31/7/18

Las buenas obras


INTRODUCCIÓN

Aunque muchas personas se refieren a las buenas obras como sinónimo de obras de caridad, las buenas obras expresan un concepto más amplio, que no sólo incluye las obras de caridad sino también otro tipo de acciones. Por otra parte, desde la perspectiva bíblica y cristiana con que se aborda este estudio, las obras son buenas y tienen valor para Dios, sólo si se realizan con la intención o motivación correcta; es decir, deben ser hechas con amor y para la gloria de Dios.

Así que, para obtener la aprobación de Dios, que es lo que realmente importa, las obras tienen que ser causadas por el amor y orientadas en el marco de la fe, tal como se declara en Gá 5:6: “...porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

LAS BUENAS OBRAS QUE NO AGRADAN A DIOS

En general los adeptos de las distintas religiones creen que serán premiados después de la muerte, si cumplen una serie de normas que les son impuestas, tales como la práctica de determinados ritos de culto, la presentación de ofrendas y sacrificios, o la realización de buenas obras, conforme a lo que prescribe su religión. Creen que si cumplen estas cosas son justos y se hacen acreedores del reconocimiento y recompensa de los dioses a los que temen e invocan.

Por tanto, ven básicamente a Dios como un ser poderoso que los puede ayudar y proteger en las adversidades de esta vida, y que al morir los juzgará por sus obras. Pero no es para ellos un Dios salvador, puesto que pueden salvarse a sí mismos en base a sus obras de justicia, si son buenas personas, si acreditan suficientes méritos, si puestas en una balanza sus obras, las buenas pesan más que las malas.

El problema es que las pasiones carnales que operan en nosotros y las tentaciones a las que estamos expuestos, a menudo nos vencen, llevándonos a hacer el mal en vez del bien (Ro 7:18-19). Por eso las personas que no confían en la justicia de Cristo a su favor y no se acogen a la gracia y misericordia de Dios, sino que optan por justificarse a sí mismas (Is 64:5-6), no pueden librarse del temor de acabar siendo condenados. No pueden estar seguras de su salvación, porque desconocen con qué severidad serán juzgadas por Dios, y si habrán acumulado suficientes buenas obras para que Él las declare justas.

Ro 7:18-19; Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

Is 64:5-6; ...en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos? 6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia...

Pero además de los creyentes de las diferentes religiones, hay otro tipo de personas que, o bien no creen en Dios, o bien viven completamente de espaldas a Él como si no existiera.

Los primeros niegan con sus palabras y hechos la existencia de Dios. Dicen que el hombre puede solucionar los problemas que él mismo causó, sin necesidad de recurrir a la ayuda de un dios imaginario, que según ellos no existe; basta para ello ser buenas personas y actuar en conciencia. Con dicha actitud y aunque no sean conscientes de ello, lo que hacen es colocar en un pedestal al ser humano, convirtiéndolo precisamente en un dios: el dios del humanismo. Pero veamos qué nos dice el que es Dios único y verdadero:

Jer 17:5, 7;
5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.

En cuanto a los incluidos en el segundo grupo, aun sin negar expresamente la existencia de Dios, viven alejados y sin ninguna relación con Él. Muchos de ellos lo señalan como culpable de permitir el sufrimiento y el mal en el mundo, en especial cuando se ven directamente afectados por alguna desgracia, como puede ser la pérdida de algún ser querido, un fracaso familiar, acabar económicamente en la ruina, etc. Éstos suelen ignorar por completo a Dios mientras se sienten razonablemente bien; mas cuando se ven desbordados y abrumados por los problemas, entonces se acuerdan de Él irrespetuosamente para acusarlo, en vez de humillarse y arrepentirse de sus pecados. He aquí uno de los ejemplos que se citan en la Biblia:

Ap 16:8-9; El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. 9 Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.

Asimismo hay dos clases de personas que, aunque realizan buenas obras, no lo hacen para la gloria de Dios: 1) las que ayudan al prójimo por puro altruismo, sin contar con Dios; y 2) las que lo hacen para recibir elogios de la gente.

Se hallan en el primer grupo los que, renunciando a una serie de comodidades, ayudan desinteresadamente a otros en sus necesidades, a la vez que ignoran a Dios. Hacer buenas obras está bien, siempre que con ellas lo exaltemos a Él, reconociéndolo como el autor y sustentador de la vida, y dándole gracias por todo lo que nos da. Pero si dejamos a Dios al margen, actuamos en complicidad con la doctrina humanista que trata de excluirlo a Él de nuestras vidas, enseñando erróneamente que el ser humano es naturalmente bueno y capaz de solucionar por sí mismo los problemas a los que se enfrenta el mundo.

Finalmente en el otro grupo están los que alardean de buenas obras actuando con hipocresía, puesto que su motivación no es el amor al prójimo, sino un deseo vanaglorioso de recibir reconocimiento y alabanza de los hombres.

Resumiendo este punto, las personas altruistas que aman al prójimo (al menos aparentemente), pero no aman a Dios sobre todas las cosas, no le agradan a Él, como tampoco los que hacen buenas obras para recibir lisonjas; éstos no obtendrán su recompensa en el cielo, porque prefieren tenerla ya en la tierra (Mt 6:2-4).

Mt 6:2-4; Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

LA FE Y LAS BUENAS OBRAS

De entre las instituciones eclesiásticas que fundamentan total o parcialmente sus creencias en la Biblia, unas sostienen que además de creer en Cristo, es necesario hacer buenas obras para poder ir al cielo; mientras que otras afirman que la salvación se obtiene única y exclusivamente por medio de la fe, al margen de las obras. Entre las primeras destaca la iglesia católica romana, mientras que a la segunda opción se adhieren en general las iglesias surgidas de la reforma protestante. Entonces, ¿cuál de estas dos doctrinas es la verdadera?

