26/4/23

El liderazgo femenino en la Iglesia

INTRODUCCIÓN

El liderazgo de las mujeres en la iglesia de Cristo era un hecho excepcional antes del siglo veinte. Desde entonces se ha ido extendiendo por todo el mundo en numerosas congregaciones de diferentes denominaciones religiosas. En las últimas décadas el número de mujeres que dirige una congregación, o que cursa estudios de pastor en seminarios bíblicos, está avanzando en paralelo con la evolución de la ideología feminista, que está consiguiendo poner cada día más mujeres en posiciones de liderazgo en casi todos los ámbitos de la sociedad.

Ante este estado de cosas cabe que nos preguntemos si se trata de un genuino movimiento del Espíritu Santo propio de estos tiempos finales, o de una perniciosa influencia del mundo en la Iglesia. Más en concreto debemos tratar de responder a la siguiente pregunta: ¿Es conforme a la voluntad de Dios que las mujeres prediquen y pastoreen en las iglesias, o eso es un acto de rebeldía en contra de su Palabra?

EXCEPCIONES QUE CONFIRMAN LA REGLA

En toda la Biblia se observa claramente que Dios puso a los varones al frente de todas las instituciones, desde la familia, hasta el gobierno o reinado, pasando por el sacerdocio, la redacción de las sagradas escrituras, los padres de las doce tribus de Israel, el apostolado fundacional de la Iglesia, la elección de los ancianos, etc. De manera que los contados casos de mujeres que estuvieron en una posición de dominio sobre los hombres son excepcionales. Eso no significa que Dios no haya usado a las mujeres para otros grandes propósitos.

Como gobernadora de Israel hay un solo caso: el de Débora (Jue 4:4-5,8-9;). Eso ocurrió durante la época del gobierno de los jueces, en el que cada uno hacía lo que bien le parecía (Jue 17:6; 21:25), en vez de guiarse por la Palabra de Dios (Dt 12:8-9). Por eso Dios levantó a una mujer como Débora para avergonzar a los hombres, al no andar éstos en obediencia y no buscar a Jehová. Lo cierto es que los planes y propósitos de Dios tienen que cumplirse necesariamente, por lo que si los que son llamados se niegan, otros los sustituirán (Lc 3:8, 19:39-40).

Jue 4:4-5,8-9; Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; 5 y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio… 8 Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. 9 Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.

Jue 17:6 (también Jue 21:25); En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.

Dt 12:8-9; No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, 9 porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios.

Lc 3:8 (también Mt 3:8-9); Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

Lc 19:39-40; Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. 40 El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.

Otro caso que suelen citar los defensores del liderazgo de las mujeres en las iglesias es el de Ester. Pero su posición de liderazgo no es extrapolable al gobierno de las iglesias por varias razones: 1) no reinó sobre Israel, sino sobre un imperio gentil; 2) se sujetó como esposa y reina al rey Asuero (más conocido en las crónicas históricas como Jerjes); 3) se sometió a la autoridad de su primo Mardoqueo, que la había adoptado como hija al fallecer sus padres.

No olvidemos que Mardoqueo llegó a ser en ese tiempo el principal líder de los judíos (Est 10:3). Así que Ester, aparte de ser de reina, fue un ejemplo de sumisión a su marido y a su padre adoptivo (Est 1:21-22; 2:20). En todo caso Dios la levantó principalmente como instrumento de salvación para su pueblo (Est 4:14). Entonces, el hecho de que Dios usara poderosamente a Ester sólo indica que las mujeres, igual que los hombres, pueden ser escogidos por Él para cumplir sus propósitos; pero no puede servir de guía para la ordenación de mujeres como pastoras en las iglesias.

Est 10:3; Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje.

Est 1:21-22; Agradó esta palabra a los ojos del rey y de los príncipes, e hizo el rey conforme al dicho de Memucán; 22 pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo que todo hombre afirmase su autoridad en su casa; y que se publicase esto en la lengua de su pueblo.

Est 2:20; Y Ester, según le había mandado Mardoqueo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando él la educaba.

Est 4:14; Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?

OTROS EJEMPLOS NOTABLES DE MUJERES USADAS POR DIOS

Tal es el caso de María, la hermana de Aarón y Moisés; de Sara, Rebeca y Raquel, esposas de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob; de Rahab la ramera, esposa de Salmón y tatarabuela del rey David; de Rut, esposa de Booz y bisabuela de David; de Ana, mujer de Elcana y madre de Samuel; de Hulda, profetisa en tiempos del rey Josías; de Elisabet, esposa del sacerdote Zacarías y madre de Juan el Bautista; de María, la madre del Señor; de Ana, la profetisa viuda de la tribu de Aser; de María Magdalena y las demás mujeres piadosas que servían a Jesús; de Priscila, esposa de Aquila; etc.

Aunque de los 66 libros que componen la Biblia, ni uno solo fue escrito por mujeres, éstas profetizaron en muchas ocasiones. La mayor parte de las que he mencionado en el párrafo anterior lo hicieron, ya sea de forma esporádica o habitual. Además, no sólo muchas mujeres recibieron el don de profecía, sino que algunas de ellas son mencionadas específicamente en la Palabra como profetisas.

