11/5/17

Relación y pactos de Dios con el hombre

        COMENTARIO GENERAL

Hay muchas preguntas sobre Dios que para los seres humanos son un misterio, porque no podemos abarcar su mente, al ser Él infinito y nosotros finitos.

Sabemos que Dios es amor en sí mismo, en su esencia, porque no teniendo necesidad de nada ni de nadie, Él quiso compartir, relacionarse, dar... Por eso Elohim, el único y verdadero Dios que existe, contiene en su seno tres personas que interactúan con una sola voluntad, en perfecto amor y armonía. Esto no podría ser de otra manera, ya que Padre, Hijo y Espíritu Santo son uno y el mismo Dios, aunque se manifiestan como tres personas que asumen roles distintivos.

Elohim expresa un concepto hebreo similar al de muchos términos utilizados en castellano, como familia o equipo. En efecto, aunque existen muchas familias (modo plural), cada una de ellas (modo singular) constituye una unidad que contiene en su seno pluralidad, pues requiere necesariamente la concurrencia de varios miembros; y lo mismo sucede con un equipo. Y por otra parte, para que un ser pueda amar necesita a alguien que sea objeto de ese amor. Elohim es amor en sí mismo, amor compartido entre Padre, Hijo y Espíritu Santo, que se extiende a toda su creación y de manera muy especial al ser humano.

También sabemos que Dios es el Creador ¿Por qué y para qué hizo la creación? Sólo Él lo sabe, nosotros no alcanzamos a entenderlo plenamente. Lo hizo tal vez para mostrar su amor y manifestar su gloria. El caso es que todas las cosas creadas fueron buenas y hechas con un diseño y propósito determinados. Destaca en la Creación el ser humano, que fue hecho a imagen y semejanza de Dios para vivir en una perfecta relación de comunión con su creador y gobernar la Tierra.

El propósito original de Dios de establecer una relación íntima con el hombre aún se mantiene, a pesar de su caída en pecado. De ahí que, tomando la iniciativa, fuera tendiendo sucesivos puentes de unión con el ser humano a lo largo de la historia, que cristalizaron en una serie de pactos.

Los pactos establecidos por Dios tienen todos en común, entre otras, las siguientes características: 1) Son iniciativa suya 2) Lo que motiva los pactos es únicamente la misericordia de Dios hacia el hombre pecador 3) No son fruto de una negociación entre partes iguales 4) Son pactos de adhesión, en los que es Dios quien fija las condiciones, en caso de exigirse 5) Dios siempre es fiel en guardar los pactos 6) Son beneficiosos para nosotros 7) La adhesión a los pactos es voluntaria, Dios no fuerza al hombre para que entre en pacto con Él 8) Rechazar o abandonar los pactos trae consecuencias negativas para el ser humano.

En una ocasión asistí a una reunión de culto evangélico, en cuya predicación se enseñó que a Dios le agrada que pactemos con Él. Al final el predicador llamó a los asistentes a hacer un pacto personal, advirtiendo, eso sí, que tenían que cumplir lo que prometieran. Como cabría esperar, por el crédito y la confianza depositados en el predicador, una mayoría de fieles avanzaron al frente para realizar dicho pacto, siendo ministrados con oración e imposición de manos.

Esto parece loable y la intención puede ser noble pero, en mi opinión, los pactos surgen, como he dicho, a iniciativa de Dios y actualmente la Iglesia del Señor ya está bajo el Nuevo Pacto en la sangre de Jesús. Así que por una parte, no necesitamos más pacto que el que ya tenemos y, por otra, no nos corresponde a nosotros establecer un pacto sino a Dios.

Si en el caso mencionado se empleó un término inadecuado y lo que se quiso decir es realizar un voto o promesa, haríamos bien en ser prudentes y no comprometernos a hacer algo que tal vez luego no cumplamos. Si nos proponemos en nuestro corazón hacer algo, pidámosle ayuda a Dios, y pongámonos manos a la obra; no hay necesidad de prometer nada.

