21/2/25

El reino de David prefigura el del Mesías

 

INTRODUCCIÓN

Tengo la firme convicción de que, guiado por el Espíritu Santo, David configuró su reino a semejanza del futuro reino mesiánico. Entonces, si este enfoque es correcto, el reino de David representa el reino celestial de Cristo, como una figura y sombra de éste. Y por otra parte creo que algunos pasajes de la Biblia nos muestran a David como tipo del Mesías (2 S 9:6-8; y otros pasajes).

2 S 9:6-8; Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo. 7 Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa. 8 Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?

Ahora bien, los cambios políticos y religiosos introducidos por David no fueron un salto en el vacío, sino que se sustentaron en las revelaciones y bases legales preexistentes. Por tanto esas modificaciones, que estaban alineadas con los preceptos de Dios, surgieron de la necesidad de adaptar determinadas prácticas normativas dadas a Israel durante su travesía como nómadas por el desierto, a un reino constituido sobre un pueblo que había pasado a ser sedentario.

De ahí que David quisiera sustituir el tabernáculo ambulante ubicado entonces en el lugar alto de Gabaón, ciudad benjamita asignada a los sacerdotes hijos de Aarón (Jos 21:17-19) por un templo fijo en Jerusalén de mayores dimensiones. Y lo mismo ocurrió con el sistema de gobierno y administración, que tuvo que adecuarse a las nuevas complejidades del reino.

Jos 21:17-19; ...y de la tribu de Benjamín, Gabaón con sus ejidos, Geba con sus ejidos, 18 Anatot con sus ejidos, Almón con sus ejidos; cuatro ciudades. 19 Todas las ciudades de los sacerdotes hijos de Aarón son trece con sus ejidos.

EL TRASLADO DEL ARCA A JERUSALÉN

Una vez consolidado su reino, David tuvo un deseo ferviente de edificarle casa a Dios en Jerusalén. Para ello acumuló una gran cantidad de medios materiales y escogió a las personas adecuadas. Y aunque por voluntad divina tuvo que resignarse a entregar a su hijo Salomón el proyecto de construcción, con todo el material y personas capacitadas, no hay duda de que a Dios le agradó la actitud de David, tanto como si el templo lo hubiese construido él (2 Cr 6:8-9). Esto es así porque Dios valora las intenciones del corazón por encima incluso de los propios hechos o palabras (Mt 5:27-28).

2 Cr 6:8-9; Mas Jehová dijo a David mi padre: Respecto a haber tenido en tu corazón deseo de edificar casa a mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu corazón. 9 Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre.

Mt 5:27-28; Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

En una primera tentativa, tras tomar consejo y reunir a toda la asamblea de Israel, David trajo el arca del pacto de Dios, que estaba en la casa de Aminadab en Baala de Quiriat-Jearim, a Jerusalén. Pero antes de llegar el arca al lugar que David le había preparado, Uza, uno de los dos hijos de Aminadab, viendo que tropezaban los bueyes que tiraban del carro, sujetó el arca para que no se cayera, y a causa de este acto prohibido Dios lo mató allí mismo (1 Cr 13:6-10). Este hecho causó gran temor a David, por lo que renunció a traer el arca a Jerusalén y mandó llevarla a la casa del levita geteo Obed-Edom (1 Cr 13:12-13).

1 Cr 13:6-10,12-13 (también 2 S 6:1-11); Y subió David con todo Israel a Baala de Quiriat-jearim, que está en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios, que mora entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado. 7 Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro. 8 Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas. 9 Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban. 10 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios… 12 Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios? 13 Y no trajo David el arca a su casa en la ciudad de David, sino que la llevó a casa de Obed-edom geteo.

Transcurridos tres meses de este intento fallido, David supo que Dios había bendecido a Obed-Edom y a toda su casa por haber acogido el arca. Entonces trajo exitosamente el arca a la ciudad de David (2 S 6:12), pero esta vez transportada por los levitas según la ordenanza de Dios, después de que éstos se hubieran santificado (1 Cr 15:13-15).

