2/6/17

Mefi-Boset y los cristianos


Creo que hay cuatro fases o momentos cruciales en la vida de Mefi-Boset y en su relación con el rey David:

      1. Cuando queda lisiado de los pies (2 S 4:4).
      2. Cuando es llamado por David (2 S 9:1-13).
      3. Cuando David se marcha de Jerusalén (2 S 15:30; 2 S 16:3).
      4. Cuando David regresa a Jerusalén (2 S 19:24-30).

Mefi-Boset queda lisiado de los pies

2 S 4:4
Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.

Reflexionando sobre el contenido de este versículo se pueden encontrar bastantes analogías entre Mefi-Boset y cualquier cristiano, así como entre David y Cristo:

PRIMERA

-La vida de Mefi-Boset quedó marcada por ser descendiente de Saúl, quien desobedeció a Dios y se convirtió en enemigo de la casa de David.

-Asimismo, por ser descendientes de Adán, que también desobedeció a Dios, todos nacemos con la marca del pecado. Por tanto, los que no tienen a Cristo están bajo la potestad de Satanás (Hch 26:18), son enemigos de Dios y, por naturaleza, hijos de ira (Ef 2:3).

SEGUNDA

-Dios tuvo que ungir a David en lugar de Saúl para restablecer el reino de Israel, que era su reino visible en la Tierra.

-De modo similar Dios envió a su Hijo Jesucristo como su ungido para restaurar el reino de los cielos.

TERCERA

-Temiendo el castigo, su nodriza huyó con el niño para alejarlo y ocultarlo de la presencia del rey. Desconocían la bondad y misericordia de David e ignoraban o se habían olvidado del pacto entre David y Jonatán y su amor recíproco (1 S 20:15-17), similar al pacto entre Dios y Adán en el Edén.

-Igual que David con Mefi-Boset, Dios quiso mostrar su amor y misericordia para con nosotros. Por eso, tomando la iniciativa, nos ha buscado y hallado; se nos ha acercado para decirnos que ya se ha reconciliado con nosotros y que ahora nos toca a nosotros hacerlo con Él (2 Co 5:18-20).

CUARTA

-Al quedar lisiado de ambos pies, Mefi-Boset no podía caminar por sí mismo, pasando a depender por completo de otra persona para trasladarse de un lugar a otro; o sea, no tenía libertad de movimiento.

-Lo mismo nos ocurría a los cristianos antes de acogernos a la gracia de Dios. Éramos esclavos del pecado y no podíamos caminar con libertad, por lo que estábamos en manos del enemigo que nos zarandeaba y llevaba por un camino de perdición.

David, busca, encuentra y llama a Mefi-Boset

2 S 9:1-13
Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? 2 Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo. 3 El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. 4 Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar. 5 Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. 6 Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo. 7 Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa. 8 Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?
9 Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor. 10 Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos. 11 Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey. 12 Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Micaía. Y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset. 13 Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.

QUINTA

-David tenía todo lo que deseaba, no necesitaba para nada a Mefi-Boset; por otra parte, éste no tenía nada que ofrecerle. Fue su amor por Jonatán lo que motivó su misericordia, en un acto de pura gracia.

-Esto refleja a la perfección el amor y la gracia de Dios para con todos nosotros (Job 41:11; Jn 3:16; Ro 5:7-8).

SEXTA

-Al amar a Jonatán, David amó y escogió a Mefi-Boset, desde antes de nacer.

-Dios también escogió a los cristianos desde antes de la fundación del mundo (Ef 1:3-4), porque los amó y se compadeció de ellos.

SÉPTIMA

-Fue David quien buscó a Mefi-Boset hasta que lo halló, cuando éste estaba lejos y sin intención de acercarse a Él.

-Dios hizo lo mismo con cada cristiano (Mt 18:11).

OCTAVA

-David sacó a Mefi-Boset de Lodebar, un lugar apartado, apenas conocido. Lo trajo a su morada en un lujoso palacio de Jerusalén (Jn 14:1-3), lo colmó de bendiciones (Ef 1:3) y compartió su intimidad con él a su mesa (Ap 3:20), deleitándolo con exquisitos manjares (Sal 23:5-6). No fue una invitación ocasional, sino permanente para celebrar banquete todos los días de su vida.

-Así hizo Dios con los cristianos, que estaban perdidos y solos como desterrados en este mundo, atrayéndolos a Cristo, llenando el vacío que había en sus almas y saciando su hambre y sed de justicia.

NOVENA

-Mefi-Boset era el heredero natural del rey Saúl, pero a causa de la rebelión de éste contra Dios, perdió todas sus posesiones, hasta que David se las restituyó.

-Dios también entregó a Adán la Tierra por heredad, pero por culpa de su pecado y consiguiente alejamiento de Dios, Satanás se la arrebató. Entonces vino Cristo, el postrer Adán, quien obtuvo la victoria sobre Satanás en la cruz, despojándolo y entregándonos de nuevo la Tierra por heredad para que la disfrutemos cuando culmine la restauración en su reino celestial.

DÉCIMA

-Por tanto Mefi-Boset dejó de ser alguien insignificante al que nadie prestaba atención para ser recibido como hijo del rey y gozar para siempre de su presencia y compañía.

-Eso mismo hizo Dios con cada persona nacida de nuevo, adoptándola como hijo ¿Qué mayor distinción se le podía hacer a Mefi-Boset entonces y a nosotros hoy?

UNDÉCIMA

-Cuando el rey llamó a Mefi-Boset, éste se humilló e inclinó delante de él, reconociendo que nada merecía sino la muerte.

-Esa es la actitud del converso cuando Dios lo llama y se presenta ante Él.

