21/11/20

Sion y Jerusalén

 

Estos dos nombres ocupan un lugar destacado en la Palabra de Dios, puesto que son citados en ella con mucha frecuencia. Eso me ha motivado a hacer un conjunto de reflexiones, que trato de sintetizar en este estudio.

Antes de nada quiero referirme al monte Hermón, que es el más alto de Israel y en el que quizás tuvo lugar la transfiguración del Señor, ya que este hecho sucedió cuando Jesús recorría la región de Cesarea de Filipos, muy próxima a dicho monte. La Biblia se refiere a él en Dt 4:48 con el nombre de monte de Sion, al que los sidonios llamaban Sirión y los amorreos Senir (Dt 3:8-9; Sal 29:5-6).

Dt 4:4748; ...y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán; dos reyes de los amorreos que estaban de este lado del Jordán, al oriente. 48 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Hermón...

Dt 3:8-9; También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón, de manos de los dos reyes amorreos que estaban a este lado del Jordán. 9 (Los sidonios llaman a Hermón, Sirión; y los amorreos, Senir).

Sal 29:5-6; Voz de Jehová que quebranta los cedros; quebrantó Jehová los cedros del Líbano. 6 Los hizo saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.

Ciertamente existe un paralelismo entre los dos montes de Sion, dado que uno es naturalmente el más alto de Israel, mientras que el otro es el más elevado desde el punto de vista espiritual. Entonces, ¿será que el monte de Sion que está en Jerusalén tomó su nombre del que se halla al norte de Israel para ser destacado espiritualmente como el más sublime de los montes? Dejo la pregunta en el aire como una posible hipótesis, por cuanto el monte Hermón es de vital importancia para Israel, ya que con su abundante nieve y arroyos alimenta al río Jordán, incluyendo el mar de Galilea y el mar Muerto.

ACCESO DEL HOMBRE A LA PRESENCIA DE DIOS

El monte o fortaleza de Sion es un lugar estratégico de Jerusalén (1 Cr 11:5,7). Esta ciudad, y más concretamente este lugar, es el que Dios escogió para hacer construir su santo templo, donde sería invocado su nombre y Él manifestaría su presencia en medio de la congregación.

1 Cr 11:5,7 (también 2 S 5:7,9); Y los moradores de Jebús dijeron a David: No entrarás acá. Mas David tomó la fortaleza de Sion, que es la ciudad de David... 7 Y David habitó en la fortaleza, y por esto la llamaron la Ciudad de David.

En la dinámica de propiciar progresivamente un mayor acercamiento al hombre (Sal 76:1-2), Dios eligió de entre todos los pueblos de la tierra a Israel para ser su pueblo; luego, de manera más selecta a Judá para dar a luz al Mesías; de esta tribu eligió a Jerusalén como la capital del reino; y por último eligió el monte de Sion como el lugar de su morada en la tierra (Sal 9:11; Sal 132:13-14).

Sal 76:1-2; Dios es conocido en Judá; en Israel es grande su nombre. 2 En Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sion.

Sal 9:11; Cantad a Jehová, que habita en Sion; publicad entre los pueblos sus obras.

Sal 132:13-14; Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. 14 Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido.

Similar esquema de gradual acercamiento a Dios se reproduce en otros contextos, como es el caso del tabernáculo y el templo, de los que forman parte el atrio, el lugar santo y el lugar santísimo. Algo parecido sucedió al crear Dios el universo, en el cual puso un planeta llamado Tierra rebosante de vida, exhuberancia y belleza, y dentro del cual escogió el huerto del Edén como lugar de residencia de Adán y punto de encuentro con Él. Asimismo el reinado milenial de Cristo tendrá lugar en un mundo regenerado y en orden; con el pueblo de Israel restaurado, viviendo en paz y con seguridad en su tierra; y con Jerusalén y Sion como capital y centro de poder mundial (Sal 50:1-2).

Sal 50:1-2; El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. 2 De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido.

