INTRODUCCIÓN
Existe
la creencia generalizada de que Elías fue llevado a la presencia de
Dios sin sufrir la muerte física. Aparentemente es lo que dice la
Palabra; además es lo que se suele enseñar, al menos en las
congregaciones a las que he asistido. Pero, basándome en la propia
Palabra, estoy convencido de que Elías falleció como todos los
mortales, con la única excepción de Enoc.
Espero,
querido lector, que no se escandalice por lo que acabo de decir y
continúe leyendo. Es posible que al final cambie su punto de vista
sobre este asunto.
ANTECEDENTES
Y CONTEXTO
Elías
desempeñó su ministerio profético en Israel durante los 22 años
del reinado de Acab (1 R 16:29-30), los 2 años del reinado de
su hijo Ocozías (1 R 22:51)
y
un corto periodo de los 12 años del reinado de
Joram.
A Ocozías le sucedió su hermano Joram (2 R 3:1),
por no tener hijos.
No sabemos en qué año fue arrebatado Elías; pero tuvo que ser
durante el reinado de Joram de Israel.
En
ese mismo periodo reinaron en Judá los siguientes reyes: Asa, en sus
últimos 4 años (1 R 15:9-10; 1 R 16:29);
Josafat, durante todo su reinado de 25 años (1 R
22:41-42; 2 R 3:1);
y Joram, los 8 años que reinó sobre Judá (2 R
8:16-17).
Las
referencias cronológicas citadas pueden parecernos anecdóticas o
estériles; pero no lo son, por el mero hecho de aparecer en la
Palabra, en la que nada sobra ni falta. Además, es necesario
tenerlas en cuenta para poder ubicar en el tiempo la vida y los
hechos de Elías.
PERSECUCIÓN
DE ELÍAS
Desde
el comienzo de su ministerio, Elías tuvo que huir y ocultarse de
Acab y su esposa Jezabel; primero a causa de la profecía de que no
llovería sobre la tierra y más tarde por haber degollado a los 850
profetas de Baal y Asera. El caso es que Acab había emprendido una
intensa y a la vez extensa búsqueda para capturar a Elías. Pero
protegido por Dios, parecía como si la tierra lo hubiera tragado.
1
R 18:7-13; Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y
cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú
mi señor Elías? 8 Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí
está Elías. 9 Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que
entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate? 10 Vive
Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde
mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está
aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han
hallado. 11 ¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías?
12 Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová
te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab,
al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová
desde su juventud. 13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice,
cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien
varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en
cuevas, y los mantuve con pan y agua?
En
relación con 1 R 18:12 podríamos
preguntarnos: ¿Por qué creía Abdías que el Espíritu llevaría a
Elías a algún lugar desconocido? ¿Quizás porque creía que ya
había ocurrido eso antes? ¿Ser llevado por el Espíritu significa
simplemente ser guiado, o ser transportado sobrenaturalmente, como
ocurrió en Ez 8:3?
No lo sabemos, por lo que es mejor no especular.
DESAPARICIÓN
ESPERADA POR ELISEO Y LOS PROFETAS
2
R 2:1-3; Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías
en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal. 2 Y
dijo Elías a Eliseo: quédate ahora aquí, porque Jehová me ha
enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: vive Jehová, y vive tu alma, que no
te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el. 3 Y saliendo a Eliseo los
hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que
Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo
lo sé; callad.
Cuando
llegó el tiempo en que Elías debía ser quitado, Eliseo y los
profetas de Jehová sabían que eso iba a ocurrir, como nos lo
demuestra, entre otros, el anterior versículo 3. Y sabiendo eso,
Eliseo no quería separarse de Elías ni por un momento; tal vez
porque albergaba la esperanza de partir con él, porque trataba de
retrasar su despedida o, lo más probable, porque anhelaba que Elías
le traspasara su unción.
ALZADO
EN EL AIRE HASTA DESAPARECER DE LA VISTA
2
R 2:9-11; Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide
lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y
dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea
sobre mí. 10 El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres
cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no. 11 Y
aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con
caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un
torbellino. 12 Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío,
padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le
vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
Este
cielo al que Elías subió arrebatado por un torbellino no tiene por
qué ser el tercer cielo, donde Dios tiene su morada (2
Co 12:1-4);
también puede ser la atmósfera terrestre. La Palabra enseña con
toda claridad que el cielo se subdivide en varios cielos; por eso
muchas veces se refiere a los cielos en plural.
BÚSQUEDA
DE ELÍAS TRAS SU DESAPARICIÓN
2
R 2:15-18; Viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó
al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y
vinieron a recibirle, y se postraron delante de él. 16 Y dijeron: He
aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y
busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová,
y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No
enviéis. 17 Mas ellos le importunaron, hasta que
avergonzándose dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta
hombres, los cuales lo buscaron tres días, mas no lo hallaron. 18 Y
cuando volvieron a Eliseo, que se había quedado en Jericó, él les
dijo: ¿No os dije yo que no fueseis?
