12/6/21

La oración sin arrepentimiento es vana

(Isaías 59)

INTRODUCCIÓN

En los capítulos 57 y 58 de Isaías Dios hace un repaso de los pecados de su pueblo. En el capítulo 57 condena la idolatría, y en el 58 rechaza el ayuno y día de reposo con que los hijos de Israel pretendían justificarse a sí mismos al tiempo que vivían impíamente, pecando contra Jehová y contra su prójimo. Pero aun en medio de tanta corrupción vemos que Dios no se limita sólo a condenar el pecado y advertir de sus consecuencias; también hace un llamamiento general al arrepentimiento y le recuerda a su remanente fiel las promesas de bendición y vida eterna.

En el capítulo 59 de Isaías, en el que se basa este estudio, Dios continúa con la denuncia a Israel, profundizando en su pecado. Pero, como es habitual en muchas profecías, Dios anuncia que tras un largo periodo de rebeldía y alejamiento, su pueblo se va a arrepentir y convertir, y entonces Él los visitará y salvará.

El capítulo 59 de Isaías puede dividirse para su estudio en tres partes, sin perjuicio de otras subdivisiones que cada cual estime convenientes: 1) La exposición del pecado de Israel (versículos 1 al 8); 2) Su arrepentimiento y conversión (versículos 9 al 15); 3) La venida del Mesías salvador (versículos 16 al 21).

EXPOSICIÓN DEL PECADO DE ISRAEL

La falta de respuesta de Dios a las oraciones

1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

Ante la queja de los hijos de Israel de que sus oraciones no eran contestadas por Dios, Él les aclara que no es porque su poder se haya visto mermado (Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. He 13:8), o que se haya desentendido de ellos y no quiera escucharlos, sino que esa separación e incomunicación ha sido causada por su obstinada rebeldía, por persistir en su pecado, el cual es incompatible con la santidad del Señor.

La acusación de Dios por sus pecados

3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua. 4 No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad. 5 Incuban huevos de áspides, y tejen telas de arañas; el que comiere de sus huevos, morirá; y si los apretaren, saldrán víboras. 6 Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos. 7 Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos. 8 No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.

Todo este catálogo de males en el que ha incurrido Israel es la consecuencia lógica de haber apartado su corazón de Jehová y confiar en vanidades que para nada aprovechan. Los seres humanos alejados de Dios son como muertos vivientes, que conociendo o no el rumbo de su camino, lo cierto es que se dirigen hacia su eterna perdición.

Cuando se pierde el santo temor y se abandona la corrección y disciplina del Señor, emerge de manera imparable la maldad, que está enraizada en el corazón del hombre natural caído de la gracia. Porque es en el corazón donde se incuban los malos pensamientos que dan lugar a todas las acciones dañinas y destructivas, a toda clase de pecados.

Mt 12:34-35; ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.

Pr 3:5-7,11-12; Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. 7 No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal... 11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección; 12 porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.

Esto es lo que sucedía con los israelitas en ese tiempo, gran parte de los cuales mentían y calumniaban, cometían hechos violentos y sanguinarios contra personas inocentes, y sus obras en general eran contrarias a la justicia, la verdad y la paz. ¡Más les hubiera valido seguir los sabios consejos de Salomón, inspirados por el Espíritu Santo!.

Pr 4:20-27; Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. 21 No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; 22 porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. 23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. 24 Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. 25 Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. 26 Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos. 27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.

RECONOCIMIENTO DEL PECADO Y ARREPENTIMIENTO

9 Por esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. 10 Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos. 11 Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos justicia, y no la hay; salvación, y se alejó de nosotros. 12 Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados: 13 el prevaricar y mentir contra Jehová, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira.

Esta porción del texto indica un cambio, un punto de inflexión en la dinámica del comportamiento de Israel, al expresar en primera persona del plural con el pronombre “nosotros” el sentir colectivo del pueblo, el cual reconoce con tristeza su pecado y se arrepiente.

2 Co 7:10; Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

Al margen de su gran belleza poética, este texto de Isaías nos deja entrever un panorama desolador, en el que los valores morales y espirituales se habían corrompido en extremo. Eso acabó por generar una sensación de profunda oscuridad y vacío, de inseguridad, de infelicidad, y de estar esclavizados por los vicios y pecados con los que convivían, a pesar de su aparente libertad para satisfacer egoístamente sus deseos, sin tener en cuenta a Dios ni las necesidades del prójimo.