Vamos a considerar algunos de los textos bíblicas en los que se suelen apoyar los partidarios de cada una de estas dos enseñanzas. Los que defienden que además de la fe hay que hacer buenas obras para salvarse, se centran en la porción de Stg 2:14-26, que expongo a continuación:

Stg 2:14-26; Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Tras analizar el texto anterior, podemos sacar de forma resumida las siguientes conclusiones:

1) La fe verdadera no consiste en una mera creencia que puede estar disociada de los hechos (Tit 1:16); y la prueba de ello es que los mismos demonios creen a Dios, pero actúan en su contra.

Tit 1:16; Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.

2) Luego la fe va necesariamente unida a las obras; si no es así, entonces nos hallamos ante una falsa fe (1 Ti 5:8). Una fe sin obras es vacía, muerta e inútil, que no sirve ni para hacer el bien ni para nuestra justificación y salvación.

1 Ti 5:8; ...porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

3) Por tanto, lo que manifiesta si verdaderamente tenemos fe en Cristo son nuestras buenas obras (Mt 7:16); de modo que la falta de ellas o la comisión de malas obras constituye una evidencia de falta de fe. Y recordemos que sin fe es imposible agradar a Dios (He 11:6).

Mt 7:16-17; Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

4) La fe es un requisito indispensable para que Dios declare justo al hombre; sin ella las buenas obras carecen de valor para la salvación (2 Ts 1:11). De modo que puede haber buenas obras sin fe, pero es imposible que haya fe verdadera sin buenas obras.

2 Ts 1:11; Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder...

5) Así como las obras actúan conjuntamente con la fe para perfeccionarla, también acompañan a la fe en nuestra justificación. Éste es el sentido en el que se expresa Santiago cuando dice que Abraham, o Rahab, fueron justificados también por sus obras y no sólo por la fe.

Ahora vamos a exponer algunas porciones bíblicas en las que se basan los que creen que la salvación se obtiene por medio de la fe, sin obras.

Jn 3:16, 18;
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Jn 6:28-29; Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.

Hch 16:30-31; ...Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Ro 1:16-17; Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Como podemos observar, ninguna de las porciones anteriores menciona las buenas obras como requisito para ser salvos; sólo dicen que hay que creer en Jesús. Pero además de eso, los siguientes versículos indican expresamente que no podemos justificarnos delante de Dios basándonos en nuestras propias obras de justicia, o en las obras de la ley, las cuales nadie, excepto Cristo, fue capaz de cumplir.

Fil 3:9; ... y ser hallado en él (en Cristo), no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe

Tit 3:4-5; Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia...

Ro 3:28; Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.

Gá 2:16; ...sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Entonces, dado que resulta vano querer justificarnos y ser salvos por nuestras obras, sólo podremos conseguirlo por la gracia y misericordia de Dios, mediante la fe.

Ro 4:4-5; Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

Ro 11:6; Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

Pero, ¿no dice Stg 2:24 que que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”? ¿Cómo resolver esta aparente contradicción? El contexto general de la Biblia y la porción que sigue (Ef 2:8-10), entre otras, nos permite aclarar esta cuestión.

Ef 2:8-10; Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Este texto nos enseña que no podemos aportar ningún mérito que pueda servirnos para alcanzar la salvación, porque ésta se obtiene únicamente de Dios por pura gracia; sólo tenemos que recibirla por fe, arrepintiéndonos de nuestros pecados y creyendo en el Señor Jesucristo. Por tanto, como ya hemos visto en el comentario de Stg 2:14-26, las buenas obras son el fruto o consecuencia natural de la fe, así como la manifestación o evidencia de la misma. Si las mismas están ausentes de la vida de una persona, es porque ésta no tiene fe; pero las buenas obras en sí mismas no tienen valor para la salvación, y por eso tienen que ir acompañadas de fe.

Una manera concisa de resumir este punto que hemos tratado, es afirmando que Dios no toma para sí hijos de entre los hombres por sus buenas obras; sino que los toma para que hagan buenas obras, las que Él les pone delante en su caminar diario.

UNA ACTITUD EQUILIBRADA ENTE FE Y OBRAS

Una vez explicada la función que desempeña la fe en la salvación y su conexión con las buenas obras, quiero alertar acerca del peligro de vivir bajo la influencia de una enseñanza sesgada y, por tanto, errónea sobre este asunto tan trascendental.

Los que creen que por sus buenas obras pueden ganar el cielo, ponen su confianza en sí mismos en vez de depender totalmente de Dios. Eso puede llevarlos al orgullo de considerarse buenas personas y despreciar a otros con los que se comparan (Lc 18:9-14). Si el hombre pudiera reclamar el derecho a ser salvo en base a sus buenas obras, no tendría sentido que Dios enviara a su Hijo al mundo para expiar nuestros pecados mediante el derramamiento de su propia sangre (Gá 2:21). Por consiguiente, todo aquél que pretende justificarse ante Dios por sus obras, está despreciando el sacrificio de Cristo en la cruz.

Lc 18:9-14; A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Gá 2:21; No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

En el extremo opuesto hay quienes piensan que como la salvación se obtiene por fe sin obras, tienen vía libre para andar como les plazca. Y aunque no producen frutos dignos de arrepentimiento, confían engañosamente en que son salvos, porque un día hicieron una declaración de fe y asisten regularmente a los actos de culto de su congregación (Gá 6:7-8). Pero lo cierto es que el conformismo o falta de celo puede llevarnos a la tibieza espiritual, algo que a Cristo le resulta nauseabundo (Ap 3:15-16).

Gá 6:7-8; No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Ap 3:15-16; Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Esa actitud puede hacernos bajar la guardia contra las tentaciones; puede hacernos caer en el engaño de pretender seguir a Jesús sin tener que esforzarnos en la gracia (2 Ti 2:1), sin la exigencia de ningún sacrificio o renuncia por nuestra parte (2 Ti 2:3). Es verdad que Cristo ya pagó por nuestros pecados pasados, presentes y futuros; pero eso no nos da derecho a menospreciar la gracia de Dios, permaneciendo impasibles ante ellos (Ro 6:1-2), sino que debemos arrepentirnos sinceramente y pedirle perdón al Señor cada vez que seamos conscientes de que le hemos fallado (1 Jn 1:9).

