordemos que Jesús dijo en Mt 12:40 que permanecería en la sepultura durante tres días y tres noches, lo cual excluye las tres horas transcurridas desde que Jesús murió hasta que fue sepultado. Pero aunque incluyéramos en el cálculo ese breve periodo de tres horas, el resultado apenas cambiaría y seguiría siendo inconsistente con las expresiones “tres días y tres noches” o “después de tres días”.

Por otra parte, debemos tener en cuenta la revelación contenida en diferentes textos del Antiguo Testamento, que son figura y sombra de lo que había de acontecer con Cristo (He 10:1). En este estudio se han considerado varios eventos desde esa perspectiva, entre los que quiero destacar los de la liberación de Egipto y las fiestas solemnes, descritas en el capítulo 23 de Levítico. En ambos casos la conexión entre las sombras de los bienes venideros y la imagen de los mismos en Cristo es muy evidente. Asimismo, la coincidencia de las fechas de estos eventos con los de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, es realmente asombrosa.

He 10:1; Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

Por consiguiente creo sinceramente que, considerando toda la argumentación que he presentado, la tesis de que Jesús murió un viernes resulta insostenible y da lugar a una falsa enseñanza.

Stg 1:5; Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

Bendiciones a todos en el Señor.