2 S 6:12; Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.

1 Cr 15:13-15; ...pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza. 14 Así los sacerdotes y los levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel. 15 Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehová.

Un hecho curioso que no alcanzo a comprender es que David mandara colocar el arca separada del tabernáculo de reunión, pues mientras el arca estaba en un lugar que él le había preparado en Jerusalén, ministrada por Asaf y otros levitas, el tabernáculo estaba en Gabaón, a pocos kilómetros de Jerusalén al norte, ministrada por Sadoc y los sacerdotes (1 Cr 16:37,39-40).

1 Cr 16:37,39-40; Y dejó allí, delante del arca del pacto de Jehová, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día;… 39 Asimismo al sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes sus hermanos, delante del tabernáculo de Jehová en el lugar alto que estaba en Gabaón, 40 para que sacrificasen continuamente, a mañana y tarde, holocaustos a Jehová en el altar del holocausto, conforme a todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que él prescribió a Israel;…

EL NÚMERO 12 CON SUS MÚLTIPLOS Y SUBMÚLTIPLOS

Es difícil precisar el significado espiritual del número 12, ya que en función del contexto puede significar cosas diferentes, según los expertos en la materia. Puede asociarse con la perfección, plenitud, autoridad, unidad, etc. Y lo mismo ocurre con sus múltiplos, especialmente el 24, que cobra gran relevancia en este estudio, así como diferentes combinaciones de submúltiplos, como puede ser 4x3, 6x2, etc. En lo que resta de este estudio iremos viendo distintos casos en los que intervienen los números 12 y 24.

Tras las promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob, Dios estableció un pacto en el Sinaí con las doce tribus de Israel para que viviesen apartadas para Él en santidad y fuesen sus testigos en la tierra. Esa comunión de Dios con su pueblo era representada en el tabernáculo, lugar en el que habitaba en medio de ellos, por los 12 panes de la proposición (Lv 24:5-6), correspondientes a las 12 tribus.

Lv 24:5-6; Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa. 6 Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.

Además las vestiduras sagradas del sumo sacerdote tenían una piedra de ónice en cada una de las dos hombreras del efod grabadas con los nombres de las 12 tribus (Éx 28:9-10), así como cuatro hileras de diferentes piedras preciosas en el pectoral, con tres de ellas en cada hilera, representando también a las 12 tribus de Israel (Éx 28:15,17,21).

Éx 28:9-10; Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; 10 seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos.

Éx 28:15,17,21; Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa... 17 y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras… 21 Y las piedras serán según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce tribus.

Podemos también recordar la distribución de las 12 tribus en el campamento de Israel, con tres tribus situadas en cada uno de los cuatro puntos cardinales rodeando el tabernáculo (ver capítulo dos de Números), así como el orden de marcha de cada tribu cuando, guiados por la nube o columna de fuego, se levantaba el campamento para trasladarse a otro lugar.

Bastantes siglos después, con el establecimiento del nuevo pacto en la sangre de Cristo, al testimonio de las 12 tribus se añadieron como testigos los 12 apóstoles. Por eso en la nueva Jerusalén hallamos el testimonio del antiguo y nuevo testamento en las 12 puertas de la ciudad con los nombres de las tribus de Israel inscritas en ellas (Ap 21:12), y con los nombres de los apóstoles en los 12 cimientos del muro, con 12 piedras preciosas diferentes (Ap 21:14). Pero es que además la ciudad mide 12.000 estadios y su muro 144 codos, o sea, 12x12 (Ap 21:16-17). Y por si todo esto no fuera suficiente, vemos que en medio de la calle de la ciudad a ambos lados del río de vida se halla el árbol de la vida, que produce 12 frutos, dando cada mes su fruto (Ap 22:2).

