15/12/20

El mayordomo infiel

(Lc 16:1-15)

En las parábolas del capítulo 15, referidas sucesivamente a la oveja perdida, el dracma perdido y el hijo pródigo, Jesús se dirige a los escribas y fariseos, mientras que en el 16 les habla a sus discípulos. Esto es algo que debemos tener en cuenta para una mejor comprensión de los textos.

En el primer caso Jesús responde a las murmuraciones de los religiosos contra Él por juntarse y comer con los publicanos y pecadores, a los que aquéllos despreciaban y consideraban indignos de estar a su lado. Con dicha actitud los escribas y fariseos evidenciaban una gran falta de amor y compasión por sus semejantes, al no importarles que se perdieran, puesto que no procuraban su arrepentimiento y conversión, tal como hacía Jesús.

En el segundo caso, aunque los fariseos seguían allí presentes (versículo 12), Jesús instruye a sus discípulos para que sepan comportarse fiel y sabiamente como siervos de Dios.

Para evitar discusiones estériles basadas en el uso del lenguaje, no voy a entrar en la polémica de si este relato es una parábola o una alegoría; lo que sí es indudable es la existencia de paralelismos entre este hombre rico y su mayordomo por un lado, y nuestro Padre celestial y cada uno de sus hijos que lo sirven, por otro.

V 1) Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.

Los mayordomos son siervos, ya que sirven a sus señores; pero no son siervos comunes y corrientes a los que se les encomiendan determinados servicios, sino que son personas escogidas por sus amos para gobernar su hacienda, pudiendo tener incluso bajo sus órdenes a otros siervos. Ocupan, por tanto, cargos de gran responsabilidad basados en la confianza que sus amos han depositado en ellos. En la práctica los mayordomos administran la casa y los bienes de sus señores en virtud de una autorización tácita o expresa procedente de éstos.

El hecho de que este texto se refiera a un mayordomo y no a un siervo común, podría llevarnos a pensar que las enseñanzas extraídas de la figura del mayordomo deben aplicarse a los ancianos o pastores que Dios ha puesto en su iglesia al frente del rebaño. Sin embargo, en coincidencia con casi todos los estudiosos y comentaristas de la Biblia, pienso que son aplicables a los seguidores de Cristo en su calidad de siervos, sean o no pastores.

A diferencia de este hombre rico, que se enteró por medio de otras personas de la infidelidad de su mayordomo, Dios, que es el dueño de todas las riquezas y que todo lo ve, sabe al instante y sin necesidad de que nadie lo informe, lo que cada ser humano piensa, dice o hace, sea bueno o malo. De manera que nada escapa a su mirada, pues Él escudriña aun la mente y el corazón de los hombres para dar a cada uno conforme a sus obras (Jer 17:9-10).

Jer 17:9-10; Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

V 2) Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.

El rico propietario de este relato le comunica a su mayordomo su inminente despido, en el que se observan al menos dos particularidades: 1) El despido es incondicional e irrevocable, ya que no se le concede al mayordomo la posibilidad de seguir en la hacienda si se arrepiente de su infidelidad. 2) El hecho de estar ya despedido no exime al mayordomo de tener que rendir cuentas ante su amo por la mala administración de sus bienes.

De modo similar, todos los hijos de Dios un día tendremos que dar cuenta ante el tribunal de Cristo de los bienes que Él nos ha dado para que los administremos conforme a los principios y valores del reino de los cielos. Entonces ya será tarde para enmendar nuestros errores y la obra de cada uno será probada como por fuego; de manera que si ésta permanece sin ser consumida será recompensada, pero si se quema se quedará sin recompensa, si bien la persona será salva en Cristo Jesús (1 Co 3:13-15).

1 Co 3:13-15; ...la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

V 3-4) Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. 4 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.

El disgusto del mayordomo al conocer su despido debió ser mayúsculo, pero no le quedó más remedio que afrontar la realidad. Así que, se puso a pensar en cómo podría sobrevivir al dejar la mayordomía, y consideró que era incapaz de desempeñar trabajos duros, como son las tareas agrícolas; y por otro lado también descartó ponerse a mendigar, porque le resultaba vergonzoso y humillante. Entonces, tras sopesar cuál era para él la mejor salida, tomó la audaz decisión que nos muestran los siguientes versículos.

V 5-7) Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo? 6 El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta. 7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.

Sabiendo que pronto iba a ser expulsado, el mayordomo cometió su última infidelidad, pues en complicidad con los deudores de su amo acordó rebajar a cada uno su deuda, con la esperanza de que al perder su trabajo ellos le devolvieran el favor, recibiéndolo en sus casas. Y parece obvio que la pretensión del mayordomo no era ser recibido como si de una simple visita esporádica se tratara, sino como a un huésped que podría permanecer alojado en sus casas todo el tiempo que necesitase.

V 8) Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.

Es importante entender que este versículo se está refiriendo a un amo y un mayordomo terrenales desde una perspectiva también terrenal. El texto no dice nada de las cualidades morales del amo, con sus posibles vicios y virtudes. Y por otra parte tampoco podemos deducir del mismo que el amo esté justificando la inmoralidad de su mayordomo al elogiar su astucia, ni que hubiera cambiado de opinión con respecto a él, porque si no lo habría readmitido. Lo único que alaba es su sagacidad para tratar de solucionar su problema.

Los hijos de este siglo son las personas mundanas que no sólo están en el mundo, sino que además son o pertenecen a él, a diferencia de los hijos de Dios que están en el mundo, pero no son del mundo (Jn 17:14-15).

Jn 17:14-15; Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

Pues bien, Jesús dice de ellos que son más sagaces que los hijos de luz. Pero, ¿por qué o en qué sentido dice eso? Pues porque en general son más hábiles en obtener provecho de sus semejantes para satisfacer sus deseos en este mundo, que los hijos de luz llevando el mensaje del evangelio a la gente para su salvación y así obtener una gran recompensa en el cielo.

V 9) Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.

