10/5/17

La gloria


INTRODUCCIÓN

A efectos de este estudio, tomamos de la RAE tres acepciones del significado de gloria:

1) Reputación, fama y honor extraordinarios que resultan de las buenas acciones y grandes cualidades de una persona.

2) Majestad, esplendor, magnificencia.

3) En la doctrina cristiana, estado o lugar ideal de los bienaventurados, disfrutando de la presencia de Dios.

El primero de estos tres significados es atribuible exclusivamente a seres personales, sin perjuicio de que a éstos se les aplique también el segundo significado, ya que ambos suelen estar interrelacionados. Aunque los seres humanos pueden alcanzar ciertas cotas de gloria, ésta no admite comparación con la que corresponde al que es Rey y Señor de todo cuanto existe.

1 Cr 29:11; Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

Sal 24:9-10; Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. 10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria.

A diferencia de la primera, la segunda acepción de “gloria” puede aplicarse tanto a personas como a cosas. La siguiente porción bíblica puede servirnos de ejemplo, independientemente de si las estrellas mencionadas limitan su significado a meros cuerpos astrales o se refieren simbólicamente a personas. En todo caso hay diferentes grados o niveles de gloria.

1 Co 15:40-41; Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. 41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.

El tercer significado de “gloria”, relativo a un lugar o estado de gozo indescriptible que un día experimentarán las personas que son salvas en Cristo Jesús, se halla implícito en los siguientes versículos:

Ro 8:18; Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

1 P 5:10; Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

LA GLORIA ES DE DIOS

La gloria, igual que la vida, es consustancial con Dios. Él es la fuente, el origen de toda gloria. Cualquier gloria atribuible a seres creados o al conjunto de la creación es una extensión o proyección de la gloria de Dios. Es, pues, acertado afirmar que la gloria le pertenece exclusivamente a Él.

Ro 11:36; Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Ap 15:4; ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.

Ap 21:23; La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

LA GLORIA DEL PADRE Y LA DEL HIJO SON LA MISMA

Las tres personas de la deidad no tienen cada una por separado su propia gloria, sino que ésta es única e indivisible. Cada una de ellas posee, pues, toda la gloria de Dios. En las siguientes porciones vemos cómo esta gloria es compartida por el Padre y el Hijo.

Jn 1:14; Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Jn 12:41-43; Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él. 42 Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. 43 Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.

He 1:1-3; Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder

1 P 4:11; Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

LA CREACIÓN MANIFIESTA LA GLORIA DE DIOS

La creación misma refleja la gloria y poder del Creador; los cielos, la tierra y todo cuanto existe nos habla de su gloria. Hay que estar ciegos y sordos para no darse cuenta de eso.

Sal 19:1; Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

Sal 145:10-12; Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan. 11 La gloria de tu reino digan, y hablen de tu poder, 12 para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, y la gloria de la magnificencia de su reino.

REIVINDICACIÓN DE LA GLORIA DE DIOS

Por si a alguien no le ha quedado claro o se olvida, la gloria, que pertenece exclusivamente a Dios, es reivindicada por Él en múltiples ocasiones en su Palabra. He aquí algunos ejemplos:

Sal 29:1-2; Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, dad a Jehová la gloria y el poder. 2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.

Sal 66:1-2; Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. 2 Cantad la gloria de su nombre; poned gloria en su alabanza.

Sal 96:3; Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas.

Is 43:7; Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.

1 Co 6:20; Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1 Co 10:31; Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Fil 4:20; Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

1 P 5:11; A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Ap 14:6-7; Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.

SU GLORIA ES PERSONAL E INTRANSFERIBLE

El siguiente versículo no puede ser más claro al respecto.

Is 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.

LA GLORIA DEL HOMBRE ES INESTABLE Y FUGAZ

Tal como nos indica la siguiente porción, la vida del hombre sobre la tierra es de corta duración, como la hierba, que pronto se seca; y al secarse, toda su gloria, como una flor, perece con la hierba que la sostiene.

1 P 1:24-25 (Is 40:5-8); Porque: toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25 mas la palabra del Señor permanece para siempre.

Por eso debemos luchar contra nuestra tendencia natural a vanagloriarnos; en todo caso, que sean otros quienes nos alaben. Pero ni aun el reconocimiento de los hombres debe ser lo que nos motive, sino el vivir para la gloria de Dios, quien a su tiempo nos exaltará.

Pr 25:27; Comer mucha miel no es bueno, ni el buscar la propia gloria es gloria.

1 Co 1:31 (2 Co 10:17); para que, como está escrito: el que se gloría, gloríese en el Señor.

LA GLORIA HUMANA ES INCOMPATIBLE CON LA DE DIOS

Jesús les reprochó a los judíos su falta de amor a Dios y su incredulidad, por cuanto buscaban su propia gloria y no la que procede de Dios. Su actitud era nefasta, porque sin creer en Jesús, a quien Dios Padre envió, no hay salvación.