DUODÉCIMA

-Aunque Mefi-Boset no podía caminar por cuanto era cojo de ambos pies, pasó a estar bajo la dependencia de David, quien proveyó para que nada le faltara.

-Lo mismo ocurre con los cristianos, que dependen para todo de Cristo y sólo están completos en Él. Afortunadamente ahora ya no están sólos sino que Dios los acompaña, les ayuda y suple todas sus necesidades y carencias.

David se marcha de Jerusalén

2 S 15:30
Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.

2 S 16:3
Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.

Los dos versículos precedentes se ubican, a efectos de este estudio, en torno a la primera venida de Cristo.

NÚMERO TRECE

-La aflicción de David subiendo la cuesta de los Olivos evoca el sufrimiento de Cristo cuando subió al Gólgota, cargando con la cruz en la que iba a morir, así como a las mujeres piadosas que lloraban y hacían lamentación por Él (Lc 23:28).

-También los cristianos nos identificamos con Cristo en su padecimiento, muerte y resurrección (Ro 6:5-11; Ro 8:17; Ga 2:20; Ef 2:4-6).

NÚMERO CATORCE

-Sabemos por 2 S 19:24 que Mefi-Boset se quedó afligido y triste cuando el rey David se fue de Jerusalén.

-Asimismo cuando el esposo fue quitado temporalmente a su iglesia (Mt 9:15), los seguidores de Jesús se quedaron tristes, por lo que les era necesario recibir un consolador que los ayudase a sobrellevar las aflicciones que padecerían en este mundo y a guiarlos a toda la verdad. Por eso después de ascender al cielo Jesús, el Padre envió el Espíritu Santo a sus discípulos.

NÚMERO QUINCE

-Mefi-Boset fue acusado falsamente por Siba ante el rey David.

-De modo similar Satanás nos acusa delante de Dios. Pero sabemos que tenemos un fiel abogado defensor (1 Jn 2:1) y que pronto llegará el día en que el maligno ya no podrá presentarse ante Dios para acusar a los cristianos (Ap 12:10). ¡Aleluya!

El regreso de David a Jerusalén

2 S 19:24-30
También Mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; no había lavado sus pies, ni había cortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos, desde el día en que el rey salió hasta el día en que volvió en paz. 25 Y luego que vino él a Jerusalén a recibir al rey, el rey le dijo: Mefi-boset, ¿por qué no fuiste conmigo? 26 Y él respondió: Rey señor mío, mi siervo me engañó; pues tu siervo había dicho: Enalbárdame un asno, y montaré en él, e iré al rey; porque tu siervo es cojo. 27 Pero él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz, pues, lo que bien te parezca. 28 Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey? 29 Y el rey le dijo: ¿Para qué más palabras? Yo he determinado que tú y Siba os dividáis las tierras. 30 Y Mefi-boset dijo al rey: Deja que él las tome todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.

Este pasaje nos conduce simbólicamente a la segunda venida de Cristo como rey de gloria.

NÚMERO DIECISEIS

-Mefi-Boset hizo luto todo el tiempo en que David estuvo ausente. Esto demuestra cuánto y cuan verdadero era el amor que profesaba a su señor. Su afecto era sincero y brotaba de un corazón agradecido. No era olvidadizo, sino que tenía siempre presente de dónde David lo había sacado, perdonándole la vida y concediéndole el enorme privilegio de figurar entre los convidados a su mesa como uno de sus hijos.

-No podría haber mejor ilustración del favor de Dios hacia el cristiano y la respuesta de éste a su amor y misericordia.

NÚMERO DIECISIETE

-Vemos que Mefi-Boset no deseaba estar con David por conveniencia o vanagloria, sino porque lo amaba. Para él lo realmente importante era disfrutar de su presencia, pasando los bienes materiales a un segundo plano. Por eso estuvo triste durante la ausencia de David, a pesar de poseer abundantes bienes materiales.

-También esa actitud refleja la del cristiano verdadero.

NÚMERO DIECIOCHO

-Mefi-Boset anhelaba tan profundamente el regreso de su Señor, que estuvo durante todo ese tiempo no sólo esperándolo, sino también preparado para ir a recibirlo.

-Los cristianos fieles también esperan al esposo, como las cinco vírgenes prudentes, con sus lámparas provistas de aceite (Mt 25:1-13).

NÚMERO DIECINUEVE

-El regreso de David y su reunión con Mefi-Boset colmó todas las aspiraciones de éste y ya no deseó ninguna otra cosa, hasta el punto de estar dispuesto a renunciar a todas sus posesiones, sintiendo que ya no las necesitaba.

-Creo que así se sentirá el cristiano cuando se reúna con Cristo, ya sea porque Él lo saque de este mundo para entrar en su presencia, o porque regrese a buscar a los suyos en su segunda venida.

Conclusión
 
¿Son David y Mefi-Boset realmente tipos de Cristo y los cristianos, o eso es un mero invento de la imaginación? En todo caso creo que las reflexiones aquí introducidas pueden ser provechosas, incluso si no se considerase válido tratar a estos personajes como tipos.

Por otra parte, soy consciente de que esos mismos textos pueden utilizarse con otros enfoques diferentes y enseñarnos muchas otras cosas. Creo además que desde esta misma perspectiva hay cabida para otras reflexiones, tanto en lo que se refiere al contenido como al número de las mismas; este estudio, por supuesto, no agota el tema.

Estas analogías y paralelismos, que nos permiten comparar la experiencia vivida por estos dos personajes con nuestra relación con Cristo, me ayudaron a conocer un poco más del amor de Dios. Si a ti te ocurre lo mismo me daré por satisfecho.

Que el Señor nos siga bendiciendo.

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