Entre ellas tenemos el caso de María (Éx 15:20), Débora (Jue 4:4), Hulda (2 R 22:14), la profetisa que se desposó con Isaías (Is 8:3), Ana (Lc 2:36-37), y por último las hijas del evangelista Felipe (Hch 21:8-9). Naturalmente a éstas hay que añadir las que sin ser expresamente nombradas profetisas sabemos que de hecho profetizaron mediante oraciones, cánticos o cualquier otro tipo de declaración inspirada por el Espíritu Santo.

Éx 15:20; Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.

2 R 22:14 (también 2 Cr 34:22); Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.

Is 8:3; Y me llegué a la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová (a Isaías): Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz.

Lc 2:36-37; Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.

Hch 21:8-9; Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. 9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.

Hecha esta aproximación al tema del liderazgo femenino en la Iglesia, quiero centrarme a continuación en el núcleo doctrinal de lo que la Palabra nos enseña al respecto.

DIOS PUSO COMO CABEZA AL HOMBRE SOBRE LA MUJER

Este hecho es indiscutible de acuerdo a lo que está claramente manifestado en la Palabra de Dios. Eso lo podemos ver en Col 3:18-19, donde se afirma la autoridad del marido sobre su esposa, con la contrapartida de que él debe amarla y ser considerado con ella. Además de eso 1 P 3:1-2,7 nos dice que una conducta casta y respetuosa de las mujeres sujetas a sus maridos, puede servir de estímulo para que los incrédulos conozcan al Señor. Por su parte los maridos no tendrán estorbo en sus oraciones, si se conducen con ellas sabiamente, dándoles honor como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia.

Col 3:18-19; Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

1 P 3:1-2,7; Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa... 7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

A lo anterior, 1 Co 11:3 y Ef 5:22-25,33 añaden el orden o jerarquía en el que se inserta la autoridad del varón sobre la mujer, así como la relación de Cristo con la Iglesia como modelo a seguir por los matrimonios. Se presupone que es difícil para la mujer someterse a su marido; pero tampoco le es fácil a éste cumplir con su responsabilidad de amar a su esposa y entregarse totalmente por ella, como hizo Cristo con la Iglesia.

1 Co 11:3; Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

Ef 5:22-25,33; Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella… 33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

SUJECIÓN DE LA MUJER AL HOMBRE

La Iglesia es una extensión del hogar, en el sentido de que la santidad nace de la relación individual de cada creyente con Cristo, que afecta en primer lugar a los integrantes de la familia y se traslada a la convivencia en las iglesias. Por eso en 1 Co 14:33-37 Pablo manda callar a las mujeres de Corinto, tal como había dispuesto para las demás iglesias. Como iremos viendo al analizar otros textos, esta prohibición del apóstol no consistía en que las mujeres debían permanecer mudas todo el tiempo, sino en que no podían dirigir el culto ni enseñar o predicar en la congregación, ya que eso estaba reservado a los varones. Ahora bien, lo más reseñable de esta orden es que no proviene de una opinión o conveniencia de Pablo, sino de un mandamiento del Señor.

1 Co 14:33-37; ...Como en todas las iglesias de los santos, 34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado? 37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.

En 1 Ti 2:11-14 Pablo no sólo corrobora la anterior restricción en favor de los hombres, sino que además declara que está fundamentada en el diseño original de la creación del hombre y la mujer, así como en el hecho de que Eva fue quien primero desobedeció en el Edén, dejándose engañar por Satanás.

1 Ti 2:11-14; La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva (Gn 2:7,21-22); 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión (Gn 3:1-6).

En la siguiente porción de 1 Co 11:4-5,7-10 el apóstol, basándose en el hecho de que la mujer procede del hombre en el plan divino de la Creación, y que fue diseñada para complementar y ayudar al varón (Gn 2:18,21-23), nos enseña que, a diferencia de éste, la mujer debe cubrir su cabeza como señal de sujeción a la autoridad cuando ora o profetiza en la congregación.

1 Co 11:4-5,7-10; Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. 5 Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza… 7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. 8 Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, 9 y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 10 Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.

Este mandato es muy interesante, porque al decir que la mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta afrenta su cabeza, nos muestra que las mujeres pueden orar y profetizar con tal que se cubran la cabeza. Así que aunque no puedan pastorear las iglesias, pueden orar y profetizar con la cabeza cubierta. 

A diferencia de los primeros tiempos de la Iglesia, en los que Dios  aún seguía revelando su Palabra y se estaba conformando la doctrina cristiana, muchos estudiosos de la Palabra niegan la vigencia de las profecías en la actualidad, una vez completado el canon de las ecrituras. Está claro que no puede haber ninguna profecía que añada o quite nada de lo que ya está escrito, pero no está tan claro que no pueda haber otra clase de revelaciones proféticas. Por mi parte no voy a entrar ahora en esta polémica, porque no estoy seguro de ninguna de las posiciones enfrentadas.

Volviendo a incidir en 1 Co 11:4-5,7-10, el versículo diez se refiere probablemente al testimonio que debemos dar a los ángeles, los cuales están presentes de manera invisible en las congregaciones, enviados por Dios para contemplar y ser testigos de lo que en ellas ocurre (Mt 18:10).

Mt 18:10; Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.