Los
hijos de los profetas no tenían certeza de que Dios hubiera llevado
a Elías a su presencia; de ahí que salieran en su búsqueda. Eliseo
trató de disuadirlos, tal vez porque tenía la revelación de que no
sería hallado. Pero eso no significa necesariamente que Dios hubiera
sacado a Elías de la tierra; podía haberlo transportado a algún
lugar desconocido. Así que, mientras ellos admitían dicha
posibilidad, la mayoría de los cristianos dan por sentado que fue
arrebatado a la presencia del Señor, sin conocer la muerte. Pero,
¿es eso cierto?
ELÍAS
ESCRIBIÓ A JORAM AÑOS DESPUÉS DE SER ARREBATADO
Para
que no haya confusión, aclaro que me estoy refiriendo en este
apartado a Joram de Judá, en contraposición a Joram de Israel, con
quien coincidió durante sus 8 años de reinado (Joram de Israel, que
reinó durante 12 años, comenzó a reinar 4 años antes que Joram de
Judá y falleció poco después de que lo hiciera éste).
2
Cr 21:4-6, 12-15; Fue elevado, pues, Joram (el
de Judá)
al reino de su padre; y luego que se hizo fuerte, mató a espada a
todos sus hermanos, y también a algunos de los príncipes de Israel.
5 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho
años en Jerusalén. 6 Y anduvo en el camino de los reyes de Israel,
como lo hizo la casa de Acab; porque tenía por mujer a la hija de
Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
12
Le llegó una carta del profeta Elías,
que decía: Jehová el Dios de David tu padre ha dicho así: Por
cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los
caminos de Asa rey de Judá, 13 sino que has andado en el camino de
los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá y los moradores
de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado
muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran
mejores que tú; 14 he aquí Jehová herirá a tu pueblo de una gran
plaga, y a tus hijos y a tus mujeres, y a todo cuanto tienes; 15 y a
ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos, hasta
que se te salgan a causa de tu persistente enfermedad.
Como
vemos en 2 Cr 21:12, Joram
recibe una carta de Elías, anunciándole el castigo
que le espera a él, su familia y el pueblo en general, por haberse
apartado de Jehová y cometido toda clase de mal, a semejanza de la
casa de Israel.
No
hay duda de que esta carta le llegó a Joram años después de que
Elías fuera arrebatado. Para ello basta leer 2 R 3:5-11,
donde
se relata que Joram de Israel, junto con el rey de Edom y Josafat
fueron a consultar a Eliseo sobre la guerra contra Moab. Ahora bien,
si Josafat consultó a Eliseo, es porque ya Elías había sido alzado
en un torbellino; y si reinando Josafat ya había sido arrebatado
Elías, ¡cuánto más al sucederle su hijo Joram en el trono de
Judá!
Siendo
la recepción de esta carta un hecho crucial para entender el destino
de Elías tras su arrebatamiento, ¿cómo es posible que esta
evidencia haya pasado desapercibida a tantos lectores y estudiosos de
la Palabra, entre los que me incluyo? Pues tal vez porque no es fácil
llegar a 2 Cr 21 sin
perder el hilo de todo lo que antecede en los dos libros de Reyes
y
el primero de Crónicas,
habiendo
tantas páginas de por medio. Hay fechas que se solapan; nombres que
se repiten; narraciones que no siempre se suceden en orden
cronológico; alternancia en las referencias a los reyes de Judá e
Israel; detalles en Reyes
y
Crónicas que
es necesario complementar y encajar… Estos
y otros factores dificultan una correcta ubicación espacio-temporal
de los personajes y sus hechos.
El
caso es que por la voluntad soberana de Dios Elías fue retirado de
su ministerio público, viviendo a partir de entonces en el anonimato
en algún lugar para nosotros desconocido.
EL
ARREBATAMIENTO DE ELÍAS EN COMPARACIÓN CON OTROS
Tenemos
en primer lugar el arrebatamiento que nos atañe directamente a los
que esperamos la venida del Señor, al que se hace referencia en
muchos textos, entre ellos 1 Ts 4:13-18.
Este
arrebatamiento merece un estudio aparte, por lo que no lo voy a
considerar en este estudio.
Luego
hay dos arrebatamientos en los que a los sujetos se les muestra una
visión; pero no está muy claro si fueron arrebatados en cuerpo o
sólo en el espíritu, aunque la visión sea muy vívida y real. Este
es el caso de las visiones de Jerusalén mostradas a Ezequiel estando
en el exilio y también la visión que se le permitió tener a Pablo
del paraíso. En el primer caso Ezequiel fue alzado sólo al primer
cielo o atmósfera, mientras que Pablo fue llevado hasta el tercer
cielo.