La Biblia es prolífica en mostrar que junto a cosas buenas existen otras mejores o más excelentes, y aun otras que son incomparablemente buenas. Así ocurre, por ejemplo, con la nueva Jerusalén, la cual se manifestará en el contexto de una tierra y cielos nuevos; o con los discípulos de Jesús, de cuyo grupo Él escogió a doce apóstoles, si bien mantuvo una relación preferente o más estrecha con un reducido círculo de ellos; o con la predicación del evangelio, comenzando por Jerusalén y siguiendo por Judá, todo el territorio de Israel, y el resto de la tierra (Hch 1:4,8); etc.

Hch 1:4,8 (también Lc 24:47,49); Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí… 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

SION Y JERUSALÉN A LO LARGO DE LA HISTORIA

CAÍDA EN PECADO Y CASTIGO DE ISRAEL

Israel empezó a pecar y a rebelarse contra Dios desde el principio, nada más ser liberado el pueblo de su esclavitud en Egipto y aun antes. Lo mismo sucedió desde que Jerusalén fue establecida como capital y el templo de Dios levantado en Sion. A partir de Salomón, el norteño reino de Israel primero, y el de Judá al sur después, se fueron alejando cada vez más de Dios e inclinándose ante los falsos dioses de los pueblos de alrededor, hasta caer por completo en la apostasía.

Y a pesar de los innumerables llamados de Jehová al arrepentimiento, hechos desde muy temprano y sin cesar por medio de sus profetas, los hijos de Israel permanecieron en su obstinada rebeldía sin convertirse. Eso acabó por agotar la paciencia de Dios y desencadenar su ira para darles el tan anunciado y merecido castigo. En consecuencia, Israel y Judá fueron expulsados de la tierra, y Jerusalén totalmente destruida, incluyendo el templo (Jer 23:14; Jer 32:31-35; y otros).

Jer 23:14; Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra.

Jer 32:31-35; De tal manera que para enojo mío y para ira mía me ha sido esta ciudad desde el día que la edificaron hasta hoy, para que la haga quitar de mi presencia, 32 por toda la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá, que han hecho para enojarme, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, y los varones de Judá y los moradores de Jerusalén. 33 Y me volvieron la cerviz, y no el rostro; y cuando los enseñaba desde temprano y sin cesar, no escucharon para recibir corrección. 34 Antes pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola. 35 Y edificaron lugares altos a Baal…

Varios siglos después de la primera toma de Jerusalén, aunque el pueblo no volvió a incurrir de forma generalizada en la idolatría, la mayoría de las personas no amaron de corazón a Dios. Eso lo demuestra el hecho de que no reconocieron a Jesús de Nazaret como el Mesías, pese a haber presenciado numerosas e irrefutables pruebas de ser el ungido de Dios, anunciado desde tiempos antiguos (Lc 13:34-35). Por lo tanto, Jerusalén sería hollada de nuevo por los gentiles comandados por el general romano Tito, igual que había sido destruida anteriormente por el ejército de Nabucodonosor (Lc 21:24).

Lc 13:34-35 (también Mt 23:37-39); ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! 35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.

Lc 21:24; Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.

SU ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN

Después de innumerables caídas, seguidas de arrepentimiento y nuevas recaídas durante toda su historia, el remanente que quede de Israel en el tiempo de la segunda venida de Cristo, se arrepentirá y convertirá a Dios de manera definitiva y para siempre (Is 59:20; Jer 50:4-5; Zac 12:10-11; y un largo etc).

Is 59:20; Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.

Jer 50:4-5; En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios. 5 Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntémonos a Jehová con pacto eterno que jamás se ponga en olvido.

Zac 12:10-11; Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. 11 En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén

El versículo que reproduzco a continuación es parte de una preciosa oración intercesora de Daniel en favor de Israel, similar a las que en su momento hicieron otros grandes siervos de Dios. En este caso creo que el profeta Daniel no sólo expresa sus sentimientos, sino también el arrepentimiento y clamor del remanente fiel del pueblo, que estando cautivo en Babilonia, anhelaba profundamente el regreso a su tierra, así como su restauración, que debía comenzar por el templo de Jehová y la ciudad de Jerusalén.

Dn 9:16; Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.