REQUISITOS PARA SER DESIGNADOS PASTORES

Los pastores son los que el Señor elige y capacita para guiar a los creyentes a la obediencia a la Palabra de Dios, y para ejercer el gobierno de las iglesias. No voy a extenderme acerca de esto, porque sobre la función de los pastores ya reflexioné ampliamente en un estudio que pueden ver en mi blog https://amar-la-verdad.blogspot.com con el título “La figura del pastor en la Biblia”, así como en otro titulado “El gobierno de las iglesias locales”. Por cierto, tal como concluyo en este segundo estudio, pastor es sinónimo de anciano y obispo; por tanto los requisitos exigidos para el nombramiento de cualquiera de estos tres sinónimos son los mismos.

Comenzando por 1 Ti 3:1-2 vemos, entre otras condiciones que deben darse, que los obispos, ancianos o pastores deben ser maridos de una sola mujer, omitiendo la afirmación inversa de que las mujeres deben ser esposas de un solo marido. Entonces resulta obvio que las mujeres aquí quedan excluidas como pastoras.

1 Ti 3:1-2; Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar

La siguiente porción de Tit 1:5-7,9 dice sustancialmente lo mismo, pero es interesante notar que empieza hablando de “ancianos” en el versículo cinco, y continúa refiriéndose a “obispos” en el siete, lo cual refrenda mi afirmación anterior de que ancianos y obispos son una misma cosa. Y para ver que un anciano u obispo es lo mismo que un pastor debería bastar con prestar atención a 1 P 5:1-2,4 en lo que se refiere a apacentar la grey de Dios y así recibir la recompensa del Principe de los pastores; o fijarse en Fil 1:1, cuya carta comienza saludando a todos los santos de la iglesia de Filipo con los obispos y diáconos al frente, sin mencionar literalmente a los ancianos o pastores, porque ambos términos significan lo mismo que obispos.

Tit 1:5-7,9; Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; 6 el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. 7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios... 9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.

1 P 5:1-2,4 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella… 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

Fil 1:1; Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos...

Por otra parte Tit 2:2-5 no sólo se refiere a los ancianos, sino también a las ancianas. Entonces, ¿cómo entender y conciliar este texto con los anteriores? Entiendo que en las iglesias además de ancianos hay o debería haber ancianas que reúnan las condiciones y capacidades necesarias para poder llevar a cabo su función. Ni éste ni ningún otro texto nos aclara si basta con un reconocimiento tácito de las ancianas, o bien éstas tienen que ser expresamente designadas por los ancianos, lo cual parece más razonable. En todo caso no es función de las ancianas impartir enseñanza en las congregaciones en presencia de varones, sino enseñar a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos e hijos, y a ser de buen ejemplo para todos. Considero que también deben colaborar en la instrucción de sus hijos y nietos para que conozcan y obedezcan la Palabra de Dios (2 Ti 1:5).

Tit 2:2-5; Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

2 Ti 1:5; ...trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti (en Timoteo), la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.

FUNCIÓN Y REQUISITOS DE LOS DIÁCONOS

Otro destacado servicio que es imprescindible para el buen funcionamiento de las iglesias es el que prestan los diáconos, los cuales pueden ser tanto hombres como mujeres. Las tareas que se les pueden encomendar no están tipificadas en la Biblia, pero siguiendo la pista de Hch 6:2-6 creo que pueden incluir una amplia variedad de servicios, al margen del gobierno de las iglesias cuya función les corresponde a los pastores.

Hch 6:2-6; Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. 5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; 6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.

En cuanto a la enseñanza o predicación de la Palabra en las iglesias, es obvio conforme a lo que he expuesto, que las diaconisas no deben hacerlo para no ejercer dominio sobre los hombres; pero en el caso de los diáconos varones creo que no podemos descartar tal posibilidad. Según el párrafo anterior, los apóstoles convocaron a los discípulos con el fin de que eligieran para servir las mesas a siete varones de buen testimonio, sabiduría y llenos del Espíritu Santo; así ellos podían dedicar más tiempo a la oración y el ministerio de la palabra.

Es significativo que predicaran la Palabra únicamente los apóstoles, así como el hecho de que fueran éstos quienes mandaran escoger los diáconos y les asignaran su función con oración e imposición de manos. ¿Pero no son los ancianos los que tienen esas atribuciones? Cierto; luego es muy probable que para entonces aún no se hubieran constituido ancianos en las iglesias, puesto que sólo tenemos constancia de ellos a partir de Hch 17:23, antes de que finalizara el primer viaje misionero de Pablo y Bernabé.

Hch 17:23; Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

Otra cosa que me llama la atención es la alta exigencia en los requisitos que deben reunir los candidatos para una tarea tan humilde como es la de distribuir alimentos en las mesas. Los requisitos de tener sabiduría, buen testimonio, y ser llenos del Espíritu Santo, son equiparables a los de quienes ocupan los más altos cargos, como pueden ser los ancianos. Esto nos muestra que todas las funciones dentro del cuerpo de Cristo son igualmente dignas (1 Co 12:22-23).

