Esta declaración fue hecha por primera vez en Dt 10:17 por boca de Moisés. Veamos:
Dt 10:17-19; Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; 18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. 19 Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
Dios manda asimismo no hacer acepción de personas
En primer lugar quiero resaltar la importancia del anterior versículo 19, en el que Dios demanda a su pueblo que sea ecuánime en el trato con sus semejantes y no haga acepción de personas. Sin duda es parte de la voluntad de Dios que sus hijos se esfuercen por parecerse a Él, imitando al Señor Jesucristo (1 P 1:15-16; 1 Co 11:1; Mt 5:44-45; Mt 6:14-15).
1 P 1:15-16; ...sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
1 Co 11:1; Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
Mt 5:44-45; Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Mt 6:14-15; Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Por supuesto, el anhelo por parecernos más y más a Cristo no puede limitarse a una serie de cualidades, sino que debemos esforzarnos por imitarlo en todo; no sólo dejando de hacer acepción de personas, sino también mostrando hacia los demás amor, misericordia, paciencia, fidelidad, integridad, justicia, paz, verdad, etc.
Dios no hace acepción de personas, porque es juez justo
Dios es el juez supremo de toda la creación, cuyos juicios son siempre justos y verdaderos (Sal 7:11-12; 2 Ti 4:8).
Sal 7:11-12; Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días. 12 Si no se arrepiente, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.
2 Ti 4:8; Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Dios es omnisciente: nada le es oculto
Al ser Dios omnisciente, no hay nada oculto a su mirada, nada que Él no conozca (Sal 139:1-3, 6-13; Jer 17:9-10; ); por consiguiente es infalible en sus juicios.
Sal 139:1-3; 6-13; Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos… 6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, 10 aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13 Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Jer 17:9-10; Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Dios es omnipotente: nadie puede escapar de su justicia y juicio
En íntima relación con los puntos ya tratados, Dios ha fijado un día en el que todos y cada uno de los seres humanos tendremos que comparecer ineludiblemente ante su trono para dar cuenta de lo que hayamos hecho o dejado de hacer a lo largo de nuestra vida terrenal (He 9:27).
He 9:27; ... está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio…
Y en ese justo juicio cada uno recogerá según lo que haya sembrado. Por tanto, Dios no puede ser burlado, todos afrontaremos obligatoriamente un juicio que determinará nuestra posición para toda la eternidad (Gá 6:7; Am 9:2-3).
Gá 6:7; No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Am 9:2-3; Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender. 3 Si se escondieren en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; y aunque se escondieren de delante de mis ojos en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá.
Pero mucho antes del juicio final ante el gran trono blanco (Ap 20:11-12), los impíos que sobrevivan al tiempo de la gran tribulación sufrirán las consecuencias de un juicio colectivo a todas las naciones, sobre las cuales se derramará la ira del Cordero de Dios, el Señor Jesucristo. Entonces todos los que lo rechazaron lamentarán horrorizados y, no pudiendo resistir la presencia de Dios, grande y temible, tratarán inútilmente de esconderse de Él (Is 2:21; Ap 20:11-12).
Ap 20:11-12; Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Is 2:21; ...y (el ser humano) se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.
Ap 6:15-17; Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
De ahí el llamamiento universal a todos los hombres para que crean en Jesús y se arrepientan, antes de que sea demasiado tarde.
Hch 17:30-31; Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
Dios ofrece la salvación a todos sin exclusión
La mayor evidencia de que Dios ama al conjunto de la humanidad, y que no hace acepción de personas, es que, partiendo del hecho de que todos somos pecadores (Ro 11:32;), Él ofrece sin distinción la salvación a todo aquél que crea en Jesucristo y se arrepienta de sus pecados (Jn 3:16; 2 P 3:9).
Ro 11:32; Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.