A partir de la última y sagaz actuación del mayordomo para obtener injustamente un beneficio de orden material y terrenal, Jesús comienza a extraer enseñanzas provechosas espiritualmente para sus discípulos.

La primera enseñanza es algo compleja por la dificultad que entraña explicar a qué se refieren exactamente los términos “amigos” y “riquezas injustas”. Mi explicación, en base a este texto y el resto de la Palabra, es la siguiente:

Los amigos del anterior versículo son los que por nuestra predicación del evangelio y nuestro ejemplo de vida se arrepienten de sus pecados y se convierten a Cristo, en quien han creído como su señor y salvador. Por otro lado, las riquezas injustas que utilizamos para dicho fin, son todos los bienes, talentos y dones que Dios ha puesto temporalmente en cada uno de nosotros durante esta vida para que los administremos en favor del reino de los cielos. Por consiguiente dichas riquezas nos van a faltar con toda seguridad cuando dejemos esta tierra, ya que no las podemos llevar con nosotros.

En el contexto de este capítulo, las riquezas que poseemos en este mundo son consideradas injustas porque, salvo el Señor Jesús (Jn 8:46; He 4:15), todos los seres humanos somos injustos por naturaleza y, por tanto, ninguna obra de justicia nuestra nos puede hacer merecedores de ellas (Lc 18:19; Ro 3:9-12; Is 64:5-6). Así que todas las riquezas provienen en última instancia de Dios y a Él le pertenecen, sin perjuicio de que se nos conceda la facultad de administrarlas durante el breve periodo de nuestra estancia en la tierra.

Jn 8:46; ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

He 4:15; Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Lc 18:19; Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios (el mismo Jesús queda excluido de esta afirmación general, como acabo de mostrar en los dos versículos anteriores).

Ro 3:9-12; ¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 no hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Is 64:5-6; Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia… 6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia...

Probablemente los amigos que hizo el mayordomo infiel estarían dispuestos a recibir a éste en sus casas, porque lo normal es que le estuvieran agradecidos por el gran favor que les había hecho y se sintieran moralmente obligados a hacerlo. Pero respecto a los amigos “ganados” por la predicación del evangelio no sucederá exactamente lo mismo, ya que tanto ellos como sus hermanos que los han llevado a los pies de Cristo, serán juntamente recibidos o tomados por el mismo Señor e introducidos en las moradas eternas que Él les ha preparado en su ciudad y patria celestial (Jn 14:2-3; He 11:16). Será entonces cuando las almas que hayamos “ganado” para Cristo nos recibirán como visitantes en sus mansiones celestiales, así como nosotros a ellos en una relación de perfecta amistad.

Jn 14:2-3; En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

He 11:16; Pero anhelaban una (patria) mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

V 10) El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.

Este versículo contiene una máxima que declara que no se puede ser fiel o justo en los asuntos de mayor trascendencia sin serlo también en las cosas más pequeñas y sencillas. Es decir, primero tenemos que ser celosos en obedecer fielmente en las pequeñas cosas, lo cual nos servirá de entrenamiento y preparación para superar pruebas mayores. Así estaremos listos para realizar tareas o desempeñar funciones que conlleven un mayor nivel de responsabilidad ante otras personas, si fuera esa la voluntad de Dios, en cuyo caso Él nos dará los dones que necesitemos. La Biblia nos proporciona numerosos ejemplos en este sentido, como pueden ser las historias de Josué (Éx 24:13,33:11; Nm 27:18-20), Gedeón (Jue 6:11-12,14), José, David, etc.

Éx 24:13; Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios.

Éx 33:11; Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.

Nm 27:18-20; Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; 19 y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. 20 Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca.

Jue 6:11-12,14; ...y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. 12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente… 14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?

V 11-12) Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?

En estos dos versículos, que derivan del anterior, la advertencia del Señor a sus discípulos es meridianamente clara para que finalmente nadie se llame a engaño. Las riquezas de la gracia y la gloria del Señor, que son las verdaderas y las que Dios tiene reservadas para cada uno de sus hijos, serán accesibles en el cielo en la medida en que hayamos sido fieles en la administración de las riquezas terrenales que Dios ha puesto en nuestras manos, sin que lo mereciéramos, con la finalidad de que las usemos sabiamente, no como dueños sino como mayordomos, en la extensión del reino de los cielos.

Lc 19:16-17; Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. 17 El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.

V 13) Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Resulta incompatible servir a dos señores a la vez, porque ambos exigirán un servicio excelente que ningún siervo les podrá prestar con una dedicación parcial y fragmentada, ya que si presta más atención a uno de ellos se la restará al otro. Por otra parte, dado que las haciendas de los dos supuestos señores tendrían que estar próximas para que un siervo pueda plantearse siquiera la posibilidad de trabajar alternativamente en ambas, antes o después surgirían conflictos de intereses que obligarían a dicho siervo a decantarse por un amo o por el otro.

Pues bien, Jesús nos dice de manera diáfana que así como un siervo no puede servir a dos señores, sino que tiene que elegir entre uno u otro, tampoco sus discípulos pueden servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo, porque a Él sólo se le puede servir con plena dedicación y a tiempo completo.

¿Quiere eso decir que las riquezas son malas, o que debamos necesariamente desprendernos de ellas? Las riquezas no son malas en sí mismas ni tenemos por qué rechazarlas, sino que debemos administrarlas sabiamente, no sólo para nuestro disfrute, sino también para compartir con otros que lo necesiten y para cooperar en la extensión del reino de los cielos, como ya he dicho antes. Ahora bien, las riquezas son una frecuente causa de tropiezo para muchos que las aman y se dejan enseñorear por ellas. En ese caso es mejor no tenerlas (1 Ti 6:8-10; Pr 30:7-9).

1 Ti 6:8-10; Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Pr 30:7-9; Dos cosas te he demandado; no me las niegues antes que muera: 8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario; 9 no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.

V 14) Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.