1 Co 12:22-23; Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.

Aunque los siete primeros diáconos tenían que ser varones, más tarde este ministerio se extendió también a las mujeres, como podemos ver en 1 Ti 3:8,11-12. Aquí también podemos comprobar que el nivel de requisitos de los candidatos seguía siendo elevado. Por otra parte, el hecho de que se les exija a los varones estar casados con una sola mujer mientras se omite este requisito a las mujeres, no significa que éstas no puedan ser diaconisas, porque la propia Palabra nos confirma la existencia de las mismas (Ro 16:1-2). Ignoro dicha omisión; sólo se me ocurre la hipótesis de que en esa época y cultura quizá no se daban casos de mujeres con más de un marido, mientras que era bastante común encontrar hombres unidos a varias mujeres.

1 Ti 3:8,11-12; Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas... 11 Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer

Ro 16:1-2; Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.

DECORO, PUDOR Y MODESTIA EN EL ATAVÍO DE LAS MUJERES

Como podemos ver en 1 P 3:3-4 y 1 Ti 2:9-10, en consonancia con la sujeción de la mujer al varón, los apóstoles Pedro y Pablo exhortan a las mujeres a vestirse con decoro, pudor, y sin mostrar ostentación o lujo en su ropa y adornos. Es espiritualmente saludable abstenerse de resaltar la belleza externa para priorizar la interna, que es la que Dios valora.

1 P 3:3-4; Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

1 Ti 2:9-10; Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

Ciertamente estas instrucciones son aplicables también a los varones, pero la tendencia a exhibir su belleza ha sido mucho mayor en las mujeres que en los hombres a lo largo de la historia; de ahí que estas exhortaciones estén dirigidas específicamente a las mujeres. Vestirse con pudor puede evitar peligrosas tentaciones carnales que sean causa de tropiezo. Por eso, aunque es imposible establecer objetivamente unos límites precisos, cada cristiano debe consultar y obedecer lo que el Espíritu Santo le muestre, cosa que hace a menudo por medio de algún hermano o familiar.

Cuando el pueblo de Dios se vuelve carnal y se deja contaminar por las costumbres y valores mundanos que son contrarios a la fe cristiana, proliferan conductas tan nefastas como las que describe Is 3:16-24, en este caso relativas a mujeres superfluas y vanas. Como podemos ver, este tipo de comportamiento desvergonzado y soberbio de muchas mujeres es aborrecible para Dios, por lo que en su día serán castigadas. Y lo mismo ocurrirá con los varones, puesto que hoy en día apenas se diferencian de las mujeres en este sentido.

Is 3:16-24; Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies; 17 por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus vergüenzas. 18 Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas, 19 los collares, los pendientes y los brazaletes, 20 las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, 21 los anillos, y los joyeles de las narices, 22 las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, 23 los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados. 24 Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de la compostura del cabello; en lugar de ropa de gala ceñimiento de cilicio, y quemadura en vez de hermosura.

Precisamente uno de los signos de decadencia de las sociedades, causada por un alejamiento casi total de Dios, es el desplazamiento del varón por la mujer en posiciones de relevancia y poder. El mundo actual es un fiel reflejo de ello con la exaltación del feminismo, en su afán insaciable de igualar o superar al hombre prácticamente en todo.

Sé que lo que estoy diciendo es discutible, y que la mayoría de la gente percibe que el mundo ha progresado en general para bien, porque sólo se fija en las cosas materiales. Pero desde el punto de vista de Dios no es así, como podemos ver en Is 3:1-5,9-12, con especial aplicación a la Iglesia o pueblo de Dios. Lástima que muchos cristianos no sean capaces de ver esto, y apoyen el pastoreado de las mujeres, en contra de la voluntad de Dios manifestada en su Palabra.

Is 3:1-5,9-12; Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y al fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua; 2 el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano; 3 el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero, el artífice excelente y el hábil orador. 4 Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores. 5 Y el pueblo se hará violencia unos a otros, cada cual contra su vecino; el joven se levantará contra el anciano, y el villano contra el noble… 9 La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí. 10 Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. 11 ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado. 12 Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos.

En el texto anterior se describe el castigo a Israel, por causa de su idolatría y rebelión contra Dios. Pero lo más curioso es que una de las maneras de castigar a los hijos de Israel sea poniéndoles mujeres y muchachos en posiciones de poder para que dominen y opriman al conjunto del pueblo.

Esto me lleva a pensar que tanto el desmesurado protagonismo actual de los jóvenes en la Iglesia (pueden ver un estudio en mi blog sobre este tema), como el de las mujeres pastoras ejerciendo dominio sobre los hombres, sea una señal de decadencia del pueblo de Dios, a la vez que una consecuencia negativa por su negligencia en cumplir todo lo que el Señor nos manda. Salta a la vista que muchas iglesias se están dejando influenciar cada día más por la corriente pecaminosa de este mundo, volviéndose tibias con apariencia de religiosidad, y obedeciendo sólo de forma selectiva las cosas que les interesan o resultan más fáciles de hacer.

No sería, pues, de extrañar que, tal como expresan Is 3:25-26 e Is 4:1, algún día muchas mujeres lamenten haberse encumbrado tanto, menoscabando la autoridad del varón en la familia y la Iglesia.

Is 3:25-26; Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra. 26 Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, se sentará en tierra.

Is 4:1; Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio.

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Basándome en las cartas doctrinales de Pablo he probado que la mujer no debe ejercer dominio sobre el hombre, ni en el hogar ni en la Iglesia, sino que debe someterse a la autoridad del varón. Esta afirmación no debería ser polémica porque, como hemos visto, las instrucciones del apóstol no provienen de una determinada cultura, opinión, o moda cambiante, sino que son mandamientos del Señor y se fundamentan en el plan y diseño de Dios en la Creación.

