10/5/17

Enigmas de Elías



INTRODUCCIÓN

Existe la creencia generalizada de que Elías fue llevado a la presencia de Dios sin sufrir la muerte física. Aparentemente es lo que dice la Palabra; además es lo que se suele enseñar, al menos en las congregaciones a las que he asistido. Pero, basándome en la propia Palabra, estoy convencido de que Elías falleció como todos los mortales, con la única excepción de Enoc.

Espero, querido lector, que no se escandalice por lo que acabo de decir y continúe leyendo. Es posible que al final cambie su punto de vista sobre este asunto.

ANTECEDENTES Y CONTEXTO

Elías desempeñó su ministerio profético en Israel durante los 22 años del reinado de Acab (1 R 16:29-30), los 2 años del reinado de su hijo Ocozías (1 R 22:51) y un corto periodo de los 12 años del reinado de Joram. A Ocozías le sucedió su hermano Joram (2 R 3:1), por no tener hijos. No sabemos en qué año fue arrebatado Elías; pero tuvo que ser durante el reinado de Joram de Israel.

En ese mismo periodo reinaron en Judá los siguientes reyes: Asa, en sus últimos 4 años (1 R 15:9-10; 1 R 16:29); Josafat, durante todo su reinado de 25 años (1 R 22:41-42; 2 R 3:1); y Joram, los 8 años que reinó sobre Judá (2 R 8:16-17).

Las referencias cronológicas citadas pueden parecernos anecdóticas o estériles; pero no lo son, por el mero hecho de aparecer en la Palabra, en la que nada sobra ni falta. Además, es necesario tenerlas en cuenta para poder ubicar en el tiempo la vida y los hechos de Elías.

PERSECUCIÓN DE ELÍAS

Desde el comienzo de su ministerio, Elías tuvo que huir y ocultarse de Acab y su esposa Jezabel; primero a causa de la profecía de que no llovería sobre la tierra y más tarde por haber degollado a los 850 profetas de Baal y Asera. El caso es que Acab había emprendido una intensa y a la vez extensa búsqueda para capturar a Elías. Pero protegido por Dios, parecía como si la tierra lo hubiera tragado.

1 R 18:7-13; Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías? 8 Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí está Elías. 9 Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate? 10 Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han hallado. 11 ¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías? 12 Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud. 13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua?

En relación con 1 R 18:12 podríamos preguntarnos: ¿Por qué creía Abdías que el Espíritu llevaría a Elías a algún lugar desconocido? ¿Quizás porque creía que ya había ocurrido eso antes? ¿Ser llevado por el Espíritu significa simplemente ser guiado, o ser transportado sobrenaturalmente, como ocurrió en Ez 8:3? No lo sabemos, por lo que es mejor no especular.

DESAPARICIÓN ESPERADA POR ELISEO Y LOS PROFETAS

2 R 2:1-3; Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal. 2 Y dijo Elías a Eliseo: quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el. 3 Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad.

Cuando llegó el tiempo en que Elías debía ser quitado, Eliseo y los profetas de Jehová sabían que eso iba a ocurrir, como nos lo demuestra, entre otros, el anterior versículo 3. Y sabiendo eso, Eliseo no quería separarse de Elías ni por un momento; tal vez porque albergaba la esperanza de partir con él, porque trataba de retrasar su despedida o, lo más probable, porque anhelaba que Elías le traspasara su unción.

ALZADO EN EL AIRE HASTA DESAPARECER DE LA VISTA

2 R 2:9-11; Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. 10 El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no. 11 Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. 12 Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.

Este cielo al que Elías subió arrebatado por un torbellino no tiene por qué ser el tercer cielo, donde Dios tiene su morada (2 Co 12:1-4); también puede ser la atmósfera terrestre. La Palabra enseña con toda claridad que el cielo se subdivide en varios cielos; por eso muchas veces se refiere a los cielos en plural.

BÚSQUEDA DE ELÍAS TRAS SU DESAPARICIÓN

2 R 2:15-18; Viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él. 16 Y dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis. 17 Mas ellos le importunaron, hasta que avergonzándose dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta hombres, los cuales lo buscaron tres días, mas no lo hallaron. 18 Y cuando volvieron a Eliseo, que se había quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no fueseis?