¿Por qué razón se burlaban los fariseos de Jesús al oír estas cosas? Supuestamente los fariseos contradecían a Jesús, burlándose de Él, por calificar de injustas las riquezas heredadas u obtenidas lícitamente, pues sostenían la vieja tesis de que Dios prosperaba y bendecía a los justos con abundancia de bienes materiales. De manera que consideraban la posesión de riquezas una señal de que Dios los había bendecido a causa de su justicia, ignorando y despreciando así a los pobres, a pesar de que eran menos injustos que ellos.

Pero en realidad el verdadero motivo por el que se burlaban de Jesús era otro. Lo hacían porque eran avaros (Col 3:5) y Jesús les metía el dedo en la llaga haciéndoselo ver, por lo que les remordía la conciencia y se sentía molestos con Él. Luego lo que incomodaba a los fariseos y provocaba su burla no era una posición teológica diferente a la de Jesús, sino que no les gustaba oír las dolorosas verdades que decía, porque les afectaba a ellos de modo muy directo.

Col 3:5; Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría...

V 15) Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

En respuesta a la actitud despectiva y burlesca de los fariseos, Jesús sacó a relucir una vez más su hipocresía de querer aparentar lo que no eran, porque externamente se mostraban piadosos delante de los hombres para ser alabados por ellos, mientras que por dentro sus corazones estaban llenos de maldad. De ahí que una de sus prácticas pseudo-piadosas fuera llamar la atención de la gente cuando daban limosna para que vieran su generosidad, cuando en realidad eran unos avaros. Por eso también les advirtió Jesús que aunque con su forma de proceder podían engañar a los hombres para recibir de ellos su recompensa en la tierra, no lograrían engañar a Dios y ser recompensados por Él en el cielo.

Mt 6:1-2; Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa…

Mt 23:27-28; ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

No quiero finalizar este estudio, sin antes invitar a cada uno de mis lectores a reflexionar juntos conmigo, sobre las palabras que Jesús dirige tanto a sus discípulos, como a los escribas y fariseos, pidiéndole a Dios que nos muestre nuestras infidelidades como siervos, nos mueva al arrepentimiento y nos ayude a entregarle por completo nuestras vidas para que Él las moldee conforme a su voluntad y para su gloria.

Que el Señor nos bendiga.

21/11/20

Sion y Jerusalén

 

Estos dos nombres ocupan un lugar destacado en la Palabra de Dios, puesto que son citados en ella con mucha frecuencia. Eso me ha motivado a hacer un conjunto de reflexiones, que trato de sintetizar en este estudio.

Antes de nada quiero referirme al monte Hermón, que es el más alto de Israel y en el que quizás tuvo lugar la transfiguración del Señor, ya que este hecho sucedió cuando Jesús recorría la región de Cesarea de Filipos, muy próxima a dicho monte. La Biblia se refiere a él en Dt 4:48 con el nombre de monte de Sion, al que los sidonios llamaban Sirión y los amorreos Senir (Dt 3:8-9; Sal 29:5-6).

Dt 4:4748; ...y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán; dos reyes de los amorreos que estaban de este lado del Jordán, al oriente. 48 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Hermón...

Dt 3:8-9; También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón, de manos de los dos reyes amorreos que estaban a este lado del Jordán. 9 (Los sidonios llaman a Hermón, Sirión; y los amorreos, Senir).

Sal 29:5-6; Voz de Jehová que quebranta los cedros; quebrantó Jehová los cedros del Líbano. 6 Los hizo saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.

Ciertamente existe un paralelismo entre los dos montes de Sion, dado que uno es naturalmente el más alto de Israel, mientras que el otro es el más elevado desde el punto de vista espiritual. Entonces, ¿será que el monte de Sion que está en Jerusalén tomó su nombre del que se halla al norte de Israel para ser destacado espiritualmente como el más sublime de los montes? Dejo la pregunta en el aire como una posible hipótesis, por cuanto el monte Hermón es de vital importancia para Israel, ya que con su abundante nieve y arroyos alimenta al río Jordán, incluyendo el mar de Galilea y el mar Muerto.

ACCESO DEL HOMBRE A LA PRESENCIA DE DIOS

El monte o fortaleza de Sion es un lugar estratégico de Jerusalén (1 Cr 11:5,7). Esta ciudad, y más concretamente este lugar, es el que Dios escogió para hacer construir su santo templo, donde sería invocado su nombre y Él manifestaría su presencia en medio de la congregación.

1 Cr 11:5,7 (también 2 S 5:7,9); Y los moradores de Jebús dijeron a David: No entrarás acá. Mas David tomó la fortaleza de Sion, que es la ciudad de David... 7 Y David habitó en la fortaleza, y por esto la llamaron la Ciudad de David.

En la dinámica de propiciar progresivamente un mayor acercamiento al hombre (Sal 76:1-2), Dios eligió de entre todos los pueblos de la tierra a Israel para ser su pueblo; luego, de manera más selecta a Judá para dar a luz al Mesías; de esta tribu eligió a Jerusalén como la capital del reino; y por último eligió el monte de Sion como el lugar de su morada en la tierra (Sal 9:11; Sal 132:13-14).

Sal 76:1-2; Dios es conocido en Judá; en Israel es grande su nombre. 2 En Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sion.

Sal 9:11; Cantad a Jehová, que habita en Sion; publicad entre los pueblos sus obras.

Sal 132:13-14; Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. 14 Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido.

Similar esquema de gradual acercamiento a Dios se reproduce en otros contextos, como es el caso del tabernáculo y el templo, de los que forman parte el atrio, el lugar santo y el lugar santísimo. Algo parecido sucedió al crear Dios el universo, en el cual puso un planeta llamado Tierra rebosante de vida, exhuberancia y belleza, y dentro del cual escogió el huerto del Edén como lugar de residencia de Adán y punto de encuentro con Él. Asimismo el reinado milenial de Cristo tendrá lugar en un mundo regenerado y en orden; con el pueblo de Israel restaurado, viviendo en paz y con seguridad en su tierra; y con Jerusalén y Sion como capital y centro de poder mundial (Sal 50:1-2).