Jn 5:44; ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

Los siguientes versículos también contienen una seria advertencia para aquellos que, habiendo oído el testimonio acerca de Dios, como ocurrió con Herodes, reciben para sí la gloria en vez de dársela a Dios.

Hch 12:21-23; Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. 22 Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! 23 Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.

LOS SANTOS DAN LA GLORIA A DIOS

Por eso las personas que reconocen humildemente su condición de pecadores, confían en la gracia y misericordia de Dios y no en su supuesta bondad o buenas obras. Eso los lleva a glorificar a Dios, el único merecedor de toda gloria.

Sal 62:7; En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.

Sal 115:1; No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad.

1 Ts 2:5-6; Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; 6 ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.

EL EJEMPLO DE JESÚS

Jesús mismo nos dio ejemplo, al rechazar la gloria de los hombres y glorificar en su condición de Hijo del Hombre al Padre, para que éste sea glorificado a través de él.

Jn 5:41; Gloria de los hombres no recibo.

Jn 14:13; Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

EL PADRE GLORIFICA AL HIJO Y VICEVERSA

Sin embargo, para que quedase claro que es el Hijo de Dios, cuando ya faltaba poco para acabar su obra en la cruz y resucitar de entre los muertos, Jesús pidió al Padre que le restituyera su gloria eterna.

Jn 13:31-32; Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. 32 Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.

Jn 17:1; Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.

Jn 17:4-5; Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Aunque durante su estancia en la Tierra Jesús no reclamó la gloria para sí mismo, sino para el Padre, vemos que éste lo levantó de los muertos y lo hizo sentar a la diestra de su majestad en el trono celestial como nuestro sumo sacerdote.

He 5:5; Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
 
FUE VOLUNTAD DE DIOS HACER AL HOMBRE PARTÍCIPE DE SU GLORIA

Aunque la gloria es patrimonio exclusivo de Dios, porque Él es amor quiso compartirla con el hombre. Por eso en el huerto de Edén el hombre gozó de ese privilegio, hasta que el pecado lo apartó de Dios y su gloria.

He 2:6-8; pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites? 7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos; 8 Todo lo sujetaste bajo sus pies.

Ro 3:23; ...por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios

DIOS QUIERE RESTAURARNOS A SU GLORIA

Ya en la antigüedad, Dios prometió a su pueblo Israel que lo cubriría con su gloria. No hay mayor bendición posible.

Is 44:23; Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.

Is 49:3; ...y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré.

Is 60:1-3; Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. 3 Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.

Esa bella promesa no se alteró bajo el Nuevo Pacto; la novedad está en la revelación de que obtendremos la gloria de Dios por estar con y en Cristo, el cual es uno con el Padre.

Jn 17:21-22; ...para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

Fil 4:19; Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Col 3:4; Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

2 Ts 1:12; ...para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

2 Ts 2:14; ...a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

He 2:10; Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

1 P 5:1; Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada

SUS HIJOS LE HONRARÁN Y DARÁN GLORIA PARA SIEMPRE

El Señor tiene reservada para sus hijos una corona incorruptible de gloria; cada uno tiene asignada la suya propia.

Ap 3:11; He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

1 P 5:4; Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

Pero cuando disfrutemos de esa posición no nos llenaremos de orgullo, pensando: “he peleado la buena batalla y he obtenido la victoria; me merezco esta corona”. Por el contrario, reconoceremos que si somos salvos es por la misericordia y gracia de Dios; que todo el mérito es de Jesucristo; y que fue Él quien obtuvo por y para nosotros la victoria sobre el pecado y la muerte.

Por eso nos uniremos a todo el coro celestial para darle gloria, honra y acción de gracias a Dios por toda la eternidad. Y la mejor manera de mostrar que sólo Él es digno de recibir la gloria y que no merecemos participar de ella, es desprendiéndonos de nuestras coronas delante de su trono.

Ap 4:9-11; Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

CONCLUSIÓN

Como colofón a esta serie de reflexiones, podemos afirmar que todo lo que Dios creó, haciendo uso de su soberanía, fue para su gloria.

Pr 16:4; Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo.

Por eso cuando llegue el tiempo de restauración de todas las cosas, toda rodilla se doblará ante la majestad de Dios y aun la creación será liberada de toda corrupción.

Ro 14:11 (también Is 45:23 y Fil 2:10-11); Porque escrito está: vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.

Ro 8:21; ...porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

La gloria forma parte de la esencia misma de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, desde el principio y para siempre. Hasta el tiempo presente muchos hombres han querido apropiarse de la gloria que sólo Dios merece; pero llegará el día en que todo ser creado le rendirá honra, gloria y alabanza por toda la eternidad.

Ap 5:13; Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.

Dios nos colma de toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.

1 comentario:

  1. Tema de reflexión poco frecuente, a pesar de que el principal objetivo de todo cristiano debe ser el de glorificar a Dios con todo su ser, ahora y por toda la eternidad. Recomiendo la lectura de este estudio.

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