Los hijos de los profetas no tenían certeza de que Dios hubiera llevado a Elías a su presencia; de ahí que salieran en su búsqueda. Eliseo trató de disuadirlos, tal vez porque tenía la revelación de que no sería hallado. Pero eso no significa necesariamente que Dios hubiera sacado a Elías de la tierra; podía haberlo transportado a algún lugar desconocido. Así que, mientras ellos admitían dicha posibilidad, la mayoría de los cristianos dan por sentado que fue arrebatado a la presencia del Señor, sin conocer la muerte. Pero, ¿es eso cierto?

ELÍAS ESCRIBIÓ A JORAM AÑOS DESPUÉS DE SER ARREBATADO

Para que no haya confusión, aclaro que me estoy refiriendo en este apartado a Joram de Judá, en contraposición a Joram de Israel, con quien coincidió durante sus 8 años de reinado (Joram de Israel, que reinó durante 12 años, comenzó a reinar 4 años antes que Joram de Judá y falleció poco después de que lo hiciera éste).

2 Cr 21:4-6, 12-15; Fue elevado, pues, Joram (el de Judá) al reino de su padre; y luego que se hizo fuerte, mató a espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los príncipes de Israel. 5 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalén. 6 Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como lo hizo la casa de Acab; porque tenía por mujer a la hija de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
12 Le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Jehová el Dios de David tu padre ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa rey de Judá, 13 sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá y los moradores de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores que tú; 14 he aquí Jehová herirá a tu pueblo de una gran plaga, y a tus hijos y a tus mujeres, y a todo cuanto tienes; 15 y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos, hasta que se te salgan a causa de tu persistente enfermedad.

Como vemos en 2 Cr 21:12, Joram recibe una carta de Elías, anunciándole el castigo que le espera a él, su familia y el pueblo en general, por haberse apartado de Jehová y cometido toda clase de mal, a semejanza de la casa de Israel.

No hay duda de que esta carta le llegó a Joram años después de que Elías fuera arrebatado. Para ello basta leer 2 R 3:5-11, donde se relata que Joram de Israel, junto con el rey de Edom y Josafat fueron a consultar a Eliseo sobre la guerra contra Moab. Ahora bien, si Josafat consultó a Eliseo, es porque ya Elías había sido alzado en un torbellino; y si reinando Josafat ya había sido arrebatado Elías, ¡cuánto más al sucederle su hijo Joram en el trono de Judá!

Siendo la recepción de esta carta un hecho crucial para entender el destino de Elías tras su arrebatamiento, ¿cómo es posible que esta evidencia haya pasado desapercibida a tantos lectores y estudiosos de la Palabra, entre los que me incluyo? Pues tal vez porque no es fácil llegar a 2 Cr 21 sin perder el hilo de todo lo que antecede en los dos libros de Reyes y el primero de Crónicas, habiendo tantas páginas de por medio. Hay fechas que se solapan; nombres que se repiten; narraciones que no siempre se suceden en orden cronológico; alternancia en las referencias a los reyes de Judá e Israel; detalles en Reyes y Crónicas que es necesario complementar y encajarEstos y otros factores dificultan una correcta ubicación espacio-temporal de los personajes y sus hechos.

El caso es que por la voluntad soberana de Dios Elías fue retirado de su ministerio público, viviendo a partir de entonces en el anonimato en algún lugar para nosotros desconocido.

EL ARREBATAMIENTO DE ELÍAS EN COMPARACIÓN CON OTROS

Tenemos en primer lugar el arrebatamiento que nos atañe directamente a los que esperamos la venida del Señor, al que se hace referencia en muchos textos, entre ellos 1 Ts 4:13-18. Este arrebatamiento merece un estudio aparte, por lo que no lo voy a considerar en este estudio.