Ap 21:12; Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel…

Ap 21:14; Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Ap 21:16-17; La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. 17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

Ap 22:2; En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

Por otra parte, al apóstol Juan se le permitió ver la adoración celestial de los 24 ancianos, sentados en tronos alrededor del gran trono de Dios con coronas de oro en sus cabezas (Ap 4:4). Muchos creen que estos adoradores representan a las 12 tribus de Israel y a los 12 apóstoles de Cristo. Es probable que así sea, pero en todo caso lo que Juan presencia es la adoración celestial cuya figura y sombra se manifestó hace unos 3.000 años con el servicio de culto instituido por el rey David.

Ap 4:4; Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.

Cabe mencionar también aquí a los 144.000 siervos sellados por Dios en sus frentes, de las 12 tribus de Israel, 12.000 por cada tribu (Ap 7:3-4). Éstos vuelven a aparecer en Ap 14:2-3 en relación con el cántico nuevo ante el trono celestial, con voz como de arpistas que tocaban sus arpas.

Ap 7:3-4; ...diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. 4 Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.

Ap 14:2-3; Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.

Entonces, ¿qué nos indican todos estos números? Si nos conformamos con una lectura superficial de la Palabra, las similitudes numéricas entre muchos de estos textos pueden pasarnos inadvertidas o bien parecernos simples coincidencias sin relación alguna entre sí; pero si por el contrario escudriñamos las escrituras, entonces tomaremos conciencia de que existe una conexión espiritual entre ellos.

No es mi propósito en este estudio buscar una explicación pormenorizada del significado simbólico de dichos números y su interrelación entre el antiguo y nuevo testamento. Por eso voy a señalar sólo dos puntos, a modo de ejemplo:

1) La disposición espacial del campamento de Israel como una sombra de la Jerusalén celestial. Es indudable que en ambos casos existe un mismo patrón en el control de acceso y la protección, tanto del campamento como de la santa ciudad, con tres tribus ubicadas en torno a cada uno de los cuatro puntos cardinales.

2) También es innegable el vínculo existente entre la edificación de la Iglesia sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, cuya piedra angular es Cristo (Ef 2:19-22), y los cimientos del muro de la nueva Jerusalén, representando a los 12 apóstoles.

Ef 2:19-22; Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

ORGANIZACIÓN DEL CULTO DIVINO DISEÑADO POR DAVID

Vemos en primer lugar que, siendo David ya viejo y habiendo nombrado rey a su hijo Salomón, contó a los levitas mayores de 30 años, escogiendo de ellos 24.000 para dirigir la obra de la casa de Jehová (1 Cr 23:4).

1 Cr 23:4; De éstos, veinticuatro mil para dirigir la obra de la casa de Jehová, y seis mil para gobernadores y jueces.

Éstos fueron distribuidos por suerte en 24 turnos semanales de la siguiente manera: 24 sacerdotes hijos de Aarón, de los cuales 16 eran descendientes de Eleazar y 8 de Itamar (1 Cr 24:4); 24 levitas no sacerdotes conforme a sus casas paternas (1 Cr 24:31); 24 músicos y cantores principales de entre los hijos de Asaf, Hemán y Jedutún, que con sus hijos y hermanos eran 12 en cada turno, arrojando un total de 288 participantes al año, que es el resultado de multiplicar 12 asistentes por 24 turnos (1 Cr 25:1,7-8).

1 Cr 24:4; Y de los hijos de Eleazar había más varones principales que de los hijos de Itamar; y los repartieron así: De los hijos de Eleazar, dieciséis cabezas de casas paternas; y de los hijos de Itamar, por sus casas paternas, ocho.

1 Cr 24:31; Estos (los levitas no sacerdotes) también echaron suertes, como sus hermanos los hijos de Aarón, delante del rey David, y de Sadoc y de Ahimelec, y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y levitas…

1 Cr 25:1,7-8; Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos… 7 Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para Jehová, todos los aptos, fue doscientos ochenta y ocho. 8 Y echaron suertes para servir por turnos...