2 Ti 2:1; Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

2 Ti 2:3; Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.

Ro 6:1-2; Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?.

1 Jn 1:9; Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

OBRA DE FE CUYOS OBREROS HACEN LAS OBRAS DE DIOS

Dios ha creado una obra para que la iglesia de Cristo se ocupe en ella. Dicha obra es mencionada en el Nuevo Testamento mediante una serie de figuras, que muestran las diferentes propiedades y tipos de actividad de la iglesia, en relación a su labor interna de discipulado y a la externa de predicar el evangelio en todo el mundo. Así, vemos figuras tales como un cuerpo, un ejército, una carrera, una viña, un edificio, etc.

Tomando, por ejemplo, la figura del edificio, vemos que éste representa a la iglesia, que es de piedra y está en construcción. Cada miembro de la iglesia, como piedra del edificio, ha sido edificado sobre el fundamento de Cristo, así como el de los apóstoles y profetas, al ser colocado en esta obra o edificio (Ef 2:20-22); pero a la vez, como piedra viva que es (1 P 2:5), tiene la capacidad de sobreedificar encima (1 Co 3:9-11). Luego, todos los miembros se edifican y dan soporte o apoyo mutuo (1 Ts 5:11).

Ef 2:20-22; ...edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

1 P 2:5; ...vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

1 Co 3:9-11; Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.

1 Ts 5:11; Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.

Por tanto, se puede afirmar que Cristo ha fundado una obra para que sus obreros trabajen en ella, y mediante el desempeño diligente de las tareas que Dios le ha asignado a cada uno, realicen buenas obras (2 Ti 2:15; Mt 20:1; Lc 10:2).

2 Ti 2:15; Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

Mt 20:1; Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.

Lc 10:2 (también Mt 9:37-38); Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

Ahora bien, el sustantivo “obra” tiene varias acepciones, por lo que no siempre significa lo mismo. Así, una obra puede referirse tanto al resultado final de una actividad o trabajo, como a su proceso o desarrollo, en los que intervienen acciones y recursos dirigidos a la consecución de un objetivo común (la obra de toda una vida, una obra literaria, social, misionera, etc). En cambio, cuando hablamos de obras en plural solemos referirnos a acciones más concretas y delimitadas; de manera que trabajando en una obra se pueden hacer muchas obras.

La misma Biblia también hace referencia a una obra en ambos sentidos: en el sentido amplio de una obra que se prolonga en el tiempo (Jn 17:4; Ro 14:20), y en otro más restringido para referirse a las obras que se realizan cotidianamente (Jn 5:36; Jn 9:4; Ap 2:26). Los siguientes versículos son una muestra de ello.

Jn 17:4; Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.

Ro 14:20; No destruyas la obra de Dios por causa de la comida...

Jn 5:36; ...porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.

Jn 9:4; Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

Ap 2:26; Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones…

En concordancia con Ef 2:10, las porciones anteriores nos revelan que estamos llamados a trabajar en la obra de Dios, no en nuestra propia obra, y a hacer sus obras, no las nuestras. Esto es algo a tener en cuenta, porque hacer buenas obras en contra de la voluntad de Dios, es algo que para Él carece de valor, por lo que no serán recompensadas. Por eso vuelvo a reiterar que para que las obras sean provechosas han de hacerse en fe, motivadas por el amor a Dios y al prójimo, y para la gloria de Dios, no para nuestra propia gloria.

Por otra parte, si andamos rectamente en los caminos de Dios, no hace falta que nos afanemos u obsesionemos en la búsqueda de buenas obras, porque ya Él las ha preparado de antemano para que las hagamos; luego oportunidades no nos van a faltar.

Ef 2:10; Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

LA FE IMPLICA PASAR DE LOS DICHOS A LOS HECHOS

En la obra que Dios ha encomendado a sus discípulos, palabras y hechos son igualmente importantes. Tan importante es predicar el evangelio, o confesar con nuestros labios la fe que profesamos, como ser luz del mundo, andando en santo temor y haciendo bien al prójimo (Mt 5:16).

Mt 5:16; Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Pero es evidente que en general cuesta menos decir que hacer (Mt 23:2-3); como dice un viejo refrán, es más fácil predicar que sembrar trigo. Por eso mucha gente que está harta de oír a charlatanes hipócritas y embaucadores, sólo puede ser persuadida con hechos, con el testimonio de una vida coherente e íntegra (Jn 10:24-25; Jn 10:37-38).

Mt 23:2-3; En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Jn 10:24-25; ...Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. 25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí.

Jn 10:37-38; Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. 38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.

Entonces, si queremos tener credibilidad, nuestras palabras tienen que ser refrendadas con nuestros hechos, tenemos que dar testimonio de la verdad con una vida ejemplar. Eso es lo que hizo Jesús, a quien debemos imitar, huyendo de la falsedad que caracterizaba el proceder de los escribas y fariseos de su época.

LAS OBRAS DE LA CARNE Y LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU

De acuerdo con Ro 8:1-15, el verdadero cristiano no anda según la carne, sino conforme al Espíritu, dejándose guiar por Él. Su cuerpo es pecaminoso y mortal, igual que el del incrédulo; pero mientras éste hace lo que le pide el cuerpo, el que tiene al Espíritu morando en él se aparta de las concupiscencias de la carne (1 P 2:11). En la misma línea, el capítulo 6 de Romanos enseña que con Cristo hemos muerto crucificados y fuimos sepultados en el bautismo, para resucitar también con Él a nueva vida. De ahí las exhortaciones de los apóstoles Pablo y Pedro (Gá 5:16-17; 1 P 4:1-2).