Luego hay dos arrebatamientos en los que a los sujetos se les muestra una visión; pero no está muy claro si fueron arrebatados en cuerpo o sólo en el espíritu, aunque la visión sea muy vívida y real. Este es el caso de las visiones de Jerusalén mostradas a Ezequiel estando en el exilio y también la visión que se le permitió tener a Pablo del paraíso. En el primer caso Ezequiel fue alzado sólo al primer cielo o atmósfera, mientras que Pablo fue llevado hasta el tercer cielo.

Ez 8:3; Y aquella figura extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos.

2 Co 12:1-5; Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

En Hechos se relata el arrebatamiento de Felipe que, a mi entender, es el que más se asemeja al de Elías, aunque no sea tan espectacular (no hay caballos ni carro de fuego), ni está rodeado de ningún hálito de misterio. Ambos son arrebatados en todo su ser (cuerpo, alma y espíritu) y desaparecen de la vista de las personas que estaban presentes. La única diferencia es que Felipe continuó de inmediato con su ministerio evangelístico en Azoto, mientras que Elías desapareció de la escena pública, manteniéndose en un relativo anonimato el resto de su vida.

Hch 8:39-40; Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. 40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.

Por último quiero mencionar el caso excepcional de Enoc, que partió con Dios sin tener que pasar por la muerte física. Aunque Gn 5:24 no sea suficientemente claro al respecto, He 11:5 no deja lugar a dudas. Por tanto, considero que el caso de Enoc es la única excepción a la regla general declarada en He 9:27, la cual se refiere a queestá establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. Enoc es visto por muchos como tipo del arrebatamiento de la Iglesia.

Gn 5:21-24; Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios.

He 11:5; Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

EL MISTERIO DE LA ANUNCIADA VENIDA DE ELÍAS

Mal 4:5-6; He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. 6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

La principal pregunta que surge en relación al envío de Elías anunciado en los versículos anteriores, es si ya sucedió en tiempos de Jesús o aún está por suceder hoy. Está claro que ese hecho debía producirse antes de que la ira o juicio de Dios se derramase sobre la tierra, pero no sabemos con qué antelación, por lo que pudo ser hace unos 2000 años o puede ser en un tiempo aún futuro. En todo caso no hay duda de que al menos en parte esa profecía se cumplió en la persona y obra de Juan el Bautista, como podemos observar en las siguientes dos porciones.

Mt 11:13-14; Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.

Mt 17:10-13; Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? 11 Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. 12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. 13 Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.

Es típico de muchas profecías que tengan primero un cumplimiento parcial, imperfecto y cercano, hasta que llegue el tiempo de su cumplimiento total, perfecto y final o escatológico. La referida profecía de Malaquías considero que es una de ellas. Fijémonos ahora en Lc 1:17:

Lc 1:17; E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

La primera parte del anterior versículo no nos dice que Juan el Bautista sea Elías, o que Elías se hubiera encarnado en él, sino que iría delante de Jehová con el Espíritu y el poder de Elías”. Luego Mal 4:5 ya se cumplió en cierto aspecto; es decir, se cumplió de manera parcial e imperfecta. Pero Mal 4:6 aún no se ha cumplido cabalmente, lo mismo que la segunda parte de Lc 1:17.

¿Quiere eso decir que antes de que Cristo venga a instaurar su reino en la tierra, el mismo Elías que vivió en la época del rey Acab se mostrará al mundo? ¿Por qué no? Puede que no haya suficiente base en la Palabra para poder afirmar eso categóricamente, pero tampoco la hay para poder negarlo. Yo creo que Israel será visitado por Elías antes de la venida del Señor.

La profecía sobre el envío de Elías a la tierra es semejante y comparable a la de la aparición del anticristo. Con respecto a ésta, sabemos que desde hace siglos ha habido muchos anticristos; es decir, personas que tienen el espíritu del anticristo (1 Jn 2:18; 1 Jn 4:3; 2 Jn 1:7). Sin embargo ese personaje único e irrepetible, que es el gran anticristo final, aún no se ha manifestado. Si la multitud de anticristos surgidos a lo largo de la historia son tipos del anticristo del fin de esta era, ¿será Juan el Bautista tipo del auténtico Elías que vendrá?