En cada turno, que comenzaba el sábado, también se renovaban los porteros; pero aunque probablemente su número siga unas pautas y un simbolismo similar al de los sacerdotes, levitas y cantores, por el momento no he conseguido saber de manera inequívoca su número ni desentrañar, por tanto, su significado.

A la vista de lo que antecede, ¿alguien puede pensar que este conjunto de números es casual, o que carece de simbología? Para mí está meridianamente claro que este sistema de culto instituido por David es una sombra de la alabanza y adoración celestial que podemos observar en el libro de Apocalipsis.

UN SISTEMA DE GOBIERNO PARTICIPATIVO

David no fue un monarca absolutista, sino que supo rodearse de los mejores en cada oficio, delegando funciones y dando participación por igual a todas las tribus de Israel en su gobierno. A este respecto cabe señalar que de entre los principales de los hijos de Israel, oficiales, jefes de familias, jefes de millares y de centenas, formó David 12 divisiones de 24.000 hombres de cada tribu, que por turnos mensuales servían al rey en todos los negocios del reino (1 Cr 27:1-2,15). Para que nos hagamos una idea de la alta participación del pueblo en los asuntos administrativos y de gobierno, este sistema involucraba a un total de 288.000 personas.

1 Cr 27:1-2,15; Estos son los principales de los hijos de Israel, jefes de familias, jefes de millares y de centenas, y oficiales que servían al rey en todos los negocios de las divisiones que entraban y salían cada mes durante todo el año, siendo cada división de veinticuatro mil. 2 Sobre la primera división del primer mes estaba Jasobeam hijo de Zabdiel; y había en su división veinticuatro mil 15 El duodécimo para el duodécimo mes era Heldai netofatita, de Otoniel; y en su división veinticuatro mil.

Vemos que también nombró un jefe para cada tribu (1 Cr 27:16,24), así como personas a cargo de los distintos departamentos administrativos creados por David (para quien esté interesado, estos nombramientos se detallan en 1 Cr 27:25-34).

1 Cr 27:16,24; Asimismo sobre las tribus de Israel: el jefe de los rubenitas era Eliezer hijo de Zicri; de los simeonitas, Sefatías, hijo de Maaca… 22 Y de Dan, Azareel hijo de Jeroham. Estos fueron los jefes de las tribus de Israel.

DIOS BENDIJO A DAVID CON GRAN DIVERSIDAD DE DONES

Considerando lo polifacético que fue David a lo largo de su intensa vida, tengo la impresión de que buscó la excelencia en todo lo que hizo, que tuvo intereses muy diversos, y que consiguió aprender y hacer bien todo lo que se propuso. Creo que el enorme éxito de David se debió tanto a su esfuerzo personal, como a su fe y búsqueda de Dios, a quien solía consultar cuando necesitaba tomar importantes decisiones; todo ello combinado con los dones que Dios quiso regalarle.

Como resultado de dicha combinación, David fue un extraordinario pastor de ovejas; un hombre que puso su fe y confianza en el Todopoderoso; un leal siervo de Dios y de su pueblo, al que amó y sirvió incluso desde su posición como rey; un hombre obediente que cuando le tocó mandar supo hacerlo con sabiduría y sencillez de corazón; un valiente y esforzado guerrero; una persona agradecida con sus amigos y benefactores; un ser compasivo y misericordioso; un excelente músico y cantor; un fiel profeta; un hombre temeroso de Dios y prudente. Todo eso y más podemos comprobarlo en distintos pasajes de la Biblia. Y a pesar de los escasos aunque graves errores cometidos, David tuvo un sincero y profundo arrepentimiento, tras ser acusado por su propia conciencia o reprendido de parte de Dios, por lo que fue perdonado y restaurado.