Sal 50:1-2; El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. 2 De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido.

La Biblia es prolífica en mostrar que junto a cosas buenas existen otras mejores o más excelentes, y aun otras que son incomparablemente buenas. Así ocurre, por ejemplo, con la nueva Jerusalén, la cual se manifestará en el contexto de una tierra y cielos nuevos; o con los discípulos de Jesús, de cuyo grupo Él escogió a doce apóstoles, si bien mantuvo una relación preferente o más estrecha con un reducido círculo de ellos; o con la predicación del evangelio, comenzando por Jerusalén y siguiendo por Judá, todo el territorio de Israel, y el resto de la tierra (Hch 1:4,8); etc.

Hch 1:4,8 (también Lc 24:47,49); Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí… 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

SION Y JERUSALÉN A LO LARGO DE LA HISTORIA

CAÍDA EN PECADO Y CASTIGO DE ISRAEL

Israel empezó a pecar y a rebelarse contra Dios desde el principio, nada más ser liberado el pueblo de su esclavitud en Egipto y aun antes. Lo mismo sucedió desde que Jerusalén fue establecida como capital y el templo de Dios levantado en Sion. A partir de Salomón, el norteño reino de Israel primero, y el de Judá al sur después, se fueron alejando cada vez más de Dios e inclinándose ante los falsos dioses de los pueblos de alrededor, hasta caer por completo en la apostasía.

Y a pesar de los innumerables llamados de Jehová al arrepentimiento, hechos desde muy temprano y sin cesar por medio de sus profetas, los hijos de Israel permanecieron en su obstinada rebeldía sin convertirse. Eso acabó por agotar la paciencia de Dios y desencadenar su ira para darles el tan anunciado y merecido castigo. En consecuencia, Israel y Judá fueron expulsados de la tierra, y Jerusalén totalmente destruida, incluyendo el templo (Jer 23:14; Jer 32:31-35; y otros).

Jer 23:14; Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra.

Jer 32:31-35; De tal manera que para enojo mío y para ira mía me ha sido esta ciudad desde el día que la edificaron hasta hoy, para que la haga quitar de mi presencia, 32 por toda la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá, que han hecho para enojarme, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, y los varones de Judá y los moradores de Jerusalén. 33 Y me volvieron la cerviz, y no el rostro; y cuando los enseñaba desde temprano y sin cesar, no escucharon para recibir corrección. 34 Antes pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola. 35 Y edificaron lugares altos a Baal…

Varios siglos después de la primera toma de Jerusalén, aunque el pueblo no volvió a incurrir de forma generalizada en la idolatría, la mayoría de las personas no amaron de corazón a Dios. Eso lo demuestra el hecho de que no reconocieron a Jesús de Nazaret como el Mesías, pese a haber presenciado numerosas e irrefutables pruebas de ser el ungido de Dios, anunciado desde tiempos antiguos (Lc 13:34-35). Por lo tanto, Jerusalén sería hollada de nuevo por los gentiles comandados por el general romano Tito, igual que había sido destruida anteriormente por el ejército de Nabucodonosor (Lc 21:24).

Lc 13:34-35 (también Mt 23:37-39); ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! 35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.

Lc 21:24; Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.

SU ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN

Después de innumerables caídas, seguidas de arrepentimiento y nuevas recaídas durante toda su historia, el remanente que quede de Israel en el tiempo de la segunda venida de Cristo, se arrepentirá y convertirá a Dios de manera definitiva y para siempre (Is 59:20; Jer 50:4-5; Zac 12:10-11; y un largo etc).

Is 59:20; Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.

Jer 50:4-5; En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios. 5 Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntémonos a Jehová con pacto eterno que jamás se ponga en olvido.

Zac 12:10-11; Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. 11 En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén

El versículo que reproduzco a continuación es parte de una preciosa oración intercesora de Daniel en favor de Israel, similar a las que en su momento hicieron otros grandes siervos de Dios. En este caso creo que el profeta Daniel no sólo expresa sus sentimientos, sino también el arrepentimiento y clamor del remanente fiel del pueblo, que estando cautivo en Babilonia, anhelaba profundamente el regreso a su tierra, así como su restauración, que debía comenzar por el templo de Jehová y la ciudad de Jerusalén.

Dn 9:16; Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.

SU PERDÓN Y RESTAURACIÓN

Dios perdonó y restauró a Israel en muchas ocasiones, como es el caso de la liberación de la cautividad de Babilonia. Pero tras la larga serie histórica de caídas-arrepentimiento-y recaídas, Dios reunirá a Judá y el resto de Israel y los volverá a restaurar de una vez y para siempre, cuando se produzca la esperada y gloriosa segunda venida del Mesías a la tierra. Las siguientes porciones bíblicas, entre otras muchas, revelan lo que acabo de afirmar.

Sal 102:13,19-22; Te levantarás y tendrás misericordia de Sion, porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado... 19 porque miró desde lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra, 20 para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte; 21 para que publique en Sion el nombre de Jehová, y su alabanza en Jerusalén, 22 cuando los pueblos y los reinos se congreguen en uno para servir a Jehová.

Is 40:1-2,9; Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados… 9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!

Is 52:1-3,8-9; Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. 2 Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion. 3 Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados… 8 ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion. 9 Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido.

LA JERUSALÉN TERRENAL COMO FIGURA Y SOMBRA DE LA CELESTIAL

En el apartado anterior se ha expuesto la imperfección y pecaminosidad de la Jerusalén actual (Ap 11:8), que continuamente necesita ser limpiada de toda inmundicia hasta que llegue a ser completamente santa, sin mancha ni arruga alguna.

Ap 11:8; Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.