1 P 2:11; Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma...

Gá 5:16-17; Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

1 P 4:1-2; Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.

En la amonestación de Pablo a los gálatas (Gá 5:19-23) vemos que las obras de la carne no se comparan con las obras o frutos del Espíritu, como cabría esperar, sino que se contraponen al fruto (en singular) del Espíritu. Eso significa que la carne, que es pecaminosa y mortal, produce malas obras; en cambio el Espíritu, que es vida, produce fruto que predispone de modo natural a toda buena obra (Mt 7:17).

Gá 5:19-23; Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Mt 7:17; Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos (en este caso el árbol tiene un significado equivalente al de una persona que tiene el fruto del Espíritu, y los frutos equivalen a las obras que siguen de modo natural al fruto del Espíritu).

Luego, aunque en ciertos contextos de la Biblia los frutos tienen un significado similar al de las obras (Mt 7:16), en general el fruto se refiere al carácter de una persona (Ro 6:22; Ef 5:9; He 12:11). Se podría, pues, decir que las obras tienen que ver con el hacer, mientras que el fruto está relacionado con el ser. Ahora bien, cuando alguien se deja moldear por Dios, el Espíritu Santo transforma su carácter conforme a la imagen de Cristo, un carácter que reúne las cualidades enumeradas en la anterior porción de Gálatas (amor, gozo, paz, etc). Esa obra de santificación que tiene lugar en el creyente es el fruto del Espíritu, al cual le siguen las buenas obras.

Mt 7:16; Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

Ro 6:22; Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

Ef 5:9; ...porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad

He 12:11; Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Sin duda es voluntad de Dios que, teniendo el fruto del Espíritu, nos ocupemos en buenas obras. Así que éstas son, tanto una manifestación y consecuencia de la fe, como del fruto del Espíritu.

Col 1:10; ... para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios...

Tit 3:14; Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.

DEBEMOS APRECIAR EL VALOR DE LAS BUENAS OBRAS

Basta observar la cantidad de veces que la Palabra nos exhorta a hacer buenas obras, para darnos cuenta de su importancia. No es que debamos hacer buenas obras para ser salvos, sino que debemos hacerlas porque ya somos salvos. El verdadero cristiano rebosa gratitud hacia Dios, y eso lo lleva a caminar con Él en fe, amor y obediencia, siendo las buenas obras la consecuencia natural de dicha actitud de entrega al Señor. Los siguientes versículos muestran claramente que Dios se complace en nuestras buenas obras, siempre que sean hechas para su gloria.

2 Co 9:8; Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.

2 Ts 2:16-17; Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre… 17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

1 Ti 6:18-19; Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.

Tit 3:8; Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.

He 13:20-21; Y el Dios de paz… 21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo…

1 P 2:12; ...manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.

Ap 14:13; ...Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

DIOS PAGARÁ A CADA UNO SEGÚN SUS OBRAS

Según He 9:27, “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. Por lo tanto, el Señor Jesucristo, a quien el Padre entregó todo juicio (Jn 5:22), juzgará algún día a los hombres; y lo va a hacer considerando las obras de cada uno. Primero juzgará a sus discípulos, que ya son salvos, para otorgar a cada uno la recompensa que en función de sus obras le corresponda (1 Co 3:8,13-15; 2 Co 5:10; Ap 22:12).

Jn 5:22; Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo...

1 Co 3:8, 13-15;
8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
13 ...la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

2 Co 5:10; Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

1 P 1:17; Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación…

Ap 22:12; He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.

Y después juzgará aparte a las demás personas por sus obras; pero no para saber qué recompensa recibirán, sino para dar a conocer su destino eterno, sea el cielo para los que son declarados salvos, o el infierno para los que sean condenados (Job 34:11; Sal 62:12; Mt 16:27; Ro 2:5-6).

Job 34:11 (también Sal 62:12); Porque él pagará al hombre según su obra, y le retribuirá conforme a su camino.

Mt 16:27; Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

Ro 2:5-6; Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras.

Podemos, pues, concluir, que las buenas obras son valiosas para los creyentes, a pesar de que no son salvos por ellas sino por gracia, en virtud de la justicia de Cristo. Y en cuanto a aquéllos a los que no les haya alumbrado la luz de Cristo, las buenas obras guiadas por su conciencia es todo cuanto pueden alegar en su defensa, cuando comparezcan ante Él en juicio (Ro 2:14-16).

Ro 2:14-16; Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

DIOS VE Y JUZGA LAS MOTIVACIONES E INTENCIONES DE LAS OBRAS

Por último, como ya he comentado, Dios penetra con su mirada hasta lo más recóndito del ser humano y discierne las motivaciones e intenciones ocultas del corazón (Jer 17:9-10; Ap 2:23); de modo que cuando seamos juzgados éstas serán decisivas para determinar si nuestras buenas obras son aprobadas o carecen totalmente de valor (Ec 12:14).

Jer 17:9-10; Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

Ap 2:23; Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

Ec 12:14; Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

En la realización de nuestros actos hay una dimensión oculta e inaccesible a los ojos de los demás, que sólo Dios y el propio sujeto pueden conocer. Pues bien, esa parte secreta e invisible que alberga los motivos e intenciones del corazón, para Dios es aun más importante que las mismas obras (Pr 4:23; Pr 23:26). De manera que cada vez que decidimos llevar a cabo una acción determinada, pero no conseguimos realizarla porque se interpone algún impedimento en contra de nuestra voluntad, Dios juzga ese deseo fallido como si fuera un hecho consumado, con independencia de que el mismo sea bueno o malo (Mt 5:28).

Pr 4:23; Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.

Pr 23:26; Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.

Mt 5:28; Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Lo mismo ocurre con la voluntad o voluntariedad de nuestros actos. Es posible realizar una obra que en sí misma sea buena, pero que vaya en contra de la voluntad de Dios, porque Él nos esté pidiendo hacer otra cosa (1 S 15:22), o bien porque hagamos sus obras por vanagloria, celos, contienda, etc. Por otra parte, Dios se muestra compasivo cuando hacemos algo malo sin ser conscientes de ello, o si perjudicamos a alguien de modo accidental e involuntario (Jos 20:2-3).