Por tanto no debería haber mujeres pastoras o predicadoras en las reuniones de la Iglesia. No es cuestión de si las mujeres están tan o más capacitadas que los hombres; eso es irrelevante. Lo importante es la voluntad de Dios claramente expresada en su Palabra. Sé que esto es muy difícil de aceptar por muchas mujeres, pero es la verdad.

Ahora bien, las mujeres pueden predicar y enseñar en otros contextos en los que la Iglesia no se reúna, como puede ser a sus hijos menores en el hogar, en reuniones exclusivas para mujeres, en actividades de formación o consejería de mujeres jóvenes y de solteras. También pueden colaborar en la obra de Dios dando testimonio con su buena conducta, testificando de Cristo a los demás, así como en cualquier otro ámbito o actividad que no interfiera con la autoridad del varón. Pero además pueden orar y profetizar en las congregaciones con su cabeza cubierta (1 Co 14:39-40); pueden servir en el diaconado de múltiples maneras; y pueden ejercer en general los dones espirituales y talentos recibidos de Dios al servicio de la Iglesia y la sociedad.

1 Co 14:39-40; Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; 40 pero hágase todo decentemente y con orden.

Es posible que apoyes el liderazgo de mujeres en las iglesias porque es lo que te han enseñado; porque es con lo que te has encontrado; por un razonamiento lógico, al considerar que las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres; o tal vez porque te resulta duro aceptar este mandamiento y prefieres engañarte a ti mismo; por último, puede que estés de acuerdo con lo que he expuesto en este estudio. En todo caso piensa que no importa lo que diga la mayoría de la gente, sino lo que dice Dios, que es quien juzgará nuestras obras y nos retribuirá en función de las mismas (1 Co 3:11-15).

1 Co 3:11-15; Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

En todo caso no me atrevo a decir que las mujeres pastoras o predicadoras no han nacido de nuevo y por tanto no son salvas. En concreto, en lo que se refiere a la señal de autoridad sobre la cabeza de las mujeres que oran o profetizan, da la impresión en 1 Co 11:16 que Pablo no fue muy tajante en la imposición de esa norma.

1 Co 11:16; Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

Y dado que este versículo habla de contender, no debemos hacerlo sobre opiniones (Ro 14:1-3), o en cuestiones de importancia secundaria como creo que es la instrucción de que las mujeres que oran o profetizan se cubran la cabeza. Sin embargo sí que debemos contender sobre las doctrinas fundamentales de la fe que una vez fue dada a los santos (Jud 3). Ciertamente toda la Palabra es provechosa para nuestras vidas, por lo que debemos obedecerla hasta en sus más mínimos detalles, buscando la excelencia (2 Ti 3:16-17); pero no todas las partes de la Biblia son igual de importantes, pues mientras determinadas enseñanzas son básicas para nuestra salvación, hay otras que se dirigen más a nuestro crecimiento espiritual o santificación.

Ro 14:1-3; Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, conme legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios lo ha recibido.

Jud 3; Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

2 Ti 3:16-17; Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Sin más, gracias por seguirme hasta aquí. Que el Señor los colme de bendiciones.

3/4/23

El mundo antes de Adán


INTRODUCCIÓN

Muchas personas en todo el mundo creen que hubo otras razas y civilizaciones que se extinguieron antes del comienzo de la historia de la humanidad tal como la conocemos. Dicha creencia se basa en una serie de mitos y leyendas, así como en descubrimientos arqueológicos que no encajan con los antiguos relatos históricos.

Esta corriente de opinión cobró gran impulso con la teoría de la evolución de las especies, la creciente exaltación del humanismo y la ciencia, la especulación sobre visitas de extraterrestres a la tierra y su interacción con los humanos, la masiva apostasía de la fe cristiana, etc.

Dichos fenómenos influyeron en el pensamiento de muchos cristianos, que se vieron impelidos a pronunciarse sobre la posible existencia de una o más razas preadamitas. De manera que al tener que decidir entre la defensa de la fe cristiana tradicional y la aparente lógica de los argumentos humanistas, optaron por aceptar al menos una parte de éstos, tratando de armonizarlos con la Biblia.

De ahí surgió, entre otras, la llamada teoría de la brecha, que parte de un supuesto paréntesis o intervalo entre Gn 1:1 y Gn 1:2, el cual incluye un periodo indefinido de tiempo que pudo durar miles o millones de años. Sería en ese tiempo cuando fueron creados los ángeles y posiblemente alguna raza humanoide que se extinguió a causa de su corrupción y rebeldía contra el Creador.

LA FALSA TEORÍA DE LA BRECHA

Para empezar, el supuesto lapso de tiempo transcurrido entre Gn 1:1 y Gn 1:2 lo considero más una hipótesis que una teoría, porque en su construcción hay demasiada imaginación y apenas hechos constatables.

Gn 1:1-2; En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Es cierto que en la Biblia se hallan bastantes porciones de texto de uno o dos versículos que anuncian dos acontecimientos distintos y separados entre sí por un gran espacio de tiempo, como si se tratara de un solo y único hecho. Eso ocurre con cierta frecuencia en las profecías acerca del futuro como, por ejemplo, en Is 61:1-2, donde el versículo uno y parte del dos se refieren al tiempo de la primera venida del Mesías, mientras que la otra parte del versículo dos nos conduce a su segunda venida.