UNA REFLEXIÓN SOBRE LOS MÚSICOS Y CANTORES

David mostró una especial sensibilidad para la música y el canto, pues no sólo compuso multitud de salmos proféticos (2 S 23:1-2) y tocó delante del rey Saúl las canciones que había aprendido en su etapa como pastor de ovejas (1 S 16:14,23), sino que siendo ya rey organizó el culto de adoración y alabanza de los levitas en la casa de Dios, con los instrumentos musicales que él mismo había hecho (1 Cr 23:5-6).

2 S 23:1-2; Estas son las palabras postreras de David. Dijo David hijo de Isaí, dijo aquel varón que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel: 2 El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua.

1 S 16:14,23 (también 1 S 18:10-11; 19:8-10); El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová… 23 Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.

1 Cr 23:5-6; Además, cuatro mil porteros, y cuatro mil para alabar a Jehová, dijo David, con los instrumentos que he hecho para tributar alabanzas. 6 Y los repartió David en grupos conforme a los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.

En el contexto de una estructura jerárquica, los principales de los levitas a petición de David designaron algo así como tres directores generales para la música y el canto: Hemán, levita de la descendencia de Coat, junto a Asaf, levita de la descendencia de Gersón, a su mano derecha, y Etán, levita de la descendencia de Merari, a su mano izquierda (1 Cr 15:16-18). Esto se hizo con motivo del traslado del arca desde la casa de Obed-Edom a Jerusalén; pero sirvió después para el culto de adoración y alabanza en la casa de Dios, no sólo al final del reinado de David, sino también con Salomón, tal como se observa en la inauguración del templo (2 Cr 5:12,14).

1 Cr 15:16-18; Asimismo dijo David a los principales de los levitas, que designasen de sus hermanos a cantores con instrumentos de música, con salterios y arpas y címbalos, que resonasen y alzasen la voz con alegría. 17 Y los levitas designaron a Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos, a Asaf hijo de Berequías; y de los hijos de Merari y de sus hermanos, a Etán hijo de Cusaías. 18 Y con ellos a sus hermanos del segundo orden…

2 Cr 5:12,14; ...y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas)… 14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.

Pero además de esos tres se escogió a Quenanías como maestro de canto (1 Cr 15:22,27) y a otros 24 directores secundarios que por turnos semanales asistían al culto con 12 músicos y cantores, sumando un total de 288 participantes por año.

1 Cr 15:22,27; Y Quenanías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir el canto, porque era entendido en ello… 27 Y David iba vestido de lino fino, y también todos los levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Quenanías era maestro de canto entre los cantores

Es de destacar que al igual que David, a los tres directores principales Dios les dio el don de profecía; además de a los hijos de éstos, que también profetizaba mediante el canto, al menos una parte de ellos  (1 Cr 25:1-3,5). Pero, ¿cómo lo hacían? Eso no se detalla en la Biblia, pero se me ocurren diferentes contextos o situaciones en los que podrían surgir y manifestarse dichas profecías:

1 Cr 25:1-3,5; Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún (probablemente hijo de Etán), para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue:... 2 ...bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes del rey… 3 ...bajo la dirección de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa, para aclamar y alabar a Jehová... 5 ...hijos de Hemán, vidente del rey en las cosas de Dios, para exaltar su poder...

Una posibilidad es que en privado Dios pusiese un canto profético en el corazón de alguno de estos músicos, que luego comunicaría a sus compañeros. Otra posibilidad es que estas profecías se manifestaran durante los ensayos, mientras tocaban los instrumentos y cantaban. Y por último, una tercera posibilidad es que aparecieran improvisadamente en pleno culto de adoración y alabanza.