1 S 15:22; Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

Jos 20:2-3; ...Señalaos las ciudades de refugio… 3 para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.

Por tanto, pidámosle sinceramente al Señor que quite de nosotros toda vanidad e hipocresía (Mt 23:27-28), para que hagamos buenas obras en fe, por amor y para su gloria; para que no busquemos ser recompensados por los hombres en la tierra, sino por Él en el cielo.

Mt 23:27-28; ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

Bendiciones para todos en el Señor Jesucristo.

4/7/18

El Anticristo


INTRODUCCIÓN

El Anticristo, como su propio nombre sugiere, es el principal oponente o enemigo de Cristo. Su objetivo es lograr que mediante el empleo de toda clase de engaños, el mundo rechace el señorío de Cristo y lo acepte a él en su lugar. Es decir, trata por todos los medios de suplantar a Cristo.

La aparición del Anticristo ya fue anunciada, junto con la de Cristo, en el Edén, después de la transgresión de Adán, al referirse a la enemistad entre la simiente de la mujer (Cristo) y la de la serpiente (el Anticristo).

Gn 3:15; Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

PRECURSORES Y TIPOS DEL ANTICRISTO

De modo similar a lo que ocurre con otras verdades doctrinales, aunque la figura del anticristo está presente en muchos textos de la Biblia, sólo es mencionado expresamente con este nombre en la primera y segunda carta del apóstol Juan. Éste nos enseña que además del Anticristo que hará su aparición al final de esta era, desde el principio de la Iglesia han surgido y seguirán surgiendo muchos anticristos o falsos cristos (1 Jn 2:18; 2 Jn 7; Mt 24:4-5,24).

1 Jn 2:18; Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

Mt 24:4-5, 24;
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

En las dos porciones anteriores y en otras que siguen observamos un factor común, que es el engaño. Pero para que el mismo sea más efectivo, ha de ser sutil. De ahí que los anticristos traten de confundirse con los verdaderos cristianos, introduciéndose en las iglesias y mezclándose con ellos (Mt 13:24-25; 1 Jn 2:19); o bien que adulteren la verdad, presentando una imagen distorsionada de Cristo (2 Jn 7).

Mt 13:24-25; Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.

1 Jn 2:19; Salieron de nosotros (se refiere a los anticristos), pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

2 Jn 7; Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.

Entre los anticristos se incluyen los profetas y maestros falsos, que son usados por Satanás para engañar. Éstos se disfrazan astutamente para hacernos creer que son ovejas, obreros o apóstoles del Señor, cuando en realidad son lobos rapaces y ministros de Satanás. El caso es que no sólo colaboran con éste para engañar a los demás, sino que también se engañan a sí mismos para su propia perdición (Mt 7:15-16; 2 Co 11:13-15; 2 P 2:1).

Mt 7:15-16; Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

2 Co 11:13-15; Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

2 P 2:1 (también Jud 4); Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.

Aunque los anticristos a los que se refiere el apóstol Juan no son propiamente el Anticristo, reciben este nombre porque participan del mismo espíritu que él (1 Jn 4:1,3). Esta asimilación e identificación entre distintas personas no ocurre exclusivamente en este caso; se da también entre Elías y Juan el Bautista (Mt 17:11-13; Lc 1:17), así como entre Cristo y sus discípulos, en la medida en que éstos lo imitan y le obedecen (Ro 8:9 y otros muchos).

1 Jn 4:1, 3;
1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Mt 17:11-13; Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. 12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. 13 Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.

Lc 1:17; E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

Ro 8:9; Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Huelga decir que el hecho de que una persona venga con el espíritu y poder de otra que ha fallecido, no tiene nada que ver con la doctrina pagana de la reencarnación (Mt 16:13-14; Lc 9:7-8), porque “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (He 9:27). Sin embargo, la resurrección de los muertos sí que es una creencia respaldada inequívocamente por la Biblia, ya que aparte de ciertos casos excepcionales de personas que fueron resucitadas milagrosamente por el poder de Dios, está escrito que un día todos resucitaremos, sea a resurrección de vida o de condenación (Jn 5:28-29).

Mt 16:13-14; Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.

Lc 9:7-8; Herodes el tetrarca oyó de todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos; 8 otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.

Jn 5:28-29; No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Así que, ya está presente el espíritu del Anticristo, operando en los servidores de Satanás, lo mismo que el Espíritu de Cristo, morando en sus discípulos; el primero para engañar y arrastrar a la perdición al hombre, y el segundo guiando a la verdad y a la obediencia a Cristo para salvación. Ambas realidades son como el anverso y reverso de un misterio que nos ha sido revelado: el misterio de la piedad y el de la iniquidad (1 Ti 3:16; 2 Ts 2:7-8).

1 Ti 3:16; E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

2 Ts 2:7-8; Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo...

¿QUIÉN ES EL ANTICRISTO?

A lo largo de la historia hubo quienes en su día identificaron a determinados personajes como el Anticristo, demostrándose con el paso del tiempo que estaban equivocados. Sin embargo dicho fracaso no ha logrado disuadir a muchos, que en la actualidad siguen poniéndole este título a determinadas personas, que supuestamente reúnen los requisitos apropiados para ser el Anticristo, perpetuándose así la temeridad y el engaño en este asunto.

Cuando se cumpla el tiempo de su aparición, creo que las personas con santo temor de Dios serán capaces de reconocerlo; pero hasta entonces debemos ser prudentes al respecto. Lo que ya podemos determinar ahora es cuál de las figuras mencionadas en la escatología bíblica es el Anticristo. En ese sentido y centrándonos en el libro del Apocalipsis, sólo hay dos posibles candidatos, que son la bestia y el falso profeta.