Dt 23:21-23; Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pecado en ti. 22 Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. 23 Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.

Ec 5:4-5; Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.

Porque desea tener una relación especial con los humanos para que lo conozcamos, Dios nos llama e invita a que nos acerquemos, a que nos volvamos a Él.

Sgo 4:8; Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros...

Zac 1:3; ...Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Mal 3: 7; Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos...

Todo hombre recorre necesariamente un camino en esta Tierra. Es libre de trazar su propio camino, conforme a su voluntad; el problema es que el camino del hombre, aunque a él le parezca bueno, es camino de oscuridad que conduce a la perdición. Pero puede también elegir el buen camino, conforme a la voluntad de Dios, que es luminoso y conduce a la vida eterna. Lo que caracteriza a los siervos de Dios es que andan por el camino que Él ha trazado y en su compañía; es decir, caminan con Dios, tal como vemos en los dos versículos siguientes.

Gn 5:24; Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios.

Gn 6:9; Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.

El hecho de caminar con Dios tiene mucho sentido. Dios podría llevarnos en volandas para que no tuviéramos que esforzarnos al caminar, o podría indicarnos el camino y dejar que lo recorriéramos solos. Sin embargo ha optado porque nos esforcemos en caminar con nuestros propios pies, aunque yendo Él a nuestro lado, fortaleciéndonos y ayudándonos en todo momento para garantizar que lleguemos a la meta. Sería prácticamente imposible que la alcanzáramos por nuestras propias fuerzas, porque este camino es duro y estrecho.

Mt 7:13; Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Lc 13:24; Esforzaos a entrar por la puerta angosta...

Por eso si nos acercamos a Dios y caminamos con Él, lo iremos conociendo cada día más, comprobaremos que es fiel y confiaremos en Él; o sea, aprenderemos a andar por fe y no por vista.

Los siguientes versículos avalan lo dicho en el punto anterior. Sabemos que Jehová pelea por nosotros y que tenemos la victoria segura en Cristo. Él puede derrotar a nuestros enemigos sin la ayuda de nadie, pero quiere que nosotros venzamos nuestros temores y, levantándonos en fe, nos presentemos en el campo de batalla. A menudo nos enfrentamos a enemigos a los que es imposible vencer con nuestras solas fuerzas. Por eso necesitamos creer firmemente que el Todopoderoso está con nosotros, aunque no lo veamos físicamente, y que pelea por nosotros.

Dt 20:1-4; Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto. 2 Y cuando os acerquéis para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo, 3 y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; 4 porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.

Como ya he anticipado, en el empeño por tender puentes de unión con el ser humano para recuperar la relación original que el pecado rompió, Dios estableció varios pactos con el hombre, que veremos a continuación:

PACTO CON ADÁN

Gn 2:16-17; Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Lamentablemente, Adán fue rebelde y traspasó el pacto, acarreando la muerte, que no es sino la pérdida de la comunión con el Creador, su separación de Él.

Aunque la palabra “pacto” no se menciona en la porción anterior, la Palabra en Os 6:7 así lo confirma.

Os 6:7; Mas ellos (Judá y Efraín), cual Adán, traspasaron el pacto…

En base a las declaraciones de Gn 3:14-19, hay quienes añaden al pacto con Adán otro que llaman edémico, pero las mismas no constituyen otro pacto, sino que se refieren precisamente a las consecuencias derivadas del incumplimiento del pacto que Dios había hecho con Adán.

PACTO PERPETUO CON NOÉ Y TODO SER VIVIENTE

Génesis 9:9-17; He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; 10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. 14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. 16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.

Vemos aquí un pacto hecho por Dios con el hombre y con toda carne o ser viviente, consistente en la promesa de no volver a castigar la tierra con otro diluvio. Además del pacto propiamente dicho, Dios también establece el arco iris en las nubes del cielo como señal del mismo. Éste es un pacto de gracia, incondicional e inalterable, por cuanto Dios se comprometió a guardarlo a perpetuidad sin pedirnos nada a cambio.