Ez
8:3; Y aquella figura extendió la mano, y me tomó por las
guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la
tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la
entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba
la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos.
2
Co 12:1-5; Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las
visiones y a las revelaciones del Señor. 2 Conozco a un
hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé;
si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el
tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del
cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso,
donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
En
Hechos se
relata el arrebatamiento de Felipe que, a mi entender, es el que más
se asemeja al de Elías, aunque no sea tan espectacular (no hay
caballos ni carro de fuego), ni está
rodeado
de ningún hálito de misterio. Ambos son arrebatados en todo su ser
(cuerpo, alma y espíritu) y desaparecen de la vista de las personas
que estaban presentes. La única diferencia es que Felipe continuó
de inmediato con su ministerio evangelístico en Azoto, mientras que
Elías desapareció de la escena pública, manteniéndose en un
relativo anonimato el resto de su vida.
Hch
8:39-40; Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor
arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su
camino. 40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando,
anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a
Cesarea.
Por
último quiero mencionar el caso excepcional de Enoc, que partió con
Dios sin tener que pasar por la muerte física. Aunque Gn
5:24 no
sea suficientemente claro al respecto, He 11:5
no
deja lugar a dudas. Por tanto, considero que el caso de Enoc es la
única excepción a la regla general declarada en He
9:27, la
cual se refiere a que “está establecido para los
hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”.
Enoc
es visto por muchos como tipo del arrebatamiento de la Iglesia.
Gn
5:21-24; Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.
22 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a
Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 Y
fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.
24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo
llevó Dios.
He
11:5; Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y
no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese
traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
EL
MISTERIO DE LA ANUNCIADA VENIDA DE ELÍAS
Mal
4:5-6; He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que
venga el día de Jehová, grande y terrible. 6 El hará
volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de
los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con
maldición.
La
principal pregunta que surge en relación al envío de Elías
anunciado en los versículos anteriores, es si ya sucedió en tiempos
de Jesús o aún está por suceder hoy. Está claro que ese hecho
debía producirse antes de que la ira o juicio de Dios se derramase
sobre la tierra, pero no sabemos con qué antelación, por lo que
pudo ser hace unos 2000 años o puede ser en un tiempo aún futuro.
En todo caso no hay duda de que al menos en parte esa profecía se
cumplió en la persona y obra de Juan el Bautista, como podemos
observar en las siguientes dos porciones.
Mt
11:13-14; Porque todos los profetas y la ley profetizaron
hasta Juan. 14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había
de venir.
Mt
17:10-13; Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por
qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga
primero? 11 Respondiendo Jesús, les dijo: A la
verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. 12 Mas
os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que
hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del
Hombre padecerá de ellos. 13 Entonces los discípulos
comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.
Es
típico de muchas profecías que tengan primero un cumplimiento
parcial, imperfecto y cercano, hasta que llegue el tiempo de su
cumplimiento total, perfecto y final o escatológico. La referida
profecía de Malaquías
considero
que es una
de ellas. Fijémonos ahora en Lc 1:17:
Lc
1:17; E irá delante de él con el espíritu y el poder de
Elías, para hacer volver los corazones de los padres a
los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para
preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
La
primera parte del anterior versículo
no
nos dice que Juan el Bautista sea Elías, o que Elías se hubiera
encarnado en él, sino que iría delante de Jehová “con
el Espíritu y el poder de Elías”.
Luego
Mal 4:5 ya
se cumplió
en cierto aspecto; es decir, se cumplió de
manera
parcial e imperfecta. Pero Mal 4:6 aún
no se ha cumplido cabalmente, lo mismo que la segunda parte de
Lc 1:17.
¿Quiere
eso decir que antes de que Cristo venga a instaurar su reino en la
tierra, el mismo Elías que vivió en la época del rey Acab se
mostrará al mundo? ¿Por qué no? Puede que no haya suficiente base
en la Palabra para poder afirmar eso categóricamente, pero tampoco
la hay para poder negarlo. Yo creo que Israel será visitado por
Elías antes de la venida del Señor.
La
profecía sobre el envío de Elías a la tierra es semejante y
comparable a la de la aparición del anticristo. Con respecto a ésta,
sabemos que desde hace siglos ha habido muchos anticristos; es decir,
personas que tienen el espíritu del anticristo (1
Jn 2:18; 1 Jn 4:3; 2 Jn 1:7).
Sin
embargo ese personaje único e irrepetible, que es el gran anticristo
final, aún no se ha manifestado. Si la multitud de anticristos
surgidos a lo largo de la historia son tipos del anticristo del fin
de esta era, ¿será Juan el Bautista tipo del auténtico Elías que
vendrá?