Ro 3:10-18; Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 no hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13 Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; 14 su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies se apresuran para derramar sangre; 16 quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 y no conocieron camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Como es sabido la historia se repite, y muchas veces los hombres no despertamos a la realidad y reaccionamos hasta que llegamos al borde del precipicio, hasta que la situación se vuelve completamente insostenible y nos damos cuenta de que la única alternativa que nos queda para salvarnos es asirnos desesperadamente a Dios como a un clavo ardiendo. ¡Cuántos problemas habríamos evitado si hubiéramos hecho caso pronto a Dios! Con todo, habrá merecido la pena pasar por amargas experiencias vitales, si éstas sirven para que nos volvamos al Señor.

Jer 14:19-21; ¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos hiciste herir sin que haya remedio? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí turbación. 20 Reconocemos, oh Jehová, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres; porque contra ti hemos pecado. 21 Por amor de tu nombre no nos deseches, ni deshonres tu glorioso trono; acuérdate, no invalides tu pacto con nosotros.

Resultado final del proceso de alejamiento de Dios

14 Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. 15 Y la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho.

Cuando la maldad alcanza su apogeo y corrompe todos los estamentos de la sociedad a todos los niveles, desde las capas más populares hasta los gobernantes y los ricos y poderosos de la tierra, desde los ámbitos más privados e íntimos hasta los públicos y oficiales, entonces la verdad y la justicia son sistemáticamente pisoteados y no hay libertad ni paz auténticas.

Is 5:20; ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

Jer 9:3-4; Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová. 4 Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda calumniando.

En el cénit de la corrupción, aun las autoridades incumplen de forma selectiva y arbitraria sus propias leyes, o dictan leyes injustas y antinaturales que atentan contra las leyes de Dios (Sal 94:20-21). Actualmente ya no sorprende a nadie que muchos gobernantes y autoridades cometan prevaricación, malversación de caudales públicos, o se hagan ricos mediante el cohecho o soborno. También se observa un creciente abuso de autoridad y poder, menos equidad y justicia, más incumplimientos de pactos y promesas, continuas mentiras oficiales en las instituciones y a través de los medios de comunicación, una aplicación generalizada del repudiable principio de que el fin justifica los medios, etc.

Sal 94:20-21; ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades que hace agravio bajo forma de ley? 21 Se juntan contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.

Lamentablemente los dirigentes de las naciones a menudo incumplen el principal propósito por el cual Dios estableció las autoridades, pues no siempre castigan a los malhechores y defienden a los que hacen el bien (1 P 2:13-16). No obstante, siguiendo la voluntad de Dios debemos someternos a las autoridades y las leyes humanas, aunque nos cueste o no estemos de acuerdo con ellas; salvo que contradigan las leyes y mandatos divinos, en cuyo caso es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 5:27-29).

1 P 2:13-16; Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, 14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. 15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; 16 como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

Hch 5:27-29; Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, 28 diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre. 29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

En todo caso, tal como nos advierte la Palabra, los cristianos tenemos que pasar por pruebas y aflicciones en este mundo, confiando en que el Señor nos va a ayudar a salir victoriosos (Jn 16:33). Es más, si queremos vivir piadosamente en Cristo Jesús vamos a padecer persecución (2 Ti 3:12-13); así que, cuando ésta nos sobrevenga no debemos sorprendernos ni avergonzarnos, sino gozarnos de ser partícipes de los padecimientos de Cristo, dando gloria a Dios por ello (1 P 4:12-13,15-16).

Jn 16:33; Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

2 Ti 3:12-13; Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

1 P 4:12-13,15-16; Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría... 15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.

SEGUNDA VENIDA DEL MESÍAS TRAYENDO SALVACIÓN A ISRAEL

16 Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia. 17 Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto, 18 como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa. 19 Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. 20 Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.

Ciñéndonos al anterior versículo 16, los dos principales objetivos de la segunda venida del Señor son: salvar a sus elegidos y establecer la justicia perdurable (Dn 9:24). La salvación es simbólicamente representada en la Palabra por un yelmo, y la justicia por una coraza; ambas piezas son parte de la armadura de Dios con la que nos debemos vestir los soldados de Cristo para librar la guerra espiritual que tenemos contra Satanás y sus huestes (Ef 6:10-18).