Pero la permanente liberación y exaltación de Sion y Jerusalén se producirá cuando Cristo regrese para juzgar la tierra, purificarla y establecer en ella el reino de los cielos. Por tanto la Jerusalén terrenal es figura y sombra de la celestial. Esto queda claro en la alegoría de Agar y Sara, en la que la primera simboliza el monte Sinaí, que corresponde a la Jerusalén terrenal, afectada por la esclavitud del pecado, mientras que la segunda representa el monte de Sion y la Jerusalén celestial, libres de toda corrupción. Ésta es la patria y ciudad celestial que anhelan los siervos de Dios de todos los tiempos (Gá 4:25-26; He 11:13,16; He 12:18-19,22).

Gá 4:25-26; Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. 26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.

He 11:13,16; Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra... 16 Pero anhelaban una (patria) mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

He 12:18-19,22; Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba… 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial...

SIÓN, FUTURO CENTRO DE PODER MUNDIAL

La Palabra de Dios, que nunca falla, porque es imposible que Él mienta (He 6:18), emplea simbólicamente en Is 2:3 el término “monte” como centro de poder, refiriéndose en este caso concreto al monte de Sion como la cabeza del poder mundial, que en lo postrero de los tiempos será confirmado y exaltado sobre todas las naciones de la tierra.

Is 2:3 (también Mi 4:1); Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.

Cuando Cristo reine en el monte de Sion y en Jerusalén, aun el resplandor del sol y la luna palidecerán ante la gloria y magnificencia de su poder (Is 24:23). Asimismo cielos y tierra temblarán ante el rugido de su voz. Entonces los hijos de Israel se sentirán seguros y en paz, porque su esperanza, fortaleza, protección y eterna salvación estará en las manos de Dios (Jl 3:16-17).

Is 24:23; La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.

Jl 3:16-17; Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. 17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.

Como ejemplo de la centralidad que tendrá en todos los aspectos Sion y Jerusalén en la tierra cuando Cristo establezca su reino, podemos fijarnos en la infraestructura de transportes de España. En el conjunto de su territorio se ha implementado un modelo radial de comunicaciones terrestres e incluso aéreas, centralizadas en gran parte en Madrid, que prácticamente está situado en el centro geográfico de la península ibérica, lo cual es un factor determinante para que también fuera elegida en su día como capital del país. Como resultado, muchas de las más importantes vías de comunicación pasan por Madrid, por lo que se ha señalado la Plaza del Sol como el kilómetro cero de España, de manera que el kilometraje de todas las vía radiales comienza a contarse desde allí.

Pues bien, el punto kilométrico cero de Israel y de toda la tierra en un mundo futuro será el monte de Sion, en la ciudad de Jerusalén. Esta ciudad ya fue durante siglos el centro político y religioso de Israel, pero durante el reinado milenial de Cristo se convertirá en la capital del mundo para ser de bendición en medio de la Tierra.

Zac 14:16-17; Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 17 Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.

Una cosa que llamó mi atención desde que comencé a familiarizarme con la Biblia, es el uso sistemático del verbo “subir” en relación con los desplazamientos desde cualquier lugar de Israel a Jerusalén, y “descender” cuando el trayecto se hace en sentido inverso. Ahora bien, dichas expresiones no significan que Jerusalén sea la ciudad de Israel situada a mayor altitud sobre el nivel del mar, sino que por haber escogido Dios a Jerusalén y a Sion como el lugar de su morada en la tierra, estos lugares representan una mayor elevación espiritual y un mayor acercamiento a la presencia del Altísimo.

Lo mismo sucede al situar a Dios arriba, en lo más alto de los cielos, y no abajo, en las profundidades de la tierra o del Seol, cuando en realidad Dios está presente en todo el universo y en cada una de sus partes, por ínfimas que sean. Entonces, dado que desde una perspectiva cósmica los conceptos arriba-abajo o derecha-izquierda son relativos, porque necesitan para su ubicación algún punto de referencia, para mí está claro que estas expresiones tienen un sentido figurado, que trasciende las dimensiones físicas para llevarnos a las verdades espirituales.

De ahí que el monte de Sion en Jerusalén sea el más alto y sublime (Jer 31:6; Ez 17:22-23; Mi 4:1), no desde un punto de vista físico, sino espiritual; o que siempre se ascienda al ir a Jerusalén y se descienda al salir de ella, independientemente de la altura física del punto de partida y de llegada.

Jer 31:6; Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos a Sion, a Jehová nuestro Dios.

Ez 17:22-23; Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime. 23 En el monte alto de Israel lo plantaré...

Mi 4:1; Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.

BENDICIONES PASADAS, PRESENTES Y FUTURAS DE JERUSALÉN

JERUSALÉN, CIUDAD DE VERDAD Y SANTIDAD

Así como la iglesia de Cristo es columna y baluarte de la verdad (1 Ti 3:15) en un mundo tenebroso que ha sido arrastrado a la mentira por Satanás, Jerusalén está llamada a ser ciudad de la verdad y santidad por antonomasia, entre otras muchas cualidades positivas, como ser ciudad de justicia, paz, seguridad, etc.

Zac 8:2-3; Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé a Sion con gran celo, y con gran ira la celé. 3 Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.

Zac 8:15-16; ...he pensado hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días; no temáis. 16 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas.

JERUSALÉN, CIUDAD AMADA

Siendo el amor una característica consustancial a Dios, que alcanza a todos los términos de la tierra y sus moradores, ¿cómo no va a amar el lugar que eligió para ser su morada en la tierra? (Sal 87:1-2; Is 62:1-2). Pero Dios no sólo ama entrañablemente a Jerusalén, sino que también despierta el amor de sus hijos por ella (Sal 102:14).

Sal 87:1-2; Su cimiento está en el monte santo. 2 Ama Jehová las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob. 3 Cosas gloriosas se han dicho de ti, ciudad de Dios.

Is 62:1-2; Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.

Sal 102:14; (en referencia a Jerusalén) Porque tus siervos aman sus piedras, y del polvo de ella tienen compasión.