En
cualquier caso, creo que ésta es una de tantas cuestiones en las que
no debemos ser dogmáticos. Por eso no descarto la posibilidad de que
la profecía acerca del envío de Elías se haya cumplido plenamente
en la persona de Juan el Bautista, o que al final de esta era Dios
vuelva a enviar a otra persona que, sin ser el mismo Elías, venga
con el Espíritu y poder de él.
¿ES
ELÍAS UNO DE LOS DOS TESTIGOS DE LA GRAN TRIBULACIÓN?
Mt
17:1-3; Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan
su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se
transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol,
y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 Y he aquí les
aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
La
mayoría de creyentes en Cristo identifican a los dos testigos que se
mencionan en Zacarías
y
Apocalipsis con
Moisés y Elías, los mismos que aparecen junto al Señor en la
visión que tuvieron Pedro, Jacobo y Juan en el monte de la
transfiguración. Yo creo lo mismo, con la salvedad de admitir que
pueden ser otras personas, ungidas con el mismo Espíritu y poder que
tuvieron ellos.
Zc
4:11-14; Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos
dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda? 12
Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos
ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí
aceite como oro? 13 Y me respondió diciendo: ¿No sabes
qué es esto? Y dije: Señor mío, no. 14 Y él dijo: Estos
son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.
Ap
11:3-6; Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil
doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. 4 Estos testigos son
los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del
Dios de la tierra. 5 Si alguno quiere dañarlos, sale
fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno
quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. 6 Estos
tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días
de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en
sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.
La
porción anterior de Apocalipsis
es
muy reveladora. En primer lugar, los dos testigos, simbolizados por
sendos olivos y candeleros, creo que son los mismos de Zc
4:11-14. Pero
lo que más me llama la atención son las señales y prodigios a los
que se refieren los versículos 5 y 6, los cuales llevan
inequívocamente las señas de identidad de Moisés y Elías.
MOISÉS
Y ELÍAS REPRESENTAN LA LEY Y LOS PROFETAS
Lc
16:16; La ley y los profetas eran hasta Juan;
desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan
por entrar en él.
La
concurrencia de dos o más testigos para la validez de los
testimonios, es un requisito imprescindible. Normalmente se piensa en
personas, pero la Biblia utiliza también otros entes o figuras como,
por ejemplo, el cielo y la tierra, o la ley y los profetas.
Lc
24:44; Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún
con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo
que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en
los salmos.
Como
hemos visto, Ap 11:3-6 evoca
las figuras de Moisés y Elías como los más genuinos representantes
de la ley y los profetas. Ambos eran profetas (Dt
18:15-18, Dt 34:10 y Os 12:13 se
refieren a Moisés en ese sentido) y asimismo eran celosos
cumplidores de la ley. Jehová dio la Ley al pueblo por medio de
Moisés; por lo tanto, no puede haber mejor representante de la Ley
que él. En cuanto a Elías, fue el primero de los grandes profetas
que Dios usó para llamar al pueblo idólatra a volverse a Él y a su
ley.
Personalmente
creo que la Iglesia no pasará por la gran tribulación y que en ese
periodo Dios tratará de modo especial con los hijos de Israel.
Entonces el velo les será quitado, reconocerán a Jesús como el
Mesías y se arrepentirán (Zc 12:10). Consideremos
la referencia al futuro templo y las subsiguientes instrucciones del
libro de Ezequiel,
desde
el capítulo 40 hasta el final; consideremos también la abominación
desoladora (Dn 11:31; 12:11; Mt 24:15-21);
los
144.000 sellados de todas las tribus de Israel (Ap
7:1-8); o
los dos testigos que evocan las figuras de Moisés y Elías (Ap
11:3-6) ¿Acaso
no apuntan todos estos hechos a Israel? Por eso creo que la Iglesia
ya habrá sido arrebatada al cielo en ese tiempo, cediendo el
protagonismo en la tierra a Israel.
CONCLUSIÓN
La
aparición de Moisés y Elías que sigue a la transfiguración de
Jesús, así como los dos testigos de Apocalipsis que evocan esos
mismos personajes, nada tienen que ver con la supuesta ascensión de
Elías a la presencia de Dios, ya que, como hemos mostrado, fue
arrebatado en el aire y trasladado a otro lugar en la tierra (2
R 2:11; 2 Cr 21:12). Tampoco
deberíamos hacer conjeturas sobre el misterio en torno al lugar de
la sepultura de Moisés que, como sabemos, murió en el monte Nebo
(Dt 32:49-50; 34:1-6; Jud 9).
Estas especulaciones ciertamente carecen de fundamento.
Bendiciones
y que el Espíritu de Dios nos guíe a toda verdad.
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