El Anticristo tiene que ser la primera bestia, que sube del abismo del mar (Ap 11:7; 13:1), y no la segunda bestia o falso profeta, que sube de la tierra (Ap 13:11), ya que según la Palabra el Mesías vendrá a establecer su reino sobre la tierra, y sólo la primera bestia tiene tal pretensión, pero no el falso profeta, que estará subordinado a ella (Ap 13:12).

Ap 11:7; Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará.

Ap 13:1; Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.

Ap 13:11; Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.

Ap 13:12; Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

Hay varios motivos que pueden inducir a algunos a creer que el Anticristo es el falso profeta del Apocalipsis. Uno de ellos es el hecho de ser israelita, porque sube de la tierra, que simboliza a Israel; en cambio la bestia, surge del mar de las naciones. Otra razón ligada a ésta, es que los israelitas nunca aceptarían a nadie que se postule como el Mesías, que no sea judío, porque así está escrito (Mt 2:4-5). Sin embargo, esa condición puede ser satisfecha perfectamente por un judío nacido en la diáspora.

Mt 2:4-5; Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta...

CARACTERÍSTICAS Y CIRCUNSTANCIAS PRESENTES EN EL ANTICRISTO

De entre los muchos textos que, de forma más o menos evidente, se refieren al Anticristo, podemos extraer una serie de características del mismo, así como de circunstancias que lo acompañan. He aquí una selección de las mismas:

1) Es una persona, cuya extraordinaria soberbia lo lleva a rechazar al Dios verdadero para endiosarse a sí mismo. Será, pues, un blasfemo y un sacrílego (Ez 28:2; Dn 11:36; 2 Ts 2:3-4; Ap 13:5-6).

Ez 28:2; Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios

Dn 11:36; Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.

2 Ts 2:3-4; Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

Ap 13:5-6; También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias… Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.

2) Desarrollará todo el potencial que pueda alcanzar un ser humano, estando alejado de Dios y, por tanto, en oposición a Él. Por eso se identifica con el número 666, que corresponde al hombre en su máximo grado de desarrollo (Ap 13:18).

Ap 13:18; Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

3) Será lleno de sabiduría (Ez 28:3), pero no de la verdadera sabiduría, que se basa en el temor de Dios (Pr 9:10), sino de la sabiduría humana (1 Co 3:19-20), que es animal, terrenal y diabólica (Stg 3:15; Dn 8:25).

Ez 28:3-5; ...he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto.

Pr 9:10; El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

1 Co 3:19-20; Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.

Stg 3:15; ...porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.

Dn 8:25; Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano...

4) No tendrá escrúpulos en utilizar su enorme caudal de conocimientos y el tráfico de influencias derivado de su posición de poder para enriquecerse extraordinariamente (Ez 28:4-5; Dn 8:12; 11:39). Actuará, pues, de manera injusta y arbitraria (Dn 7:25).

Ez 28:4-5; Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. 5 Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.

Dn 8:12; Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.

Dn 11:39; Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra.

Dn 8:24; ...y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.

5) Rechazará a nivel personal toda moral (Dn 11:37) y a nivel social tratará de imponer al mundo una completa inversión de valores (Dn 7:25). El hecho de que no haga caso del amor de las mujeres, podría indicar que permanecerá célibe, pero el significado más probable es que será homosexual.

Dn 11:37; Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.

Dn 7:25; ... y pensará en cambiar los tiempos y la ley...

6) Será un experto en ocultismo y hechicería (Ez 21:21-22; Dn 8:23).

Ez 21:21-22; 21 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las saetas, consultó a sus ídolos, miró el hígado. 22 La adivinación señaló a su mano derecha, sobre Jerusalén, para dar la orden de ataque, para dar comienzo a la matanza…

Dn 8:23; Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas.

7) Se presentará como un ateo (2 Ts 2:3-4); pero, como les ocurre a éstos, en realidad será un idólatra y un adorador de Satanás (Dn 11:37-38).

2 Ts 2:3-4; ... y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto...

Dn 11:37-38; Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá. 38 Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio.

8) La expresión “el Dios de sus padres” de la porción anterior, que típicamente se usa para referirse a Jehová (Dt 29:25), así como la porción de Ez 21:25-27, entre otras, inducen a pensar que el Anticristo es de origen judío.

Dt 29:25; Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto (dicha expresión se repite en la Biblia más de 20 veces)…

Ez 21:25-27; Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad, 26 así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto. 27 A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré.

9) Este personaje judío es probable que proceda de la región asirio-babilónica dominada en su tiempo por la dinastía griega de los seleúcidas (Dn 8:9), que posteriormente pasó a manos del poder de Roma (Dn 7:7-8). El cuerno pequeño representa al rey Antíoco IV Epífanes, que a su vez es tipo del Anticristo que precede a la segunda venida de Cristo. Tengamos en cuenta además que hay varios textos proféticos sobre el rey de Babilonia, el rey de Asiria, o “el Asirio”, que simbolizan al Anticristo.

Dn 8:9; Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.

Dn 7:7-8; ...la cuarta bestia (que representa al imperio romano) ...era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. 8 Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.

(Para una mayor reflexión sobre este punto invito al lector a leer Dn 2:40-44 y Ap 17:3,7-14

10) Será designado por los diez reyes del renovado imperio romano del final de esta era, como el caudillo que dirigirá de modo totalitario el mundo (Ap 17:12-13), el cual habrá evolucionado en base a la cultura, ciencia, tecnología y comercio de la civilización greco-romana (Ap 12:4).

Ap 17:12-13; Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. 13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.

Ap 12:4; ...Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.

En relación con este punto, hemos de tener en cuenta que el imperio romano no surgió de la nada, sino que incorporó e integró las principales características del imperio babilónico, del medo-persa y sobre todo del griego, simbolizados respectivamente por un león, un oso y un leopardo (Ap 13:2).