SU PERDÓN Y RESTAURACIÓN

Dios perdonó y restauró a Israel en muchas ocasiones, como es el caso de la liberación de la cautividad de Babilonia. Pero tras la larga serie histórica de caídas-arrepentimiento-y recaídas, Dios reunirá a Judá y el resto de Israel y los volverá a restaurar de una vez y para siempre, cuando se produzca la esperada y gloriosa segunda venida del Mesías a la tierra. Las siguientes porciones bíblicas, entre otras muchas, revelan lo que acabo de afirmar.

Sal 102:13,19-22; Te levantarás y tendrás misericordia de Sion, porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado... 19 porque miró desde lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra, 20 para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte; 21 para que publique en Sion el nombre de Jehová, y su alabanza en Jerusalén, 22 cuando los pueblos y los reinos se congreguen en uno para servir a Jehová.

Is 40:1-2,9; Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados… 9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!

Is 52:1-3,8-9; Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. 2 Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion. 3 Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados… 8 ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion. 9 Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido.

LA JERUSALÉN TERRENAL COMO FIGURA Y SOMBRA DE LA CELESTIAL

En el apartado anterior se ha expuesto la imperfección y pecaminosidad de la Jerusalén actual (Ap 11:8), que continuamente necesita ser limpiada de toda inmundicia hasta que llegue a ser completamente santa, sin mancha ni arruga alguna.

Ap 11:8; Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.

Pero la permanente liberación y exaltación de Sion y Jerusalén se producirá cuando Cristo regrese para juzgar la tierra, purificarla y establecer en ella el reino de los cielos. Por tanto la Jerusalén terrenal es figura y sombra de la celestial. Esto queda claro en la alegoría de Agar y Sara, en la que la primera simboliza el monte Sinaí, que corresponde a la Jerusalén terrenal, afectada por la esclavitud del pecado, mientras que la segunda representa el monte de Sion y la Jerusalén celestial, libres de toda corrupción. Ésta es la patria y ciudad celestial que anhelan los siervos de Dios de todos los tiempos (Gá 4:25-26; He 11:13,16; He 12:18-19,22).

Gá 4:25-26; Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. 26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.

He 11:13,16; Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra... 16 Pero anhelaban una (patria) mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

He 12:18-19,22; Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba… 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial...

SIÓN, FUTURO CENTRO DE PODER MUNDIAL

La Palabra de Dios, que nunca falla, porque es imposible que Él mienta (He 6:18), emplea simbólicamente en Is 2:3 el término “monte” como centro de poder, refiriéndose en este caso concreto al monte de Sion como la cabeza del poder mundial, que en lo postrero de los tiempos será confirmado y exaltado sobre todas las naciones de la tierra.

Is 2:3 (también Mi 4:1); Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.

Cuando Cristo reine en el monte de Sion y en Jerusalén, aun el resplandor del sol y la luna palidecerán ante la gloria y magnificencia de su poder (Is 24:23). Asimismo cielos y tierra temblarán ante el rugido de su voz. Entonces los hijos de Israel se sentirán seguros y en paz, porque su esperanza, fortaleza, protección y eterna salvación estará en las manos de Dios (Jl 3:16-17).

Is 24:23; La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.

Jl 3:16-17; Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. 17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.

Como ejemplo de la centralidad que tendrá en todos los aspectos Sion y Jerusalén en la tierra cuando Cristo establezca su reino, podemos fijarnos en la infraestructura de transportes de España. En el conjunto de su territorio se ha implementado un modelo radial de comunicaciones terrestres e incluso aéreas, centralizadas en gran parte en Madrid, que prácticamente está situado en el centro geográfico de la península ibérica, lo cual es un factor determinante para que también fuera elegida en su día como capital del país. Como resultado, muchas de las más importantes vías de comunicación pasan por Madrid, por lo que se ha señalado la Plaza del Sol como el kilómetro cero de España, de manera que el kilometraje de todas las vía radiales comienza a contarse desde allí.

Pues bien, el punto kilométrico cero de Israel y de toda la tierra en un mundo futuro será el monte de Sion, en la ciudad de Jerusalén. Esta ciudad ya fue durante siglos el centro político y religioso de Israel, pero durante el reinado milenial de Cristo se convertirá en la capital del mundo para ser de bendición en medio de la Tierra.