JERUSALÉN, CIUDAD DE LEY, ORDEN Y JUSTICIA

Cristo reinará desde Sion (Sal 2:6) y regirá con vara de hierro todas las naciones. Tratándose de un ser perfecto, que nunca se equivoca, que todo lo que hace es sumamente bueno, será para el mundo una garantía el hecho de que el poder ejecutivo, legislativo y judicial esté controlado por Él, a diferencia de lo que ocurre con los gobiernos humanos que necesitan establecer un sistema equilibrado de división de poderes, o contrapoderes, para tratar de impedir que se imponga una tiranía (Is 33:22).

Sal 2:6; Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte.

Is 33:22; Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.

Por tanto la ley y el orden estarán asegurados, ya que los habitantes de toda la tierra serán instruidos en los caminos de Dios y no se permitirán las injusticias.

Is 2:3; Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

El Señor Jesucristo designará jueces justos y excelentes consejeros que hagan cumplir a la perfección la justicia, hasta el punto de que la ciudad de Jerusalén será sinónimo de Ciudad de justicia y Ciudad fiel (Is 1:26-27). Además, junto a la justicia resplandecerá la sabiduría, la ciencia, el santo temor de Dios y su gran salvación (Is 33:5-6).

Is 1:26-27; Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27 Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.

Is 33:5-6; Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. 6 Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro.

JERUSALÉN, CIUDAD DE PAZ, REPOSO Y PROSPERIDAD

Las premisas de amor, verdad y justicia existentes en Jerusalén, traerán como consecuencia la tan anhelada paz, acompañada de reposo y prosperidad.

Sal 122:6-7; Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman. 7 Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palacios.

Hag 2:9; La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

JERUSALÉN, CIUDAD PROTEGIDA Y SEGURA

Al gozar de la protección del Todopoderoso, quien por medio de Cristo estará de forma visible en medio de su pueblo, Jerusalén experimentará una paz y seguridad absolutas, que le permitirá estar sin muros alrededor, totalmente reposada y confiada.

Sal 125:1-2; Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. 2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.

Is 14:32; ¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones? Que Jehová fundó a Sion, y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.

Is 33:20; Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota...

Zac 2:4-5,10; ...Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. 5 Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella… 10 Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová.

JERUSALÉN, CIUDAD DE ALABANZA, GOZO Y ALEGRÍA

Aun contando con las pruebas y aflicciones que seguiremos padeciendo en este mundo, para los cristianos lo mejor está por venir, cuando Dios restaure la tierra, devolviéndole la pureza que tenía cuando Adán y Eva moraban en el paraíso del Edén. En condiciones tan favorables y con Satanás desactivado y encarcelado, la humanidad en general será mucho más feliz que ahora, sintiéndose satisfecha, gozosa y alegre. Por otra parte, con Israel como principal protagonista, las personas en general reconocerán a Cristo como su señor y salvador, y le tributarán, agradecidos, cánticos de alabanza.

Para ayudarnos a entenderlo y que podamos impregnarnos un poquito del gozo y alegría desbordantes que experimentará el pueblo de Dios, muestro unos cuantos versículos a continuación.

Sal 14:7 (también Sal 53:6); ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Sal 48:1-2; Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. 2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, es el monte de Sion, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey.

Sal 122:1-2; Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos. 2 Nuestros pies estuvieron dentro de tus puertas, oh Jerusalén…

Sal 126:1-3; Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. 2 Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. 3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres.

Is 51:3,11; Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto… 11 Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.

Sirva la siguiente porción como un resumen de las abundantes y variadas bendiciones de Jehová para con su pueblo.

Sof 3:14-17; Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15 Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. 17 Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.

No obstante, hay que tener en cuenta que en ese tiempo el pecado aún no habrá desaparecido de los corazones de una parte de los hombres, quienes obedecerán a la fuerza y no por convicción, ya que el Señor regirá con vara de hierro a todas las naciones para impedir que las consecuencias del pecado afloren en la sociedad (Ap 19:15 y otros). Sólo al final de esa era milenial será suelto Satanás (Ap 20:7-10), que atraerá a los rebeldes de corazón y volverá a engañar a muchos para sublevarse contra Dios y ser estrepitosamente derrotados de manera sobrenatural, poniendo fin definitivamente a toda rebelión humana.

LA NUEVA JERUSALÉN

Pasadas estas cosas, Dios creará un cielo y tierra nuevos donde establecerá la nueva Jerusalén, que perdurará por toda la eternidad. Allí el pecado y sus consecuencias habrán desaparecido por completo, dando paso a una felicidad indescriptible que supera nuestra imaginación y entendimiento actuales. Sólo podemos tener una ligera idea de lo que allí encontraremos, leyendo a los antiguos profetas de Dios, y de manera especial los capítulos 21 y 22 de Apocalipsis, de los que reproduzco el siguiente extracto.

Ap 21:1-4,22-24; Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron... 22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

Muchas más cosas se podrían decir sobre este tema, pero hasta aquí he llegado, por lo que sólo quiero añadir: ¡Aleluya!, y ¡Gloria a Dios!

12/10/20

Identidad de los recabitas

        INTRODUCCIÓN

En el capítulo 35 de Jeremías los recabitas cobran un especial protagonismo, ya que tras salir victoriosos de la prueba a la que Jehová los sometió, fueron puestos como ejemplo de fidelidad y obediencia frente al pueblo rebelde de Judá. Y a diferencia de éste, que sufriría el merecido castigo, los recabitas serían bendecidos con la promesa de Jehová de que nunca faltaría un varón de ellos delante de su presencia todos los días.

Al final de este estudio trataré con más detalle lo expuesto en dicho capítulo, pero antes de nada es conveniente saber que los recabitas provienen de los ceneos. Ahondaré, pues, en las raíces de esta familia y expondré los hechos más relevantes que nos muestra la Biblia sobre los ceneos.