Ap 13:2; Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león

11) Dispondrá de la más alta tecnología que el mundo haya visto hasta entonces (Ap 13:15). La imagen de la bestia podría ser de tipo robótico, holográfico o audiovisual, pero en todo caso conllevará un sistema de espionaje altamente sofisticado e intrusivo, que invadirá de modo legal aunque ilícito, la confidencialidad y privacidad de las personas.

Ap 13:15; Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.

12) Mediante el control tecnológico dominará totalmente el mundo hasta en sus más mínimos detalles y en todos los ámbitos de la vida humana, como puede ser el militar, político, social, económico, religioso, de los medios de comunicación, etc.

Para ello implantará en la frente o la mano derecha de las personas un dispositivo electrónico, que le permitirá tener permanentemente localizadas a éstas por control remoto (Ap 13:16-17). Con dicho artefacto también podrá acceder en cualquier momento a un registro con toda la información que precise de las personas en general y de cualquiera en particular, sean datos policiales, médicos, laborales, de Hacienda, Seguridad Social, etc. Además podrá controlar todas las compras y ventas de las personas, regulando así su acceso al consumo de alimentos y a cualquier otra clase de bienes, interviniendo su cuenta bancaria, si fuera necesario, para conseguir que la gente se someta por completo a su autoridad y leyes. Los que se nieguen a implantar dicho dispositivo, difícilmente podrán sobrevivir, ya que quedarán incapacitados legalmente para toda clase de compra o venta; pero además de eso, serán perseguidos y ejecutados.

Ap 13:16-17; Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

13) En consecuencia, los fieles a Dios que en esa época estén en la tierra, pasarán por una gran tribulación y muchos morirán como mártires por negarse a recibir en su cuerpo la marca de la bestia (Ap 6:9; 14:9-12; 15:2).

Ap 6:9; Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.

Ap 14:9-12; 9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Ap 15:2; Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios.

14) Despertará la admiración de la mayor parte de la humanidad, que estará sumida en tinieblas, hasta el punto de que lo adorarán junto con Satanás como a un dios y le temerán (Ap 13:3-4,8).

Ap 13:3-4, 8;
3 ...y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, 4 y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?
8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

15) Conseguirá ser recibido por el mundo y aclamado como el Mesías victorioso, que viene a solucionar los problemas de la humanidad y a traer paz (Ap 6:2).

Ap 6:2; Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.

16) Pero esa paz será un espejismo y un engaño (1 Ts 5:3; Dn 8:25), porque pronto incumplirá sus promesas (Ap 6:4) y desencadenará la mayor tribulación que jamás haya conocido la historia durante tres años y medio (Dn 12:1; Mt 24:21-22; Ap 13:5).

1 Ts 5:3; ...que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

Dn 8:25; Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos...

Ap 6:4; Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.

Dn 12:1; ...y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

Mt 24:21-22; ...porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

Ap 13:5 (se puede ver también Dn 7:25; Ap 12:6,14; etc); ...y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses (que son exactamente tres años y medio).

17) Para conseguir el apoyo de Israel establecerá con esta nación un pacto, que después violará para agredirla y oprimirla con gran ensañamiento (Sal 55:20-21; Is 33:8).

Sal 55:20-21; Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; violó su pacto. 21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, pero guerra hay en su corazón; suaviza sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas desnudas.

Is 33:8; Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres.

18) Profanará el templo y quitará del mismo el continuo sacrificio para sustituirlo por la “abominación desoladora” (Dn 8:11; 11:31); su espeluznante desafío a Dios (Ez 21:10,13), lo llevará a usurpar el trono reservado al Altísimo en Jerusalén (2 Ts 2:4).

Dn 8:11; Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.

Dn 11:31; Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.

Ez 21:10, 13,
10 ...Al cetro de mi hijo ha despreciado como a un palo cualquiera.
13 ...¿Y qué, si la espada desprecia aun al cetro? El no será más, dice Jehová el Señor.

2 Ts 2:4; ...el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

19) Se entenderá con los cabalistas satánicos (Dn 11:32-33), que consentirán la “abominación desoladora”; pero los judíos fieles al pacto que Dios estableció con sus padres se le opondrán (Dn 11:32-33). Dios permitirá que por algún tiempo éstos sean vencidos, hasta que intervenga para librarlos y destruya a su opresor (Is 16:4; Dn 11:35-36; Dn 7:25).

Dn 11:32; Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto...

Dn 11:32-33 ...mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará. 33 Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; y por algunos días caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo.

Is 16:4; Moren contigo mis desterrados, oh Moab; sé para ellos escondedero de la presencia del devastador; porque el atormentador fenecerá, el devastador tendrá fin, el pisoteador será consumido de sobre la tierra.

Dn 11:35-36; También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo. 36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.

Dn 7:25; Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará... y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.

20) El Anticristo usará un poder sobrenatural que le conferirá el mismo Satanás, y Dios lo permitirá para castigar a los hombres rebeldes, por cuanto decidieron rechazar la Verdad e ignorar al Todopoderoso (Dn 8:24; 2 Ts 2:9-10; Ap 13:2).

Dn 8:24; Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia...

2 Ts 2:9-10; ...inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

Ap 13:2; ...Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.

21) Su enorme autoridad y poder no se basa en su propia fuerza, sino en la capacidad sobrehumana de Satanás (Ap 13:5; Dn 8:24). Por eso será el mismo Señor Jesucristo quien lo destruya para siempre (Dn 2:34-35; 8:25).

Ap 13:5; ...También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación...

Dn 8:24; Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.

Dn 2:34-35; Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35 ...Mas la piedra que hirió a la imagen (que es Cristo) fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.

Dn 8:25 ...y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana.

22) En su afán por imitar a Cristo con engaño, la bestia se mostrará viva al mundo después de haber sido dada por muerta.