Is 61:1-2; El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová (primera venida), y el día de venganza del Dios nuestro (segunda venida)...

Por cierto, durante la época en la que se escribió el Antiguo Testamento nadie o muy pocos sabían que el ansiado Mesías vendría dos veces a la tierra, porque en ningún lugar de las sagradas escrituras se dice eso de manera expresa. De ahí que la inmensa mayoría del pueblo judío con sus dirigentes a la cabeza ignoraran el capítulo 53 de Isaías, que les anunciaba al ungido de Dios como siervo sufriente para expiar sus pecados; de manera que sólo esperaban un Mesías que vendría como rey triunfante para liberarlos de la opresión de sus enemigos.

Pero así como hay frases contiguas que mencionan dos acontecimientos diferentes y alejados en el tiempo, también hay incontables textos bíblicos, entre ellos los primeros capítulos de Génesis, que no siguen una narrativa lineal. Éste es el caso de los dos primeros versículos de la Biblia, donde en el primero se afirma que Dios creó los cielos y la tierra, mientras que en el segundo y siguientes se describen los tiempos y la manera en cómo fueron creados. Por tanto no es necesario suponer que hay una gran brecha de tiempo entre los dos primeros versículos del Génesis para conocer el principio de la creación de Dios.

Porque aplicando esa misma lógica, entonces Dios habría creado al hombre por primera vez en Gn 1:27 y por segunda vez en Gn 2:7, lo cual nos llevaría a suponer que si Dios tuvo que volver a crear al hombre en Gn 2:7 es porque el primero que hizo se echó a perder. Así que, si esta idea raya lo absurdo, algo parecido ocurre con la supuesta brecha entre los dos primeros versículos del Génesis.

Gn 1:27; Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Gn 2:7; Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

CUESTIONES DERIVADAS DE LA SUPUESTA BRECHA

Un mundo desordenado, vacío y en tinieblas

Los defensores de esta falsa teoría dicen que los cielos y la tierra creados por Dios según el versículo uno no son los mismos que vemos en el dos, dado que Él todo lo que hace es bueno y perfecto, por lo que no puede crear un mundo desordenado, vacío y en tinieblas (Is 45:18).

Is 45:18; Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.

Pero lo que se observa claramente en Génesis es que Dios no creó todas las cosas a la vez, sino que primero hizo los cielos y la tierra inacabados. Luego les fue dando forma, ordenando todas las cosas, llenando todo vacío y transformando un ambiente natural hostil e inhabitable en otro agradable y acogedor para que florecieran y se multiplicaran toda clase de plantas, animales y seres humanos. De modo que el proceso de la creación tiene cierta similitud con la obra de un artesano que va moldeando sus figuras de barro o de cualquier otro material, hasta que acaba de darles su forma definitiva (Gn 2:1-2).

Gn 2:1; Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

Por otra parte, el hecho de que las tinieblas cubrían la tierra creen que sólo podía provenir de una autodestrucción provocada directamente por otros moradores anteriores a Adán, o bien por un castigo divino en forma de un gran cataclismo para acabar con toda rebelión. Se trataría de otro diluvio anterior mucho más destructivo que el acontecido en el tiempo de Noé (Gn 6:7).

Gn 6:7,13; Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho… 13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

De ahí obtienen la falsa deducción de que Dios no crea la oscuridad, porque es incompatible con ella, ya que Él mismo es luz que hace retroceder las tinieblas, las cuales no pueden permanecer ante su presencia (1 Jn 1:5).

1 Jn 1:5; Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.

Pero lo cierto es que Dios es el creador de todo cuanto existe en los cielos y en la tierra, sean visibles o invisibles, incluyendo también las tinieblas (Is 45:7). Es más, ciertos textos de la Biblia indican que Dios incluso mora entre ellas, oculto a los ojos de los hombres (Éx 20:21; 1 R 8:12; Sal 97:1-2;).

Is 45:7; ...que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.

Éx 20:21 (también Dt 4:11; Dt 5:22; He 12:18; etc); Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios.

1 R 8:12 (también 2 Cr 6:1); Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.

Sal 97:1-2; Jehová reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas costas. 2 Nubes y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son el cimiento de su trono.

Entonces, si aceptamos como único punto de vista que la presencia de Dios disipa las tinieblas, éstas no existirían, porque Él es omnipresente y, por tanto, está en todas partes llenándolo todo; sin embargo vemos que siguen existiendo (Sal 139:12). Luego Dios maneja la luz y las tinieblas conforme a su voluntad o propósito, ya sea para encubrir su rostro o bien para ver toda cosa oculta, aunque esté cubierta por la más profunda y densa oscuridad (Dn 2:22).

Sal 139:12; Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.

Dn 2:22; El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.

Muchos de los equívocos en relación con la luz y las tinieblas se deshacen cuando pensamos de forma madura (1 Co 14:20). Así podemos entender que unas veces se usan en la Biblia en sentido físico y en otras ocasiones de forma metafórica en sentido espiritual (2 Co 4:6 es un buen ejemplo en el que se combinan ambos aspectos). Por cierto, la relación de los hombres con Dios se enmarca en la perspectiva espiritual de la luz y las tinieblas, como podemos observar en multitud de textos (Jn 1:4-5; 8:12; Ef 5:8; 1 Ts 5:4-5; etc).