Zac 14:16-17; Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 17 Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.

Una cosa que llamó mi atención desde que comencé a familiarizarme con la Biblia, es el uso sistemático del verbo “subir” en relación con los desplazamientos desde cualquier lugar de Israel a Jerusalén, y “descender” cuando el trayecto se hace en sentido inverso. Ahora bien, dichas expresiones no significan que Jerusalén sea la ciudad de Israel situada a mayor altitud sobre el nivel del mar, sino que por haber escogido Dios a Jerusalén y a Sion como el lugar de su morada en la tierra, estos lugares representan una mayor elevación espiritual y un mayor acercamiento a la presencia del Altísimo.

Lo mismo sucede al situar a Dios arriba, en lo más alto de los cielos, y no abajo, en las profundidades de la tierra o del Seol, cuando en realidad Dios está presente en todo el universo y en cada una de sus partes, por ínfimas que sean. Entonces, dado que desde una perspectiva cósmica los conceptos arriba-abajo o derecha-izquierda son relativos, porque necesitan para su ubicación algún punto de referencia, para mí está claro que estas expresiones tienen un sentido figurado, que trasciende las dimensiones físicas para llevarnos a las verdades espirituales.

De ahí que el monte de Sion en Jerusalén sea el más alto y sublime (Jer 31:6; Ez 17:22-23; Mi 4:1), no desde un punto de vista físico, sino espiritual; o que siempre se ascienda al ir a Jerusalén y se descienda al salir de ella, independientemente de la altura física del punto de partida y de llegada.

Jer 31:6; Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos a Sion, a Jehová nuestro Dios.

Ez 17:22-23; Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime. 23 En el monte alto de Israel lo plantaré...

Mi 4:1; Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.

BENDICIONES PASADAS, PRESENTES Y FUTURAS DE JERUSALÉN

JERUSALÉN, CIUDAD DE VERDAD Y SANTIDAD

Así como la iglesia de Cristo es columna y baluarte de la verdad (1 Ti 3:15) en un mundo tenebroso que ha sido arrastrado a la mentira por Satanás, Jerusalén está llamada a ser ciudad de la verdad y santidad por antonomasia, entre otras muchas cualidades positivas, como ser ciudad de justicia, paz, seguridad, etc.

Zac 8:2-3; Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé a Sion con gran celo, y con gran ira la celé. 3 Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.

Zac 8:15-16; ...he pensado hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días; no temáis. 16 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas.

JERUSALÉN, CIUDAD AMADA

Siendo el amor una característica consustancial a Dios, que alcanza a todos los términos de la tierra y sus moradores, ¿cómo no va a amar el lugar que eligió para ser su morada en la tierra? (Sal 87:1-2; Is 62:1-2). Pero Dios no sólo ama entrañablemente a Jerusalén, sino que también despierta el amor de sus hijos por ella (Sal 102:14).

Sal 87:1-2; Su cimiento está en el monte santo. 2 Ama Jehová las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob. 3 Cosas gloriosas se han dicho de ti, ciudad de Dios.

Is 62:1-2; Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.

Sal 102:14; (en referencia a Jerusalén) Porque tus siervos aman sus piedras, y del polvo de ella tienen compasión.

JERUSALÉN, CIUDAD DE LEY, ORDEN Y JUSTICIA

Cristo reinará desde Sion (Sal 2:6) y regirá con vara de hierro todas las naciones. Tratándose de un ser perfecto, que nunca se equivoca, que todo lo que hace es sumamente bueno, será para el mundo una garantía el hecho de que el poder ejecutivo, legislativo y judicial esté controlado por Él, a diferencia de lo que ocurre con los gobiernos humanos que necesitan establecer un sistema equilibrado de división de poderes, o contrapoderes, para tratar de impedir que se imponga una tiranía (Is 33:22).

Sal 2:6; Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte.

Is 33:22; Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.

Por tanto la ley y el orden estarán asegurados, ya que los habitantes de toda la tierra serán instruidos en los caminos de Dios y no se permitirán las injusticias.

