12/10/20

Identidad de los recabitas

        INTRODUCCIÓN

En el capítulo 35 de Jeremías los recabitas cobran un especial protagonismo, ya que tras salir victoriosos de la prueba a la que Jehová los sometió, fueron puestos como ejemplo de fidelidad y obediencia frente al pueblo rebelde de Judá. Y a diferencia de éste, que sufriría el merecido castigo, los recabitas serían bendecidos con la promesa de Jehová de que nunca faltaría un varón de ellos delante de su presencia todos los días.

Al final de este estudio trataré con más detalle lo expuesto en dicho capítulo, pero antes de nada es conveniente saber que los recabitas provienen de los ceneos. Ahondaré, pues, en las raíces de esta familia y expondré los hechos más relevantes que nos muestra la Biblia sobre los ceneos.

LOS RECABITAS PROCEDEN DE RECAB, PADRE DE JONADAB

Así se indica reiteradamente en el capítulo 35 de Jeremías. Pero, ¿quiénes eran estos personajes? Jonadab aparece en 2 R 10:15-28 como aliado y acompañante de Jehú en la consumación del exterminio de la casa de Acab y en la matanza de los siervos de Baal y la destrucción de su templo. Estos hechos demuestran el celo de Jonadab por Jehová y su firme determinación contra la idolatría.

2 R 10:15,23; Yéndose luego de allí, se encontró con Jonadab hijo de Recab; y después que lo hubo saludado, le dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues que lo es, dame la mano. Y él le dio la mano. Luego lo hizo subir consigo en el carro… 23 Y entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal

En cuanto a su padre Recab la Biblia no relata ninguna anécdota de él. Hay un posible indicio de su origen en 1 Cr 2:55, donde se dice que la casa de Recab procede de los ceneos que vinieron de Hamat, al norte de Israel, los cuales se establecieron en la ciudad de Jabes y fueron escribas.

1 Cr 2:55; Y las familias de los escribas que moraban en Jabes fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos, los cuales son los ceneos que vinieron de Hamat padre de la casa de Recab.

Desconocemos a qué se dedicó Recab y si tuvo otros hijos que ejercieran profesiones diferentes a la del pastoreo, como parece que ocurrió con Jonadab, el cual mandó a sus hijos vivir como pastores nómadas en tiendas (Jer 35:6-7). Luego 1 Cr 2:55 podría tal vez referirse a descendientes de algún hermano de Jonadab, hijo de Recab, pertenecientes a los ceneos, que vinieron de Hamat y se establecieron en Jabes como escribas. Pero como no quiero basarme en simples conjeturas, por muy verosímiles que parezcan, resumo este párrafo diciendo que el Recab mencionado en 1 Cr 2:55 puede que sea el padre de Jonadab, o puede que no.

Jer 35:6-7; Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos; 7 ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis.

En cambio del Recab que es mencionado en 2 Samuel 4 sí que se puede afirmar con total seguridad que no es el padre del Jonadab que aparece en Jeremías 35, porque entre los hechos relatados en estas dos porciones bíblicas hay una diferencia de casi 175 años, y en esa época ni Jonadab ni ningún otro ser humano vivió tanto tiempo.

2 S 4:2-3; Y el hijo de Saúl (Is-boset) tenía dos hombres, capitanes de bandas de merodeadores; el nombre de uno era Baana, y el del otro, Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era también contado con Benjamín, 3 pues los beerotitas habían huido a Gitaim, y moran allí como forasteros hasta hoy).

ORIGEN DE LOS CENEOS

Aunque no esté claro su origen, sabemos que ya existían en tiempos de Abraham (Gn 15:18-19), por lo que es posible que sean el pueblo “sineo”, descendiente de Canaán, hijo de Cam, al que se refiere Gn 10:17.

Gn 15:18-19; En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los admoneos…

Gn 10:6,15-18 (también 1 Cr 1:8,13-16); Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán15 Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het, 16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo, 17 al heveo, al araceo, al sineo, 18 al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos.

¿CENEOS Y MADIANITAS SON EL MISMO PUEBLO?

Se observa en varios pasajes de la Biblia que al suegro de Moisés, Jetro, también llamado Reuel (Ex 2:18-19,21) o Ragüel, se le considera a la vez madianita (Ex 3:1; Nm 10:29) y ceneo (Jue 1:16; Jue 4:11).