En cualquier caso, creo que ésta es una de tantas cuestiones en las que no debemos ser dogmáticos. Por eso no descarto la posibilidad de que la profecía acerca del envío de Elías se haya cumplido plenamente en la persona de Juan el Bautista, o que al final de esta era Dios vuelva a enviar a otra persona que, sin ser el mismo Elías, venga con el Espíritu y poder de él.

¿ES ELÍAS UNO DE LOS DOS TESTIGOS DE LA GRAN TRIBULACIÓN?

Mt 17:1-3; Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.

La mayoría de creyentes en Cristo identifican a los dos testigos que se mencionan en Zacarías y Apocalipsis con Moisés y Elías, los mismos que aparecen junto al Señor en la visión que tuvieron Pedro, Jacobo y Juan en el monte de la transfiguración. Yo creo lo mismo, con la salvedad de admitir que pueden ser otras personas, ungidas con el mismo Espíritu y poder que tuvieron ellos.

Zc 4:11-14; Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda? 12 Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? 13 Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. 14 Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.

Ap 11:3-6; Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. 4 Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. 5 Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. 6 Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.

La porción anterior de Apocalipsis es muy reveladora. En primer lugar, los dos testigos, simbolizados por sendos olivos y candeleros, creo que son los mismos de Zc 4:11-14. Pero lo que más me llama la atención son las señales y prodigios a los que se refieren los versículos 5 y 6, los cuales llevan inequívocamente las señas de identidad de Moisés y Elías.

MOISÉS Y ELÍAS REPRESENTAN LA LEY Y LOS PROFETAS

Lc 16:16; La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.

La concurrencia de dos o más testigos para la validez de los testimonios, es un requisito imprescindible. Normalmente se piensa en personas, pero la Biblia utiliza también otros entes o figuras como, por ejemplo, el cielo y la tierra, o la ley y los profetas.

Lc 24:44; Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.

Como hemos visto, Ap 11:3-6 evoca las figuras de Moisés y Elías como los más genuinos representantes de la ley y los profetas. Ambos eran profetas (Dt 18:15-18, Dt 34:10 y Os 12:13 se refieren a Moisés en ese sentido) y asimismo eran celosos cumplidores de la ley. Jehová dio la Ley al pueblo por medio de Moisés; por lo tanto, no puede haber mejor representante de la Ley que él. En cuanto a Elías, fue el primero de los grandes profetas que Dios usó para llamar al pueblo idólatra a volverse a Él y a su ley.

Personalmente creo que la Iglesia no pasará por la gran tribulación y que en ese periodo Dios tratará de modo especial con los hijos de Israel. Entonces el velo les será quitado, reconocerán a Jesús como el Mesías y se arrepentirán (Zc 12:10). Consideremos la referencia al futuro templo y las subsiguientes instrucciones del libro de Ezequiel, desde el capítulo 40 hasta el final; consideremos también la abominación desoladora (Dn 11:31; 12:11; Mt 24:15-21); los 144.000 sellados de todas las tribus de Israel (Ap 7:1-8); o los dos testigos que evocan las figuras de Moisés y Elías (Ap 11:3-6) ¿Acaso no apuntan todos estos hechos a Israel? Por eso creo que la Iglesia ya habrá sido arrebatada al cielo en ese tiempo, cediendo el protagonismo en la tierra a Israel.

CONCLUSIÓN

La aparición de Moisés y Elías que sigue a la transfiguración de Jesús, así como los dos testigos de Apocalipsis que evocan esos mismos personajes, nada tienen que ver con la supuesta ascensión de Elías a la presencia de Dios, ya que, como hemos mostrado, fue arrebatado en el aire y trasladado a otro lugar en la tierra (2 R 2:11; 2 Cr 21:12). Tampoco deberíamos hacer conjeturas sobre el misterio en torno al lugar de la sepultura de Moisés que, como sabemos, murió en el monte Nebo (Dt 32:49-50; 34:1-6; Jud 9). Estas especulaciones ciertamente carecen de fundamento.

Bendiciones y que el Espíritu de Dios nos guíe a toda verdad.

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