LOS RECABITAS PROCEDEN DE RECAB, PADRE DE JONADAB

Así se indica reiteradamente en el capítulo 35 de Jeremías. Pero, ¿quiénes eran estos personajes? Jonadab aparece en 2 R 10:15-28 como aliado y acompañante de Jehú en la consumación del exterminio de la casa de Acab y en la matanza de los siervos de Baal y la destrucción de su templo. Estos hechos demuestran el celo de Jonadab por Jehová y su firme determinación contra la idolatría.

2 R 10:15,23; Yéndose luego de allí, se encontró con Jonadab hijo de Recab; y después que lo hubo saludado, le dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues que lo es, dame la mano. Y él le dio la mano. Luego lo hizo subir consigo en el carro… 23 Y entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal

En cuanto a su padre Recab la Biblia no relata ninguna anécdota de él. Hay un posible indicio de su origen en 1 Cr 2:55, donde se dice que la casa de Recab procede de los ceneos que vinieron de Hamat, al norte de Israel, los cuales se establecieron en la ciudad de Jabes y fueron escribas.

1 Cr 2:55; Y las familias de los escribas que moraban en Jabes fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos, los cuales son los ceneos que vinieron de Hamat padre de la casa de Recab.

Desconocemos a qué se dedicó Recab y si tuvo otros hijos que ejercieran profesiones diferentes a la del pastoreo, como parece que ocurrió con Jonadab, el cual mandó a sus hijos vivir como pastores nómadas en tiendas (Jer 35:6-7). Luego 1 Cr 2:55 podría tal vez referirse a descendientes de algún hermano de Jonadab, hijo de Recab, pertenecientes a los ceneos, que vinieron de Hamat y se establecieron en Jabes como escribas. Pero como no quiero basarme en simples conjeturas, por muy verosímiles que parezcan, resumo este párrafo diciendo que el Recab mencionado en 1 Cr 2:55 puede que sea el padre de Jonadab, o puede que no.

Jer 35:6-7; Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos; 7 ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis.

En cambio del Recab que es mencionado en 2 Samuel 4 sí que se puede afirmar con total seguridad que no es el padre del Jonadab que aparece en Jeremías 35, porque entre los hechos relatados en estas dos porciones bíblicas hay una diferencia de casi 175 años, y en esa época ni Jonadab ni ningún otro ser humano vivió tanto tiempo.

2 S 4:2-3; Y el hijo de Saúl (Is-boset) tenía dos hombres, capitanes de bandas de merodeadores; el nombre de uno era Baana, y el del otro, Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era también contado con Benjamín, 3 pues los beerotitas habían huido a Gitaim, y moran allí como forasteros hasta hoy).

ORIGEN DE LOS CENEOS

Aunque no esté claro su origen, sabemos que ya existían en tiempos de Abraham (Gn 15:18-19), por lo que es posible que sean el pueblo “sineo”, descendiente de Canaán, hijo de Cam, al que se refiere Gn 10:17.

Gn 15:18-19; En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los admoneos…

Gn 10:6,15-18 (también 1 Cr 1:8,13-16); Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán15 Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het, 16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo, 17 al heveo, al araceo, al sineo, 18 al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos.

¿CENEOS Y MADIANITAS SON EL MISMO PUEBLO?

Se observa en varios pasajes de la Biblia que al suegro de Moisés, Jetro, también llamado Reuel (Ex 2:18-19,21) o Ragüel, se le considera a la vez madianita (Ex 3:1; Nm 10:29) y ceneo (Jue 1:16; Jue 4:11).

Ex 2:18-19,21; Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? 19 Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas... 21 Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés.

Ex 3:1; Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

Nm 10:29; Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro...

Jue 1:16; Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés…

Jue. 4:11; Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés…

Pero mientras el origen de los madianitas está bien documentado, pues sabemos que descienden de la unión de Abraham con Cetura, siendo por tanto semitas, al menos en parte (Gn 25:1-2), no sucede lo mismo con los ceneos que, como antes he mostrado, ya existían con anterioridad a la aparición de los madianitas y que probablemente provienen de los cananeos, descendientes a su vez de Cam.

Gn 25:1-2 (también 1 Cr 1:32); Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura, 2 la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa.

Entonces, la única solución que encuentro a este aparente dilema es que los madianitas debieron convivir con los ceneos en su territorio, emparentando incluso con ellos y formando un único pueblo (sería algo parecido a los celtíberos, que se formaron en la península ibérica mediante la unión de los celtas y los íberos).

NO HAY QUE CONFUNDIR A LOS CENEOS CON LOS CENEZEOS

Aunque es probable que existiera una buena relación de vecindad entre ellos, además de que los dos se llevaron bien con Israel y obtuvieron bendiciones de Jehová, son dos pueblos diferentes, como hemos visto en el texto de Gn 15:18-19, en el que se nombran por separado.

De manera similar a lo que aconteció con los ceneos, tal como veremos en otro apartado, los cenezeos, o al menos una parte o familia de ellos, creyeron en Jehová y le fueron fieles (Nm 32:11-12; Jos 14:13-14), por lo que fueron grandemente bendecidos y recibieron heredad entre los hijos de Judá (Jos 15:13,16-17). A este respecto los nombres más ilustres de los cenezeos que aparecen en la Biblia son Caleb y su hermano menor Otoniel (Jue 3:9-11).

Nm 32:11-12; No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; 12 excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová.

Jos 14:13-14; Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. 14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.

Jos 15:13,16-17; Mas a Caleb hijo de Jefone dio su parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de Jehová a Josué; la ciudad de Quiriat-arba padre de Anac, que es Hebrón… 16 Y dijo Caleb: Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré mi hija Acsa por mujer. 17 Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz hermano de Caleb; y él le dio su hija Acsa por mujer.

Jue 3:9-11; Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. 10 Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim. 11 Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.

LA DISPERSIÓN DE LOS CENEOS

El hecho de que fueran pastores nómadas favoreció su dispersión en busca de pastos para su ganado. Identificados en la Biblia ya sea como ceneos, o como madianitas, se movieron por distintos territorios. Además de la tierra de Madián, se extendieron por la península del Sinaí, el Neguev (1 S 27:10), Moab (Nm 22:4,7) e incluso algunas familias llegaron hasta Cedes y Hamat, en los límites de la tribu de Neftalí con Siria (Jue 4:11; 1 Cr 2:55).