Jn 3:16; Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
2 P 3:9; El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Ni siquiera los judíos, que son el pueblo elegido, gozan de mayor privilegio que los demás hombres para obtener la salvación, que no es por las obras de la ley, sino por gracia, por medio de la fe en Cristo (Ro 3:29-30).
Ro 3:29-30; ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
Cada cual será juzgado por sus obras
Como antes he manifestado, la salvación es un don inmerecido que viene de parte de Dios; de modo que nadie puede ser justificado por sus obras (Ef 2:8-9). Pero cuando una persona es salva por gracia, mediante la fe en Cristo, sus obras son una evidencia, una señal visible de su fe (Stg 2:18,26). Así que las buenas obras de todo creyente cristiano no son causa, sino consecuencia de la salvación ya obtenida (Ef 2:10; Ap 14:13).
Ef 2:8-9; Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Stg 2:18,26; Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras… 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Ef 2:10; Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Ap 14:13; Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
Pero en todo caso, de acuerdo con la Palabra de Dios, es incuestionable el hecho de que seremos juzgados conforme a nuestras obras (Mt 16:27; Ro 2:5-6; Ap 2:23; y un largo etc).
Mt 16:27; Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
Ro 2:5-6; Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras…
Ap 2:23; ...y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.
Esto es así porque los discípulos de Cristo estamos llamados a dar buen fruto, el fruto del Espíritu (Jn 15:1-2,5,8; Gá 5:19,22-23).
Jn 15:1-2,5,8; Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto… 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer... 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Gá 5:19,22-23; Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,… 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Por tanto no debemos llamarnos a engaño, la fe que salva produce necesariamente buenas obras, no es una fe meramente intelectual (Ro 2:13; Stg 1:22; Stg 2:19-20).
Ro 2:13; ...porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
Stg 1:22; Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Stg 2:19-20; Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
El caso especial del juicio de los creyentes en Cristo
Entonces, si somos salvos por medio de la fe y no de las obras, ¿por qué los que han nacido de nuevo en el Espíritu van a ser juzgados también por sus obras? Porque en el caso de los creyentes, se van a examinar sus obras para determinar el galardón que les corresponde y no para decidir si son o no salvos, porque ya lo son (1 Co 3:12-15).
1 Co 3:12-15; Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Conclusiones
1) Son abundantes en la Biblia las afirmaciones de que Dios no hace acepción de personas. A continuación muestro sólo unas cuantas:
Hch 10:34-35; Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.
Ro 2:11-12; ...porque no hay acepción de personas para con Dios. 12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados…
Ef 6:9;Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para Él no hay acepción de personas.
1 P 1:17; Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación…
2) Dios quiere que nosotros tampoco hagamos acepción de personas.
3) Por lo tanto si hacemos acepción de personas pecamos (Stg 2:8-9).
Stg 2:8-9; Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; 9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.
4) Dios quiere que seamos fieles imitadores de Cristo, tanto en no hacer acepción de personas como en todas las demás cosas.
5) El hecho de que Dios no haga acepción de personas es una derivación o consecuencia de su justicia.
6) Su omnisciencia nos indica que para Él no hay nada oculto o desconocido, por lo que es infalible.
7) Y por otra parte su omnipotencia garantiza que nadie podrá escapar a su juicio.
8) Si Dios hiciera acepción de personas no ofrecería a todos la salvación; sin embargo todos sin distinción ni exclusión podemos acceder igualmente a ella, con tan solo arrepentirnos de nuestros pecados y creer en el Señor Jesucristo.
9) La norma o criterio por el que seremos juzgados por Dios será para todos igual; esto es, por nuestras obras.
10) Los nacidos de nuevo en el Espíritu, que son los que se han arrepentido y creído en Cristo, también serán juzgados por sus obras, pero con la vital diferencia de que ya son salvos, por lo que sus obras servirán para determinar el grado de recompensa y su posición en el reino de los cielos.
Hasta aquí mi reflexión, querido lector. Que el Señor lo colme de bendiciones.