PACTO CON ABRAHAM

Gn 14:3-6, 11-12, 17-18; Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. 4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. 5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. 6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia 11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. 12 Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él... 17 Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. 18 En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates.

Este pacto de sangre fue también incondicional y perpetuo. Para formalizar el pacto, tanto Abraham como Dios tenían que pasar por en medio y alrededor de los cuerpos de los animales que habían sido sacrificados y separados en dos mitades. El significado de este rito era que los intervinientes aceptaban sufrir el mismo daño que los animales muertos, si incumplían el pacto.

Aquí vemos que Dios se conformó con que Abraham hubiese creído en Él. Por eso, para librarlo de la muerte en caso de incumplimiento, lo inmovilizó con un profundo sueño y pasó solamente Él entre las partes de los animales muertos. Se trata de un pacto de gracia, mediante el cual Dios se compromete a cumplir la promesa hecha a Abraham sin obtener de éste nada a cambio.

Hay un estrecho vínculo entre este pacto y el establecido por Dios en la sangre de Cristo, que hace a las personas participantes hijos de Abraham, hijos de Dios y herederos de las promesas. El Dios misericordioso se reconcilió con el ser humano, aceptando el sacrificio de Jesucristo a nuestro favor como única forma de redimirnos de nuestros pecados; sólo tenemos que creer en Jesucristo, lo que como consecuencia natural nos lleva a aceptarlo como nuestro Salvador y Señor.

Gál 3:6-9; Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. 7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. 8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. 9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.

Estos versículos avalan lo indicado en el punto anterior, y en las dos porciones siguientes se reitera la promesa realizada en Gn 14:3-18.

Gn 15:18; En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates.

Gn 17:1-8; Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. 2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. 3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: 4 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. 5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. 7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. 8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.

Ahora veremos el papel que juega la circuncisión.

Gn 17:9-14; Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. 10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. 11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje.

La circuncisión, ordenada por Dios a Abraham y sus descendientes físicos, no constituye el pacto en sí, sino que es la señal del pacto anteriormente realizado. Dios le prometió grandes bendiciones a Abraham, quien lo creyó. Y en esta fe de Abraham y de todos los que creen a Dios está la clave, hasta el punto de que por medio de la fe son justificados tanto los israelitas que se circuncidan como los gentiles que no se circuncidan. Los siguientes versículos explican esto con total claridad.

Ro 4:9-12; ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

Ro 3:30; Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.

Para Dios cuestiones como ser judío o la circuncisión, sólo son válidas si están respaldadas por una disposición del corazón de creer y obedecer a Dios. A los gentiles que creen en Cristo, Dios no les manda que se circunciden físicamente.

Ro 2:28-29; Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra.

1 Co 7:17-20; Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias. 18 ¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios. 20 Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede.

Gál 5:1-6; Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. 2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. 3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. 4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. 5 Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; 6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

Gál 6:15; Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.

La filiación espiritual es la que verdaderamente cuenta para Dios, más que la meramente física, como vemos en los versículos siguientes.

Ro 9:6-8; No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. 8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.

PACTO CON ISRAEL, CON MOISÉS DE MEDIADOR

Éx 19: 5-6; Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa...

Dt 4:10-13; El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos; 11 y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad; 12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. 13 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.

Éx 24:7-8; Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. 8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.

Éx 34:27-28; Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel. 28 Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.

Mediante este pacto, Israel se comprometió a observar la Ley de Dios en su totalidad. Infringir algunas normas equivale a vulnerar la Ley en su conjunto. Otra consecuencia es que el cumplimiento de la Ley conlleva bendición pero su vulneración acarrea maldición. Esto es muy serio, porque se ha comprobado que por las obras de la Ley ningún ser humano puede ser justificado. No obstante hubo uno que sí la cumplió, redimiéndonos de la maldición de la Ley.