En relación con esta cuestión quiero dar mi opinión sobre el cántico nuevo, al que se hace tantas referencias en los salmos (Sal 33:1-3 y otros). Creo que no es un cántico renovado o modificado, ni un cántico hecho con un espíritu renovado, como he oído en alguna predicación; sino literalmente un cántico nuevo, que se añade al repertorio de cánticos ya existentes, de modo similar a como ocurre hoy con cada nueva composición musical. Un cántico nuevo inspirado por el Espíritu Santo siempre será bueno, mientras que uno hecho sin la guía del Espíritu Santo, puede ser bueno o malo dependiendo de lo que haya en el corazón del autor, de si su corazón está alineado o no con el de Dios (1 Cr 17:1-2).

Sal 33:1-3 (también Sal 40:3; 96:1; 98:1; 144:9 y 149:1); Alegraos, oh justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza. 2 Aclamad a Jehová con arpa; cantadle con salterio y decacordio. 3 Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo.

1 Cr 17:1-2; Aconteció que morando David en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehová debajo de cortinas. 2 Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.

CONCLUSIÓN

Considero que he cumplido el principal objetivo de este estudio, que es mostrar el paralelismo existente entre el sistema de gobierno y de culto establecido por David, con los del futuro reino mesiánico de Cristo. El hecho de que Apocalipsis replique de manera tan reiterada la simbología numérica de varios textos de Crónicas me lleva a descartar la mera casualidad, y a creer que los mencionados sistemas instituidos por David son figura y sombra de los celestiales con Cristo por toda la eternidad (He 8:4-5).

He 8:4-5; Así que, si (el Señor Jesús) estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; 5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.

Sin más, reciba todas las bendiciones que Dios tiene preparadas para sus hijos.

10/2/25

Una aproximación a la figura de Samuel

 

Sobre la figura de Samuel podrían escribirse ríos de tinta. Sin embargo mi objetivo en este estudio no es hacer un resumen de su vida y hechos, sino reflexionar sólo sobre ciertos detalles de su vida poco conocidos, así como sobre su trascendencia histórica para Israel, y por extensión para todos los seguidores de Cristo.

SU NACIMIENTO

Por la Palabra conocemos el vivo deseo que tenía Ana, la más querida de las esposas de Elcana, de tener un hijo varón, siendo estéril. Asimismo podemos recordar su voto de consagrarlo desde niño a Dios, si se compadecía de ella y le daba el hijo que le pedía. Y finalmente conocemos la respuesta de Dios a las oraciones de esta mujer atribulada de espíritu.

En este apartado de la historia de Samuel hay dos aspectos sobre los que quiero reflexionar: 1) La generosa respuesta de Dios a Ana, que superó cualquier expectativa; y 2) Su actitud de plena adoración a Dios.

En relación con el primer punto, vemos que Dios no se conformó con darle un hijo cualquiera a Ana, sino que le dio el mejor hijo posible (Ef 3:20), alguien que viviría en obediencia e íntima comunión con Dios; alguien que cubriría la transición entre el periodo del reinado de Dios en Israel por medio de jueces, y el de un rey humano, como las demás naciones; alguien que, además de intercesor y fiel profeta, fue juez sobre Israel (1 S 7:8-9,13,15) y ungidor de reyes (1 S 9:15-16; 10:1; 16:13); en resumen, uno de los más grandes en la historia del pueblo de Dios (Jer 15:1).

Ef 3:20-21; Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros…

1 S 7:8-9; Entonces dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos guarde de la mano de los filisteos. 9 Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová le oyó.

1 S 7:13,15; Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel… 15 Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió.

1 S 9:15-16; Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo: 16 Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí.

1 S 10:1; Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?

1 S 16:13; Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.

Jer 15:1 (mención similar a ésta con respecto a Noé, Daniel y Job en Ez 14:14); Me dijo Jehová: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, no estaría mi voluntad con este pueblo; échalos de mi presencia, y salgan.