Is 2:3; Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

El Señor Jesucristo designará jueces justos y excelentes consejeros que hagan cumplir a la perfección la justicia, hasta el punto de que la ciudad de Jerusalén será sinónimo de Ciudad de justicia y Ciudad fiel (Is 1:26-27). Además, junto a la justicia resplandecerá la sabiduría, la ciencia, el santo temor de Dios y su gran salvación (Is 33:5-6).

Is 1:26-27; Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27 Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.

Is 33:5-6; Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. 6 Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro.

JERUSALÉN, CIUDAD DE PAZ, REPOSO Y PROSPERIDAD

Las premisas de amor, verdad y justicia existentes en Jerusalén, traerán como consecuencia la tan anhelada paz, acompañada de reposo y prosperidad.

Sal 122:6-7; Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman. 7 Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palacios.

Hag 2:9; La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

JERUSALÉN, CIUDAD PROTEGIDA Y SEGURA

Al gozar de la protección del Todopoderoso, quien por medio de Cristo estará de forma visible en medio de su pueblo, Jerusalén experimentará una paz y seguridad absolutas, que le permitirá estar sin muros alrededor, totalmente reposada y confiada.

Sal 125:1-2; Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. 2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.

Is 14:32; ¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones? Que Jehová fundó a Sion, y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.

Is 33:20; Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota...

Zac 2:4-5,10; ...Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. 5 Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella… 10 Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová.

JERUSALÉN, CIUDAD DE ALABANZA, GOZO Y ALEGRÍA

Aun contando con las pruebas y aflicciones que seguiremos padeciendo en este mundo, para los cristianos lo mejor está por venir, cuando Dios restaure la tierra, devolviéndole la pureza que tenía cuando Adán y Eva moraban en el paraíso del Edén. En condiciones tan favorables y con Satanás desactivado y encarcelado, la humanidad en general será mucho más feliz que ahora, sintiéndose satisfecha, gozosa y alegre. Por otra parte, con Israel como principal protagonista, las personas en general reconocerán a Cristo como su señor y salvador, y le tributarán, agradecidos, cánticos de alabanza.

Para ayudarnos a entenderlo y que podamos impregnarnos un poquito del gozo y alegría desbordantes que experimentará el pueblo de Dios, muestro unos cuantos versículos a continuación.

Sal 14:7 (también Sal 53:6); ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Sal 48:1-2; Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. 2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, es el monte de Sion, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey.

Sal 122:1-2; Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos. 2 Nuestros pies estuvieron dentro de tus puertas, oh Jerusalén…

Sal 126:1-3; Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. 2 Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. 3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres.

Is 51:3,11; Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto… 11 Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.

Sirva la siguiente porción como un resumen de las abundantes y variadas bendiciones de Jehová para con su pueblo.

Sof 3:14-17; Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15 Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. 17 Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.

No obstante, hay que tener en cuenta que en ese tiempo el pecado aún no habrá desaparecido de los corazones de una parte de los hombres, quienes obedecerán a la fuerza y no por convicción, ya que el Señor regirá con vara de hierro a todas las naciones para impedir que las consecuencias del pecado afloren en la sociedad (Ap 19:15 y otros). Sólo al final de esa era milenial será suelto Satanás (Ap 20:7-10), que atraerá a los rebeldes de corazón y volverá a engañar a muchos para sublevarse contra Dios y ser estrepitosamente derrotados de manera sobrenatural, poniendo fin definitivamente a toda rebelión humana.

LA NUEVA JERUSALÉN

Pasadas estas cosas, Dios creará un cielo y tierra nuevos donde establecerá la nueva Jerusalén, que perdurará por toda la eternidad. Allí el pecado y sus consecuencias habrán desaparecido por completo, dando paso a una felicidad indescriptible que supera nuestra imaginación y entendimiento actuales. Sólo podemos tener una ligera idea de lo que allí encontraremos, leyendo a los antiguos profetas de Dios, y de manera especial los capítulos 21 y 22 de Apocalipsis, de los que reproduzco el siguiente extracto.

Ap 21:1-4,22-24; Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron... 22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

Muchas más cosas se podrían decir sobre este tema, pero hasta aquí he llegado, por lo que sólo quiero añadir: ¡Aleluya!, y ¡Gloria a Dios!