Ex 2:18-19,21; Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? 19 Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas... 21 Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés.

Ex 3:1; Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

Nm 10:29; Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro...

Jue 1:16; Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés…

Jue. 4:11; Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés…

Pero mientras el origen de los madianitas está bien documentado, pues sabemos que descienden de la unión de Abraham con Cetura, siendo por tanto semitas, al menos en parte (Gn 25:1-2), no sucede lo mismo con los ceneos que, como antes he mostrado, ya existían con anterioridad a la aparición de los madianitas y que probablemente provienen de los cananeos, descendientes a su vez de Cam.

Gn 25:1-2 (también 1 Cr 1:32); Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura, 2 la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa.

Entonces, la única solución que encuentro a este aparente dilema es que los madianitas debieron convivir con los ceneos en su territorio, emparentando incluso con ellos y formando un único pueblo (sería algo parecido a los celtíberos, que se formaron en la península ibérica mediante la unión de los celtas y los íberos).

NO HAY QUE CONFUNDIR A LOS CENEOS CON LOS CENEZEOS

Aunque es probable que existiera una buena relación de vecindad entre ellos, además de que los dos se llevaron bien con Israel y obtuvieron bendiciones de Jehová, son dos pueblos diferentes, como hemos visto en el texto de Gn 15:18-19, en el que se nombran por separado.

De manera similar a lo que aconteció con los ceneos, tal como veremos en otro apartado, los cenezeos, o al menos una parte o familia de ellos, creyeron en Jehová y le fueron fieles (Nm 32:11-12; Jos 14:13-14), por lo que fueron grandemente bendecidos y recibieron heredad entre los hijos de Judá (Jos 15:13,16-17). A este respecto los nombres más ilustres de los cenezeos que aparecen en la Biblia son Caleb y su hermano menor Otoniel (Jue 3:9-11).

Nm 32:11-12; No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; 12 excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová.

Jos 14:13-14; Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. 14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.

Jos 15:13,16-17; Mas a Caleb hijo de Jefone dio su parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de Jehová a Josué; la ciudad de Quiriat-arba padre de Anac, que es Hebrón… 16 Y dijo Caleb: Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré mi hija Acsa por mujer. 17 Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz hermano de Caleb; y él le dio su hija Acsa por mujer.

Jue 3:9-11; Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. 10 Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim. 11 Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.

LA DISPERSIÓN DE LOS CENEOS

El hecho de que fueran pastores nómadas favoreció su dispersión en busca de pastos para su ganado. Identificados en la Biblia ya sea como ceneos, o como madianitas, se movieron por distintos territorios. Además de la tierra de Madián, se extendieron por la península del Sinaí, el Neguev (1 S 27:10), Moab (Nm 22:4,7) e incluso algunas familias llegaron hasta Cedes y Hamat, en los límites de la tribu de Neftalí con Siria (Jue 4:11; 1 Cr 2:55).

1 S 27:10; Y decía Aquis: ¿Dónde habéis merodeado hoy? Y David decía: En el Neguev de Judá, y el Neguev de Jerameel, o en el Neguev de los ceneos.

Nm 22:4,7; Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo… 7 Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac.

Jue 4:11; Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes.

1 Cr 2:55; Y las familias de los escribas que moraban en Jabes fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos, los cuales son los ceneos que vinieron de Hamat padre de la casa de Recab.

AMISTAD DE LOS ISRAELITAS CON UNA PARTE DE LOS CENEOS

La vinculación familiar de Moisés con Jetro, el cual dio su hija Séfora a Moisés por esposa en la tierra de Madián, donde convivieron por espacio de cuarenta años, fue lo que dio inicio a una fructífera y perdurable relación de amistad. Ésta se transmitiría de manera natural a Hobab, hijo de Jetro (Nm 10:29), y luego se extendería a una parte de los ceneos o madianitas. Es importante precisar que esa buena relación se mantuvo sólo con una parte de este pueblo (1 S 15:6; 1 S 30:26-31), porque con el resto de los ceneos o madianitas hubo gran hostilidad (Nm 25:16-17; Jue 6:1-4).

Nm 10:29; Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel.