Gál 3:10-14; Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

PACTO SACERDOTAL CON LOS HIJOS DE LEVÍ

Este servidor nunca había oído hablar de este pacto como tal y ni siquiera sabía que existía, hasta que lo descubrí leyendo la Biblia (a quien le interese, en mi blog http://amar-la-verdad.blogspot.com/ dedico un estudio completo a este tema titulado “Pacto perpetuo de Dios con los hijos de Leví”).

Éx 40:13-17; Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote. 14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas; 15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones. 16 Y Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo. 17 Así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido.

Este pacto de Dios con Aarón, sus hijos Eleazar e Itamar, y el resto de sus descendientes, fue realizado, como vemos en el texto anterior, por mediación de Moisés. Posteriormente el mismo fue ratificado con Finees, hijo de Eleazar (Nm 25:10-13).

Nm 25:10-13; Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 11 Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel. 12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él; 13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.

En el transcurso del tiempo muchos sacerdotes en Israel fueron infieles a Dios, por lo que fueron expulsados del sacerdocio. De entre los hijos de Aarón la línea sucesoria más afectada en este sentido fue la de Itamar, a la que pertenecieron, entre otros, el sumo sacerdote Elí y sus descendientes (1 S 2:30,35-36) hasta llegar a Abiatar (1 R 2:26-27). Por eso, cuando se establezca el reino milenial de Cristo, nadie de la descendencia de Itamar ejercerá el sacerdocio; lo hará únicamente la casa de Sadoc, de los descendientes de Finees, hijo de Eleazar (Ez 44:10,13-15).

Ez 44:10,13-15; Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad… 13 No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que llevarán su vergüenza y las abominaciones que hicieron. 14 Les pondré, pues, por guardas encargados de la custodia de la casa, para todo el servicio de ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse. 15 Mas los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí, y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor.

A quienes cuestionen la existencia de este pacto, o consideren que, por irrelevante, no merece ser tenido en cuenta, los invito a leer Jer 33:17-22, donde se mencionan juntamente y a un mismo nivel el pacto levítico y el de la casa de David.

Jer 33:17-22; Porque así ha dicho Jehová: No faltará a David varón que se siente sobre el trono de la casa de Israel. 18 Ni a los sacerdotes y levitas faltará varón que delante de mí ofrezca holocausto y encienda ofrenda, y que haga sacrificio todos los días. 19 Vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: 20 Así ha dicho Jehová: Si pudiereis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de tal manera que no haya día ni noche a su tiempo, 21 podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros. 22 Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la descendencia de David mi siervo, y los levitas que me sirven.

PACTO MESIÁNICO CON DAVID

1 Cr 17:10-14; ...Te hago saber, además, que Jehová te edificará casa. 11 Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino. 12 El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. 13 Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti; 14 sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre.

Sal 89:3-4; Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, y edificaré tu trono por todas las generaciones.

La promesa de este pacto hecho a David se cumplió parcialmente o de manera imperfecta en Salomón, su hijo y sucesor en el trono; pero no fue sino una sombra del Mesías, Rey de Israel, el cual saldría de su descendencia para dar total cumplimiento al pacto y reinar eternamente. Esto se hará manifiesto tras la segunda venida de Cristo a la tierra.

ANUNCIO DE OTRO MEDIADOR DE UN NUEVO PACTO

Dt 18:15-19; Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis; 16 conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. 17 Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. 18 Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. 19 Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.

Huelga decir que este profeta que se anuncia aquí es Jesús quien, sin duda, es mayor que Moisés.

He 3:1-6; ...Cristo Jesús; 2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. 3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. 4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. 5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; 6 pero Cristo como hijo sobre su casa...

INVALIDACIÓN DEL PACTO Y ANUNCIO DE OTRO NUEVO

Jer 11:10; Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, y se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá invalidaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres.

Jer 31:31-34; He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Is 59:20-21; Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. 21 Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.