En cuanto a la actitud de Ana, es impactante su agradecimiento y entrega a Dios, renunciando al pleno disfrute de alguien tan deseado y querido como fue su primer hijo (después tendría más, como puede apreciarse en 1 S 2:21). La fiel adoración de Ana se concreta en amar a Dios en primer lugar (Mt 22:36-40), ofreciéndole lo mejor, lo más valioso.

1 S 2:21; Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.

Mt 22:36-40; Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Fiel expresión del agradecimiento a Dios por parte de Ana es la oración que brota como un cántico desde lo más profundo de su corazón. Declaraciones poéticamente tan bellas, incluyendo profecías (1 S 2:10), sólo pueden ser pronunciadas bajo la guía y el poder del Espíritu Santo.

 1 S 2:10; Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, y sobre ellos tronará desde los cielos; Jehová juzgará los confines de la tierra, dará poder a su Rey, y exaltará el poderío de su Ungido (clara referencia al Señor Jesucristo).

SUS ORÍGENES

Escudriñando la Biblia, en el capítulo seis de Éxodo y en el seis de 1 Crónicas, llego a la conclusión de que Samuel era levita, aunque no de la casta sacerdotal (Éx 6:16,18,21,24; 1 Cr 6:22,27-28,33-34,37-38).

Éx 6:16,18,21,24; Estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, Coat y Merari… 18 Y los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel... 21 Los hijos de Izhar: Coré, Nefeg y Zicri… 24 Los hijos de Coré: Asir, Elcana y Abiasaf. Estas son las familias de los coreítas.

1 Cr 6:22,27-28,33-34,37-38; Los hijos de Coat: Aminadab (llamado Izhar en Éx 6:18 y en 1 Cr 6:2,38) su hijo, Coré su hijo, Asir su hijo… 27 Eliab su hijo, Jeroham su hijo, Elcana su hijo. 28 Los hijos de Samuel: el primogénito Vasni (llamado Joel en 1 Cr 6:33 y en 1 S 8:2), y Abías… 33 Estos, pues, con sus hijos, ayudaban: de los hijos de Coat, el cantor Hemán hijo de Joel, hijo de Samuel, 34 hijo de Elcana, hijo de Jeroham… 37 ...hijo de Coré, 38 hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, hijo de Israel.

Precisamente porque Samuel era levita le estaba permitido legalmente servir en el templo de Jehová en Silo, a donde había sido trasladado el tabernáculo del testimonio y el arca de Dios en aquellos días. Esto nos muestra, entre otras cosas, que quien ordenó toda la creación es un Dios de orden y no de confusión (1 Co 14:32-33,39-40); por eso puso como sirviente del templo a un hombre de la tribu que había sido apartada para Él y no de cualquier otra tribu, conforme a su voluntad expresada en la ley de Moisés.

1 Co 14:32-33,39-40; Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz… 39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; 40 pero hágase todo decentemente y con orden.

Así que para determinar la genealogía de Samuel me he basado en Éx 6, 1 Cr 6, y 1 S 8:2. Para ello he seguido las primeras y las últimas generaciones de Samuel, omitiendo por innecesarias muchas generaciones intermedias. De manera que parte de su árbol genealógico desde Leví, comienza por Coat, Izhar, Coré, Asir,… y termina por Eliab, Jeroham, Elcana y Samuel. A éste le sucedió su hijo Joel, que engendró a Hemán, al cual Dios le dio el don de cantar profetizando en el servicio de adoración en el tabernáculo y después en el templo.

SAMUEL DESCENDIENTE DE LEVÍ Y CORÉ

El hecho de que Samuel proceda de Coré es una prueba contundente de que Dios no hace acepción de personas y que, por tanto, los hijos no tienen que pagar por los pecados de sus padres, sino en todo caso pagarán por sus propios pecados, tal como expuse en mis dos últimos estudios (Nm 16:1-2, 26:9-11).

Nm 16:1-2; Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, 2 y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre.

Nm 26:9-11; Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que se rebelaron contra Moisés y Aarón con el grupo de Coré, cuando se rebelaron contra Jehová; 10 y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para servir de escarmiento. 11 Mas los hijos de Coré no murieron.