1 Co 14:20; Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

2 Co 4:6; Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz (fenómeno físico), es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo (suceso espiritual).

Jn 1:4-5; En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Jn 8:12; Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Ef 5:8; Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz…

1 Ts 5:4-5; Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

¿Hubo una creación anterior a la descrita en Génesis?

Es cuestionable, por no decir que carece de fundamento, la afirmación de que la creación de los cielos y la tierra mencionada en el primer versículo de la Biblia, se remonta a una época de miles o millones de años antes de lo que sigue a partir del segundo versículo. Según ellos, primero hubo una creación de la nada en su totalidad, y después de que ese mundo fuera destruido Dios procedió a una recreación, aprovechando los cielos y la tierra que habían permanecido, aunque fuera en un estado caótico. Pero la realidad es que Dios nos habla de un solo principio (Mr 10:6), una sola creación, que es la que sobrevivió al diluvio del tiempo de Noé. [Bueno, en realidad hay otra nueva creación restringida al ámbito espiritual de las personas que nacen de nuevo en Cristo (Gál 6:15), pero lógicamente esto no tiene nada que ver con el contexto de la creación del mundo, que es el que aquí estoy considerando].

Mr 10:6; ...pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios.

Gál 6:15; Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.

Sin embargo los adeptos de esta pseudoteoría rebuscan en la Biblia tratando de encontrar textos que confirmen sus creencias. Uno de los que utilizan es el de 2 P 3:5-7, que supuestamente se refiere a un tiempo anterior al versículo dos de Génesis en el que Dios destruyó la tierra mediante una inundación de aguas. Sin embargo ese mundo antiguo al que se refiere 2 P 3:5-7 es el mismo que se menciona en 2 P 2:5, donde se aprecia claramente que se trata del mundo antediluviano que pereció por agua en el tiempo de Noé, a diferencia del mundo postdiluviano que un día perecerá por fuego.

2 P 3:5-7; Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

2 P 2:5; ...y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos

Uso de textos fuera de contexto para explicar lo inexplicable

En el colmo de su especulación usan también otros textos completamente fuera de contexto, como por ejemplo Jer 4:23-25 e Is 24:1,3-7. La realidad es que no tienen nada que ver con una primera creación anterior a la que conocemos, sino a visiones proféticas acerca del futuro.

Jer 4:23-25; Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. 24 Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. 25 Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.

Is 24:1,3-7; He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores… 3 La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. 4 Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. 5 Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. 6 Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.

La anterior profecía de Jeremías ya se cumplió con la conquista de Judá y Jerusalén por parte de Nabucodonosor, mientras que la de Isaías es escatológica, por lo que aún esperamos su cumplimiento. Además de describir sucesos futuros, en la porción de Jeremías la tierra que está asolada y vacía es el territorio de Judá, y en el caso de Isaías se refiere al mundo entero, pero ni la tierra es totalmente destruida ni la especie humana desaparece por completo. Por tanto estos textos refutan la hipótesis de una creación anterior a la de Adán, en vez de apoyarla.

Creación de los ángeles y consecuencias de la rebelión de Lucifer

La siguiente porción de Job 38:4-7 tampoco se refiere a otra creación anterior a la que se detalla en Génesis, en la que hasta el sexto día no había hombre alguno sobre la tierra. Lo que nos muestra es que los ángeles ya habían sido creados antes de que la tierra existiera, puesto que a éstos se les llama a veces en el Antiguo Testamento hijos de Dios (Gn 6:4; Job 1:6) y también metafóricamente estrellas en algunos textos de la Biblia (Ap 12:4).

Job 38:4-7; ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. 5 ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? 6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, 7 cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?

Gn 6:4; Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos... (Jud 6-7 nos aclara que estos hijos de Dios no son descendientes de Set, sino ángeles, en este caso caídos).

Jud 6-7; Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos (de los ángeles que no guardaron su dignidad), habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

Job 1:6 (también Job 2:1); Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.

Ap 12:4; ...y su cola (la del gran dragón o serpiente antigua llamado diablo y Satanás) arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra

Otro argumento que emplean los teóricos de la brecha, basándose en la anterior porción de Ap 12:4, es que Satanás y sus ángeles fueron arrojados a la tierra cuando pecaron contra Dios en tiempos de la supuesta creación anterior a la actual. Entonces la tierra fue corrompida, ya sea porque fue habitada por los ángeles caídos, o bien porque éstos empujaron a la civilización preadamita a sublevarse contra Dios. De manera que éste los castigó destruyéndolos juntamente con la tierra, si bien los ángeles caídos sobrevivieron como seres espirituales que son. El problema con estas hipótesis es que, tal como se observa en Ap 12:9-12, la expulsión de Satanás y sus ángeles de las regiones celestes no aconteció en esa época tan remota, sino que sucederá al final de los últimos tiempos.

Ap 12:9-12; Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

En relación con la caída de Lucifer o Luzbel hay dos textos principales de entre los pocos que nos hablan de este asunto. Ambos se refieren a dos grandes reyes humanos, a la vez que evocan a Lucifer en algunos de sus versículos. Uno de estos textos está en el capítulo 14 de Isaías, y el otro en el 28 de Ezequiel.