Muchos estudiosos de la Biblia ven en este anuncio de Dios en Jer 31:31-34 (así como en Is 59:20-21), un pacto exclusivo para Israel diferenciado del nuevo pacto en la sangre de Cristo, actualmente vigente en la Iglesia del Señor. No comparto este punto de vista por dos razones principales:

1ª) Aquí Dios no establece ningún pacto, sino más bien anuncia o promete que en el futuro hará un nuevo pacto con la casa de Israel; y si bien un pacto puede contener promesas, es obvio que una promesa no tiene por qué ser necesariamente un pacto.

2ª) Aunque Israel como nación se convertirá finalmente a Cristo (Zac 12:10-11), el nuevo pacto que aquí se anuncia ya tuvo su cumplimiento en la Iglesia del Señor, que es una nueva creación (Gál 6:15) a la que tienen acceso por la fe tanto los judíos como los gentiles (Ef 2:14-16). Del cumplimiento de la profecía de Jer 31:31-34 en el nuevo pacto establecido por Cristo con su iglesia, da buena cuenta He 8:8-12, en referencia a Cristo como mediador del nuevo pacto y sumo sacerdote de los bienes venideros, sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos.

Zac 12:10-11; Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. 11 En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén...

Gál 6:15; Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.

Ef 2:14-16; Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

ACTITUD DE LA IGLESIA CON ISRAEL

Los gentiles debemos mirar con humildad y respeto a los descendientes de Jacob (Ro 11:25-27), ya que a pesar del gran error que cometieron al rechazar a Cristo, con gravísimas consecuencias para ellos (Lc 13:34-35), siguen siendo el pueblo que Dios escogió. Ellos son las ramas naturales del buen olivo (Ro 11:23-24) y como tales volverán a ser injertadas cuando, una vez hayan sido abiertos sus ojos, se arrepientan y reciban a su Señor y Salvador Jesucristo (Zac 12:10-11). Pero tampoco debemos tenerles envidia, sino que debemos desearles lo mejor, orando por su pronta restauración y por la paz de Jerusalén (Sal 122:6) para que sean de bendición en medio de la Tierra, tal como está profetizado.

Ro 11:25-27 (también Ro 11:11-12); Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.

Lc 13:34-35; ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! 35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.

Ro 11:23-24; Y aun ellos (los israelitas), si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. 24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

Sal 122:6; Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman.

PRINCIPALES REFERENCIAS AL NUEVO PACTO

El Nuevo Pacto de Dios fue anunciado por Jesús en la última cena que tuvo con los apóstoles, quien nos mandó que lo recordáramos mediante la participación en el pan y la copa, en representación de su cuerpo y sangre entregados en sacrificio expiatorio para el perdón de nuestros pecados. Jesús nos mandó que celebremos hasta su regreso este sencillo memorial, en testimonio de su muerte expiatoria.

Mt 26:26-28; (también en Mr 14:22-24 y Lc 22:19-20) Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.

1 Co 11:23-26; Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

El Nuevo Pacto, de quien Cristo es el mediador, se confirmó con su muerte.

He 9:15-18; Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. 16 Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. 17 Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. 18 De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre.

Las siguientes porciones nos muestran que cuando Jesús y sus discípulos anunciaron el evangelio de salvación, los primeros destinatarios, es decir, los que Dios quiso que se beneficiaran en primer lugar, fueron los hijos de Israel. Por eso debían predicar comenzando por Jerusalén, luego Judea, a continuación el resto de Israel, y finalmente todas las naciones.

Hch 1:8; Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Mt 15:21-28; Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! 26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Hch 13:46; Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.

CONCLUSIÓN

Sin perjuicio de la validez de otros puntos de vista, los cuales respeto, de lo considerado en este estudio se desprende la existencia de siete grandes pactos establecidos por Dios con el hombre:

1) El pacto con Adán. 2) El pacto con Noé. 3) El pacto con Abraham. 4) El pacto mosaico con Israel, o viejo pacto. 5) El pacto sacerdotal con Aarón y sus hijos. 6) El pacto mesiánico con la casa de David. 7) El pacto en la sangre de Cristo, o nuevo pacto.

Que el Señor nos colme de bendiciones.

1 comentario:

  1. Antiguo estudio revisado el 18-10-2020. Recomiendo su lectura.

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