Luego debido al justo proceder de Dios, Israel pudo beneficiarse de personas tan íntegras como Samuel (1 S 2:26; 3:19-21; 12:3-5), o su nieto Hemán. ¡A Dios sea toda la gloria!

1 S 2:26; Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres.

1 S 3:19-21; Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. 20 Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. 21 Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.

1 S 12:3-5; Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con él; y os lo restituiré. 4 Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre. 5 Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no habéis hallado cosa alguna en mi mano. Y ellos respondieron: Así es.

El hecho de que Samuel no dejara caer a tierra ninguna de las palabras que Dios le dio, como hemos visto en 1 S 3:19, es de tremenda importancia. En efecto, es fácil endulzar el oído con palabras que a los oyentes les gusta oír, cediendo así a la presión del pueblo, mintiendo y haciéndose cómplices de sus pecados; pero es difícil y desagradable transmitir mensajes que sus destinatarios no quieren oír (Is 30:9-10).

Is 30:9-10; Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová; 10 que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras...

Así que, a diferencia de otros falsos profetas, muy abundantes en la historia de Israel (Jer 23:16-17,31-32; Ez 13:2-3,10), Samuel no se abstuvo de dar malas noticias a Elí y Saúl, cuando Dios les anunció que serían cortados del sacerdocio y el reino respectivamente, a causa de su infidelidad (1 S 2:30; 13:13-14; 15:23,27-28).

Jer 23:16-17,31-32; Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová. 17 Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros... 31 Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. 32 He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.

Ez 13:2-3,10 (también Jer 6:14 y otros); Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón: Oíd palabra de Jehová. 3 Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu, y nada han visto!… 10 Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto...

1 S 2:30-31; Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice (al juez y sumo sacerdote Elí): Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. 31 He aquí, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa.

1 S 13:13-14; Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. 14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.

1 S 15:23,27-28; Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey… 27 Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la punta de su manto, y éste se rasgó. 28 Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú.

EL FINAL DE LA VIDA DE SAMUEL

Ahora bien, la justicia divina, igual que su Palabra, es como una espada de doble filo, en el sentido de que recompensa las buenas acciones de los hombres y castiga las malas, sin hacer acepción de personas (Ro 11:22). Luego los hijos malvados que suceden a padres de conducta intachable no están excluidos, por lo que un día tendrán que dar cuenta a Dios por sus propios actos. Y esa era precisamente la condición de los hijos de Samuel (1 S 8:1-3), los cuales se alejaron por completo del ejemplo de su padre, como le ocurrió a muchos otros antes y después de ellos.

Ro 11:22; Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.

1 S 8:1-3; Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. 2 Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías; y eran jueces en Beerseba. 3 Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho.

Así que después de toda una vida de total entrega a Dios desde su tierna infancia, Samuel envejeció como todo ser humano, hasta que le llegó el día de su muerte (1 S 25:1). Recordemos que antes de que Samuel naciese su madre hizo voto de consagrarlo a Dios como nazareo, con las exigencias y privaciones que eso conllevaba. Y aunque el nazareato suele ser temporal, en el caso de Samuel fue vitalicio, conforme a la promesa que su madre había hecho (1 S 1:11).

1 S 25:1 (también 1 S 28:3); Murió Samuel, y se juntó todo Israel, y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá.

1 S 1:11; E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

Tras una vida muy intensa, creo que en su vejez Samuel debió pensar sobre su partida de modo parecido al del apóstol Pablo, con el que sin duda se habría identificado (Ro 14:8; 2 Ti 4:6-8).

Ro 14:8; Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

2 Ti 4:6-8; Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Sin más, me despido de ustedes, queridos lectores, deseándoles que hayan disfrutado el contenido de este estudio tanto como yo. Que el Señor continúe derramando sus bendiciones sobre nuestras vidas.