1 S 15:6; Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec.

1 S 30:26-31; Y cuando David llegó a Siclag, envió del botín a los ancianos de Judá, sus amigos, diciendo: He aquí un presente para vosotros del botín de los enemigos de Jehová. 27 Lo envió a los que estaban en Bet-el, en Ramot del Neguev, en Jatir, 28 en Aroer, en Sifmot, en Estemoa, 29 en Racal, en las ciudades de Jerameel, en las ciudades del ceneo, 30 en Horma, en Corasán, en Atac, 31 en Hebrón, y en todos los lugares donde David había estado con sus hombres.

Nm 25:16-17 (también Nm 31:1-3); Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 17 Hostigad a los madianitas, y heridlos, 18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.

Jue 6:1-4; Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. 2 Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. 3 Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. 4 Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.

COHABITACIÓN E INTEGRACIÓN DE FAMILIAS CENEAS EN ISRAEL

Nm 10:29-34; Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel. 30 Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra y a mi parentela. 31 Y él le dijo: Te ruego que no nos dejes; porque tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos. 32 Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos bien. 33 Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del pacto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso. 34 Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que salieron del campamento.

El anterior pasaje puede interpretarse de dos formas: 1) Que Hobab finalmente rechazó partir con Israel hacia la tierra prometida. 2) Que ante la insistencia de Moisés, Hobab recapacitó y decidió acompañar al pueblo de Israel. El problema es que el versículo 33 deja la cuestión en el aire, porque no aclara si los israelitas partieron con Hobab o sin él.

Un servidor había dado por supuesto que Hobab se había apartado en ese tiempo de Israel, pero ahora me inclino a pensar más bien lo contrario. Si Hobab no continuó acompañando a Israel, sí que debieron hacerlo al menos algunos de sus hombres, a juzgar por lo que nos dice Jue 1:16 y otras porciones que ya he expuesto anteriormente, como 1 Cr 2:55, 1 S 30:26-31 y sobre todo 1 S 15:6, donde dice: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto.

Jue 1:16; Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.

LOS RECABITAS COMO EJEMPLO DE OBEDIENCIA

El motivo por el que Jonadab mandó a sus hijos y sucesivos descendientes que habitaran en tiendas y se abstuvieran de beber vino, tener heredades, construir casas, sembrar la tierra y plantar viñas, no se sabe, porque la Biblia no lo explica. Pero es probable que en su celo por Dios (2 R 10:15,23), Jonadab quisiera proteger a su familia de pecar contra Jehová, apartándola de pueblos y ciudades, ya que dichos lugares suelen estar más expuestos a la influencia del paganismo y la idolatría, con el riesgo de corromperse moralmente e incurrir en rebeldía. Es como si quisieran apartarse en santidad del mundo para ser fieles a Dios, de manera similar a lo que sucede espiritualmente con los seguidores de Cristo (1 P 2:11-12).

1 P 2:11-12; Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.

En esa misma línea, Jonadab nos recuerda también a los patriarcas de Israel que moraron en tiendas como extranjeros y peregrinos sobre la tierra, esperando por fe una patria y ciudad celestial, con las que ninguna de origen terrenal se puede comparar.

He 11:9-10,13-16; Por la fe habitó (se refiere a Abraham) como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios ...13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

Otra gran enseñanza que podemos extraer de los recabitas, y con esto concluyo, es que la obediencia a Dios pasa, entre otras cosas, por la sujeción a nuestros padres terrenales. Esto creo que se está dejando un poco de lado en estos últimos tiempos, debido a la relajación de costumbres y la progresiva influencia del mundo en la vida de los creyentes, con ideas tales como la democracia en el seno familiar, el feminismo, etc, que son completamente ajenas a las doctrinas bíblicas. Por algo Dios nos recuerda en su Palabra que la obediencia y honra debida a nuestros padres es el primer mandamiento con promesa (Ef 6:1-3; Dt 5:16; etc)

Ef 6:1-3 (también Ex 12:20 y Dt 5:16); Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Tal como había sido anunciado por Dios muchos siglos antes (Dt 11:26-28), la casa de Israel primero y la de Judá después, sufrirían las consecuencias de su pertinaz rebeldía contra Jehová, acarreando para ellos maldición. Por el contrario los recabitas, que de modo admirable seguían siendo obedientes a su padre Jonadab 280 años después, serían grandemente bendecidos (Jer 35:17-19).

Dt 11:26-28; He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.

Jer 35:17-19; Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido. 18 Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mandó; 19 por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No faltará de Jonadab hijo de Recab un varón que esté en mi presencia todos los días.

Bendiciones en Cristo.