1 S 27:10; Y decía Aquis: ¿Dónde habéis merodeado hoy? Y David decía: En el Neguev de Judá, y el Neguev de Jerameel, o en el Neguev de los ceneos.

Nm 22:4,7; Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo… 7 Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac.

Jue 4:11; Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes.

1 Cr 2:55; Y las familias de los escribas que moraban en Jabes fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos, los cuales son los ceneos que vinieron de Hamat padre de la casa de Recab.

AMISTAD DE LOS ISRAELITAS CON UNA PARTE DE LOS CENEOS

La vinculación familiar de Moisés con Jetro, el cual dio su hija Séfora a Moisés por esposa en la tierra de Madián, donde convivieron por espacio de cuarenta años, fue lo que dio inicio a una fructífera y perdurable relación de amistad. Ésta se transmitiría de manera natural a Hobab, hijo de Jetro (Nm 10:29), y luego se extendería a una parte de los ceneos o madianitas. Es importante precisar que esa buena relación se mantuvo sólo con una parte de este pueblo (1 S 15:6; 1 S 30:26-31), porque con el resto de los ceneos o madianitas hubo gran hostilidad (Nm 25:16-17; Jue 6:1-4).

Nm 10:29; Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel.

1 S 15:6; Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec.

1 S 30:26-31; Y cuando David llegó a Siclag, envió del botín a los ancianos de Judá, sus amigos, diciendo: He aquí un presente para vosotros del botín de los enemigos de Jehová. 27 Lo envió a los que estaban en Bet-el, en Ramot del Neguev, en Jatir, 28 en Aroer, en Sifmot, en Estemoa, 29 en Racal, en las ciudades de Jerameel, en las ciudades del ceneo, 30 en Horma, en Corasán, en Atac, 31 en Hebrón, y en todos los lugares donde David había estado con sus hombres.

Nm 25:16-17 (también Nm 31:1-3); Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 17 Hostigad a los madianitas, y heridlos, 18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.

Jue 6:1-4; Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. 2 Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. 3 Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. 4 Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.

COHABITACIÓN E INTEGRACIÓN DE FAMILIAS CENEAS EN ISRAEL

Nm 10:29-34; Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel. 30 Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra y a mi parentela. 31 Y él le dijo: Te ruego que no nos dejes; porque tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos. 32 Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos bien. 33 Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del pacto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso. 34 Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que salieron del campamento.

El anterior pasaje puede interpretarse de dos formas: 1) Que Hobab finalmente rechazó partir con Israel hacia la tierra prometida. 2) Que ante la insistencia de Moisés, Hobab recapacitó y decidió acompañar al pueblo de Israel. El problema es que el versículo 33 deja la cuestión en el aire, porque no aclara si los israelitas partieron con Hobab o sin él.

Un servidor había dado por supuesto que Hobab se había apartado en ese tiempo de Israel, pero ahora me inclino a pensar más bien lo contrario. Si Hobab no continuó acompañando a Israel, sí que debieron hacerlo al menos algunos de sus hombres, a juzgar por lo que nos dice Jue 1:16 y otras porciones que ya he expuesto anteriormente, como 1 Cr 2:55, 1 S 30:26-31 y sobre todo 1 S 15:6, donde dice: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto.

Jue 1:16; Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.

LOS RECABITAS COMO EJEMPLO DE OBEDIENCIA

El motivo por el que Jonadab mandó a sus hijos y sucesivos descendientes que habitaran en tiendas y se abstuvieran de beber vino, tener heredades, construir casas, sembrar la tierra y plantar viñas, no se sabe, porque la Biblia no lo explica. Pero es probable que en su celo por Dios (2 R 10:15,23), Jonadab quisiera proteger a su familia de pecar contra Jehová, apartándola de pueblos y ciudades, ya que dichos lugares suelen estar más expuestos a la influencia del paganismo y la idolatría, con el riesgo de corromperse moralmente e incurrir en rebeldía. Es como si quisieran apartarse en santidad del mundo para ser fieles a Dios, de manera similar a lo que sucede espiritualmente con los seguidores de Cristo (1 P 2:11-12).

1 P 2:11-12; Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.

En esa misma línea, Jonadab nos recuerda también a los patriarcas de Israel que moraron en tiendas como extranjeros y peregrinos sobre la tierra, esperando por fe una patria y ciudad celestial, con las que ninguna de origen terrenal se puede comparar.

He 11:9-10,13-16; Por la fe habitó (se refiere a Abraham) como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios ...13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

Otra gran enseñanza que podemos extraer de los recabitas, y con esto concluyo, es que la obediencia a Dios pasa, entre otras cosas, por la sujeción a nuestros padres terrenales. Esto creo que se está dejando un poco de lado en estos últimos tiempos, debido a la relajación de costumbres y la progresiva influencia del mundo en la vida de los creyentes, con ideas tales como la democracia en el seno familiar, el feminismo, etc, que son completamente ajenas a las doctrinas bíblicas. Por algo Dios nos recuerda en su Palabra que la obediencia y honra debida a nuestros padres es el primer mandamiento con promesa (Ef 6:1-3; Dt 5:16; etc)

Ef 6:1-3 (también Ex 12:20 y Dt 5:16); Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Tal como había sido anunciado por Dios muchos siglos antes (Dt 11:26-28), la casa de Israel primero y la de Judá después, sufrirían las consecuencias de su pertinaz rebeldía contra Jehová, acarreando para ellos maldición. Por el contrario los recabitas, que de modo admirable seguían siendo obedientes a su padre Jonadab 280 años después, serían grandemente bendecidos (Jer 35:17-19).

Dt 11:26-28; He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.

Jer 35:17-19; Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido. 18 Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mandó; 19 por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No faltará de Jonadab hijo de Recab un varón que esté en mi presencia todos los días.

Bendiciones en Cristo.