Ap 13:3, 12;
3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia
12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

23) En estrecha unión con el dragón y el falso profeta, formará parte de la trinidad satánica, que tratará de imitar y suplantar a la trinidad de Dios (Ap 16:13-14; 20:10). Así que, como el Espíritu Santo glorifica al Hijo y éste al Padre, el falso profeta es enviado para que los hombres exalten a la bestia y, a través de ésta, al dragón (Ap 13:14).

Ap 16:13-14; Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; 14 pues son espíritus de demonios, que hacen señales...

Ap 20:10; 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

Ap 13:14; 14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

24) Estará poseído por el mismo Satanás; de modo similar a como Dios se encarnó en Cristo, el Anticristo será una encarnación de Satanás. Esta convicción mía proviene principalmente de comparar Ap 12:3-4 con Ap 13:1 y Ap 17:3, así como de analizar Is 14:12-17 y el capítulo 28 de Ezequiel.

Ap 12:3-4; También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra

Ap 13:1; Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.

Ap 17:3; Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.

El hecho de que el gran dragón, el cual representa al diablo (Ap 12:9), tenga las mismas siete cabezas y diez cuernos del Anticristo, indica que éste no sólo se identifica con Satanás, sino que está poseído por él y lleno de su espíritu.

Ap 12:9; Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

Por otra parte, vemos cómo en Is 14:12-17 se pasa sin solución de continuidad de hablar de Lucifer a hablar de un varón, que no puede ser otro que el Anticristo. Y lo mismo ocurre con el capítulo 28 de Ezequiel, que no reproduzco aquí por su extensión, cuyos primeros diez versículos identifican al príncipe de Tiro con el Anticristo, mientras los versículos que siguen hasta el 19, se refieren al rey de Tiro en representación de Satanás.

Is 14:12-17; ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. 16 Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; 17 que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?

25) Al principio el Anticristo estará sometido a la religión falsa de la gran ramera (Ap 17:3), hasta que haga prevalecer su fuerza contra ella y la destruya (Ap 17:16-17), haciendo que la gente lo adore exclusivamente a él y a Satanás (Ap 13:4).

Ap 17:3; ...y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.

Ap 17:16-17; Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; 17 porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.

Ap 13:4; y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia...

26) Logrará reunir con engaño (Ap 16:14) a los poderosos de las naciones para luchar en la batalla de Armagedón (Ap 16:16) contra el Señor y su ejército, cuando éste regrese a la tierra para establecer su reino celestial.

Ap 16:14, 16;
14 ...pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
16 Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.

27) Pero será totalmente derrotado simplemente con el Espíritu o Palabra que sale de la boca de Cristo (2 Ts 2:8), y arrojado vivo al lago que arde con fuego y azufre, juntamente con el falso profeta (Ap 17:14; 19:19-21).

2 Ts 2:8; Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida.

Ap 17:14; Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.

Ap 19:19-21; Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. 20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. 21 Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.

COMENTARIO SOBRE LA TRIBU DE DAN Y EL ANTICRISTO

Hay quienes creen que el Anticristo será de la tribu de Dan, basándose en Ap 7:3-8 y Gn 49:16-18. En el primero de los textos no figura la tribu de Dan entre los 144.000 sellados de todas las tribus de Israel, compensándose dicha ausencia con el desdoblamiento de la tribu de José en las de Efraín y Manasés. Esto indica un rechazo de Dios hacia esa tribu por algún motivo, que quizás nos lo aclare el otro texto, que reproduzco a continuación.

Gn 49:16-18; Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel. 17 Será Dan serpiente junto al camino, víbora junto a la senda, que muerde los talones del caballo, y hace caer hacia atrás al jinete. 18 Tu salvación esperé, oh Jehová.

Aquí Dios le muestra a Jacob que la tribu de Dan juzgará a las demás tribus, lo cual es algo que podría considerarse normal. Sin embargo, la exclamación Tu salvación esperé, oh Jehová” es inquietante ¿Qué pudo ver Jacob para esperar únicamente en la salvación de Jehová? Debió ver a sus descendientes en una situación extremadamente peligrosa y de gran tribulación, porque el texto sugiere que Dan no juzgará con justo juicio en una situación de normalidad, sino que aplicará juicios sumarísimos condenatorios contra sus hermanos que huyen de la persecución del Anticristo. Los traicionará, por tanto, acechándolos y capturándolos para entregarlos, acusarlos y sentenciarlos a muerte.

De ahí que muchos crean que el Anticristo pertenece a la tribu de Dan, y que por eso lo siguen como su líder, lo que a su vez hace que Dios no los incluya entre los 144.000 sellados para ser sus siervos. Pero tal como expuse anteriormente, creo que el Anticristo será un judío nacido probablemente fuera del territorio de Israel, puesto que los israelitas están esperando al Mesías como rey y difícilmente se dejarían engañar siguiendo a un líder que no sea judío y no venga para ser rey, porque así está escrito en la Torah.

Quien sí creo que saldrá de la tribu de Dan es el falso profeta, el cual nace en la tierra de Israel y ejerce toda la autoridad del Anticristo, aun estando éste presente. Eso haría más fácil que los de la tribu de Dan siguieran al falso profeta como su líder, colaborando estrechamente con él en la perversa obra del Anticristo (Ap 13:11-14).

Ap 13:11-14; Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia

CONCLUSIÓN FINAL

A pesar de que en la Biblia hallamos bastante información en detalle sobre este tema, aún quedan muchas lagunas que serán cubiertas cuando, llegado el momento, comiencen a suceder los hechos relacionados con este ser bestial, que es el Anticristo. Mientras tanto debemos ser prudentes y no hacer afirmaciones que sean producto de la mera especulación; como máximo podemos plantear hipótesis plausibles, aclarando que no son verdades confirmadas. En concreto, identificar con nombre y apellidos a determinados personajes como el Anticristo, me parece una temeridad y probablemente una falsedad, como tantas otras que se produjeron en el pasado.

Sin más, les deseo las mayores bendiciones en Cristo.