Lucifer pecó de orgullo y codicia al querer ser semejante a Dios, su creador. Por eso fue expulsado de su posición de privilegio en el cielo, convirtiéndose en el príncipe de la potestad del aire (Ef 2:1), el cual desciende a la tierra para tentar a sus moradores. Aunque por ahora aún accede a la presencia de Dios para acusarnos, pronto dejará de hacerlo cuando sea arrojado a la tierra tal como lo declara Is 14:12-16, y como antes he expuesto en Ap 12:9-12.

Ef 2:1; Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia...

Is 14:12-16; ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. 16 Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos…

En Ez 28:12-17 se nos muestra aún con mayor detalle el pecado de Lucifer, su caída desde el tercer cielo hasta las esferas celestes inferiores, y de éstas a la tierra, lo que implica la prohibición de presentarse ante Dios para acusar a los redimidos. Este texto es exprimido por los teóricos de la brecha para sacar sus dudosas conclusiones, como que en la primera tierra ya había un Edén y un monte de Sion donde fue puesto el gran querubín Lucifer. Sin embargo, lo más probable es que este Edén y santo monte sean celestiales y no terrenales. Por otra parte, puestos a considerar cada detalle, ¿quiénes tocaron los tamboriles y flautas en el día de su creación? ¿Fueron otros ángeles?

Ez 28:12-17; Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.

De los textos anteriores y de muchos otros de la Biblia se podrían hacer ciertas preguntas que a día de hoy no tienen respuesta, porque son parte de los misterios de Dios, a quien pertenecen las cosas secretas a diferencia de las reveladas, que son para nosotros y nuestros hijos (Dt 29:29). Por tanto debemos pararnos ahí y dejar de especular sobre lo que no sabemos. ¿Quién sabe si el Señor algún día nos revelará estas cosas?

Dt 29:29; Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

La puerta de entrada del pecado en el mundo

La Palabra de Dios dice que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte (Ro 5:12). No sabemos cuándo Lucifer se rebeló, pecando contra Dios; pero lo que sí sabemos es que antes de que pecara Adán ya estaba presente en el Edén la serpiente antigua como diablo, dispuesta para tentar a Eva. De aquí deducen los partidarios de la brecha que Satanás y posiblemente otros seres inteligentes que vivieron en una creación anterior, ya habían pecado antes que Adán. En lo que respecta a Satanás, es cierto que su pecado fue anterior al de Adán. Sin embargo, sólo cuando éste desobedeció a Dios, el pecado entró en el mundo y se transmitió en herencia a todos los hombres. Esa transmisión únicamente podía darse entre seres humanos, no entre Satanás y los hombres, puesto que aquél fue creado con una naturaleza diferente a la nuestra.

Ro 5:12 (también 1 Co 15:21-22); Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Otras incógnitas sin resolver

En otro orden de cosas es difícil imaginar que por un lado Dios haya preservado los cielos y la tierra, aunque ésta quedara completamente desordenada, vacía y en tinieblas, y que por otro lado destruyera el sol, la luna y las estrellas hasta hacerlas desaparecer. Claro que aquí cabe otra explicación alternativa, consistente en que originalmente no había sol, luna, ni estrellas, porque la tierra era alumbrada directamente por la luz que emanaba del Creador, tal como sucederá en la nueva Jerusalén con el cielo y tierra nuevos (Ap 21:1,23-24).

Ap 21:1,23-24; Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más… 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

Pero como quiera que sea, en ésta y otras cuestiones lo que nunca deberíamos hacer en ausencia de una respuesta en la Biblia es que nos la inventemos.

CONCLUSIÓN

Considero que es una temeridad tratar de construir una teoría basada en dos versículos contiguos de la Biblia, como es el caso de Gn 1:1-2, imaginando cosas no reveladas explícita ni implícitamente en dicha porción de texto. Como no podía ser de otra manera, la falsa teoría de la brecha está llena de especulaciones que no demuestran nada, y que en el mejor de los casos lo único que logran es que determinadas hipótesis no puedan ser afirmadas ni refutadas. Por consiguiente deberíamos proceder con santo temor y obedecer el mandato bíblico que nos prohíbe añadir o quitar a lo que está escrito en la palabra de Dios (Dt 4:2; Ap 22:18-19).

Dt 4:2 (también Dt 12:32); No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordene.

Ap 22:18-19; Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

En cuanto a un hipotético poblamiento de la tierra por una o sucesivas razas humanoides anteriores a la nuestra, que tal vez llegaron a alcanzar un alto grado de desarrollo científico y tecnológico comparable al que tenemos en la actualidad, no deja de ser una mera conjetura. Pero aun si admitiéramos dicha posibilidad, resulta que no hay suficiente base empírica para defender tal tesis, por estar todas estas cosas envueltas en un halo de misterio.

Por otra parte no necesitamos entender los misterios que Él no ha querido revelarnos, porque si no lo habría hecho. En su santa y bendita Palabra podemos hallar todo lo que necesitamos saber, ni más ni menos. Confiemos, pues, en el Señor como un niño confía en su padre aunque haya cosas de Él que no entendamos.

Sin más me despido de Ud., querido lector, deseándole todas las bendiciones de Dios.