Dn 9:24; Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

La impiedad e iniquidad de Israel que se describe en el capítulo 59 de Isaías, no se limita a lo que el profeta podía observar y comprobar durante su vida terrenal, sino que trasciende a su época y se prolonga hasta los tiempos del fin. Es entonces cuando al remanente fiel de Israel se le caerá el velo y podrá reconocer al Mesías (2 Co 3:15-16); es cuando se arrepentirá con gran lamentación y llanto (Zac 12:10-11), reconciliándose con Él; y es también cuando el Señor responderá al clamor de su pueblo, defendiéndolo de sus enemigos y desatando su ira para juzgar y castigar a todas las naciones (Ap 6:15-17).

2 Co 3:15-16; Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.

Zac 12:10-11; Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. 11 En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén…

Ap 6:15-17; Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?

Pero este escenario pecaminoso descrito en Is 59:3-8 no es aplicable sólo a Israel, sino también a las demás naciones. ¿Acaso no refleja con exactitud lo que está sucediendo actualmente en el mundo? ¿No es un fiel retrato de estos últimos tiempos? Con sólo una breve meditación nos damos cuenta de la aceleración con la que avanza el mundo hacia la culminación de la maldad; por eso tengo la firme convicción de que la prometida segunda venida de Cristo va a suceder muy pronto.

Cuando el mal alcance su punto más álgido, la paciencia de Dios se agotará y Él intervendrá directamente para castigar a los culpables y restaurar la tierra en la que habitarán sus escogidos. Esto sucederá en un tiempo en que apenas habrá fe en la tierra (Lc 18:7-8), y en el que por haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriará (Mt 24:12-13). Para entonces ya casi nadie se atreverá a denunciar las injusticias ni habrá quien tenga carga por la tierra para interceder por ella y sus moradores (Ez 22:29-31).

Lc 18:7-8; ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

Mt 24:12-13; ...y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Ez 22:29-31; El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, al afligido y menesteroso hacía violencia, y al extranjero oprimía sin derecho. 30 Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. 31 Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová el Señor.

Y para rematar la situación, muchas y grandes naciones se reunirán en el Valle de Armagedón para luchar contra el Mesías cuando venga a instaurar su reino celestial; pero serán destruidas con tan sólo la palabra que sale de la boca del Señor (Sal 2:1-5; Is 63:3-6; Ap 19:19-21).

Sal 2:1-5; ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? 2 Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: 3 Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas. 4 El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos. 5 Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira.

Is 63:3-6; He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas. 4 Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado. 5 Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira. 6 Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre.

Ap 19:19-21; Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. 20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta... 21 Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.

21 Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.

El tiempo en el que Dios retomará su pacto con la nación de Israel, o más bien en el que establecerá con ellos un nuevo pacto (Jer 31:31-32), será después de que haya entrado a formar parte de su pueblo la plenitud de los gentiles (Ro 11:25-26), se complete el número de los que han de ser salvos (Ap 6:10-11), y el remanente de Israel se arrepienta y acepte a Jesús como el Mesías, tal como hemos visto en la mención que hice de Zac 12:10-11. Por tanto este pacto coincidirá con el inicio del reino milenial de Cristo.

Jer 31:31-32; He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.

Ro 11:25-26; Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.

Ap 6:10-11; Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11 Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

Como podemos ver en las dos porciones de texto siguientes, este pacto con los hijos de Jacob será a grandes rasgos prácticamente igual que el establecido con la iglesia del Señor, o muy similar; pues ya no tendrán que obsesionarse por la ley, sino dejarse guiar y obedecer al Espíritu de gracia.

Jer 31:33-34; Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Jl 2:27-32 (Hch 2:16-21); Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado. 28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días... 32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.

Pero para que podamos disfrutar de todas estas bendiciones finales, antes tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados y entregar nuestra vida a Cristo, da igual si somos gentiles, judíos, o parte del futuro remanente de Israel.

Finalizo, pues, con esta conclusión, que enlaza con los dos versículos iniciales de este estudio, y que ha inspirado el título del mismo.

Que Dios lo bendiga, querido lector.

1 comentario:

  1. Reflexión y comentario del bello capítulo 59 de Isaías, que tiene mucho que ver con estos tiempos finales.

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